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"En España se han pisoteado mis derechos como refugiado político"

Este ex coronel argelino desertó en 1996 y, años después, denunció la implicación del Ejército de su país en las matanzas de los años 90. España lo detuvo hace más de un mes a petici&oa

TRINIDAD DEIROS

Traidor para unos y para otros gran patriota, el ex coronel de 54 años Mohamed Samraoui lleva varios años denunciando la implicación del Ejército en la llamada guerra sucia en Argelia y su responsabilidad en algunas de las matanzas que se atribuyeron a grupos islamistas.

En su libro Crónicas de los años de sangre, publicado en 2003, denunció cómo los servicios de seguridad militar argelinos crearon los Grupos Islámicos Armados (GIA), organizaron asesinatos, incluido el del presidente Mohamed Boudiaf, y atizaron la violencia para perpetuarse en el poder.

Sabe de lo que habla, pues entre marzo de 1990 y julio de 1992 fue el número dos de la dirección del contraespionaje de su país.

El pasado 22 de octubre, la policía española lo detuvo a petición de Argelia en Benalmádena (Málaga). Su detención se mantuvo en secreto. Tras una semana en la prisión de Soto del Real, se le concedió la libertad provisional pero no el permiso para regresar a Alemania.

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno debe decidir sobre la petición de extradición de Argelia. Una extradición que, dada su condición de refugiado político, sería ilegal.

¿Por qué le detuvieron a pesar de ser refugiado?

Eso mismo me pregunto yo, porque los acontecimientos ligados a mi detención suscitan muchos interrogantes. No me permitieron hacer ni una llamada, no se avisó a mi familia hasta cinco días después. Me dijeron que habían llamado a dos números de amigos que les di y era falso.

Comparecí ante el tribunal sin haber hablado con el abogado de oficio. Cuando el juez oyó la acusación de terrorismo (Argelia le acusa de deserción y terrorismo), dio un respingo, dictó prisión provisional y no me permitió hablar para decirle que era refugiado político, extremo que nadie comprobó. Mi abogado tampoco recurrió. Mis derechos han sido pisoteados.

¿Cuál es su situación actual?

Mi detención está rodeada de secretismo y arbitrariedad. Estoy retenido en España en espera de que expire el plazo de 40 días para decidir sobre la extradición, cuya petición oficial firmó Argelia el pasado viernes. Tengo que presentarme cada dos días en el tribunal.

Aquí vivo gracias a la ayuda de Houcine Ait Ahmed (histórico líder de la oposicion socialista argelina), el Movimiento de Oficiales Libres de Argelia y otros amigos, pero mi familia está sola en Alemania, sin dinero y sin padre.

¿A qué atribuye que su detención haya coincidido con su viaje a España?

Tengo varias hipótesis. Una de ellas es que algún oficial de los servicios secretos españoles demasiado puntilloso haya querido agradar a sus colegas argelinos. Otra hipótesis es que España intenta situarse bien en relación con el conflicto del Sáhara (Argelia es el principal valedor del Frente Polisario) y para ello las relaciones con Argelia son importantes. Tampoco hay que olvidar los contenciosos de empresas españolas con mi país por el tema del gas. Pero, repito, son sólo hipótesis. Tengo confianza en España, que es un Estado de Derecho.

¿Los GIA fueron un invento de los servicios argelinos?

Sí, los GIA pertenecían a la DRS (Seguridad Militar), aunque hay que distinguir tres tipos de GIA. El que estaba formado por gente hastiada que integró el maquis; un segundo tipo en el que había agentes infiltrados que decidían los objetivos de los atentados y un tercero, el peor, formado y dirigido por militares y miembros de los servicios secretos.

¿Tiene pruebas de esto?

Cómo se pueden explicar si no masacres como una que ocurrió a dos pasos de un cuartel sin que los militares se dieran cuenta; o que tantos opositores a los generales hayan sido oportunamente asesinados por los GIA, como fue el caso de Yusef Fathala, el único miembro de la comisión de investigación sobre el asesinato de Budiaf que se negó a firmar el informe. Que me digan también por qué nunca se ha permitido investigación independiente alguna sobre las matanzas y asesinatos.

¿Los generales tienen aún el poder en Argelia?

Claro que sí. Dígame usted un sólo presidente que no haya sido elegido por ellos. Son un clan mafioso que, a diferencia de la Cosa Nostra, tienen un Parlamento y un Ejército. No existe democracia en Argelia, es sólo un escaparate.

¿Cuándo fue usted consciente de todo esto?

A posteriori, atando cabos sobre los crímenes. En 1995, los generales me piden que organice el asesinato en Alemania de dos líderes islamistas; entonces decidí desertar para no ser su cómplice .

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