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La fiesta de autoafirmación del PP valenciano

Aguirre y Gallardón se ausentaron para poder asistir a un acto con Zapatero

M. J. G.

Una voz en off dio paso al presidente del PP. 'Aquí arrancó un nuevo proyecto. Fue determinante en el País Vasco, ganó en Galicia y en las europeas. ¡Ahora toca España, ahora toca Mariano Rajoy!', se oyó de fondo, resumiendo las razones por las que el Partido Popular se había congregado en la Fira de Mostres de Valencia.

Y a la cabeza, como un rey, se plantó el líder de la oposición. Era su día grande. Su autoafirmación. Se conmemoraba un año desde su reelección al frente del PP . Tenía que haberse celebrado el pasado sábado pero el acto se canceló por el asesinato de Eduardo Puelles a manos de ETA. En el Congreso, algunos diputados conservadores, habían dejado caer a lo largo de la semana que Rajoy podía aprovechar para suspenderlo y no insistir en ponerse los laureles. Pero Rajoy tenía ganas de celebrarlo. Desde la noche en que ganó las europeas defiende intencionadamente que la estrategia que se marcó en el XVI Congreso de Valencia funciona. Es su venganza contra todos aquellos que no apostaron por su continuidad. 'Gracias por estar aquí. Esto yo no lo voy a olvidar', señaló emotivo desoyendo las voces críticas que se van diluyendo.

Allí no se encontraba ninguna de aquellas personas que se lo hicieron pasar tan mal tras la derrota de 2008. Era Rajoy y el PP de la Comunidad Valenciana. Una fortísima maquinaria puesta a su servicio. Y, por supuesto, buena parte del equipo que salió elegido el año pasado con los portavoces parlamentarios Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García- Escudero y Jaime Mayor Oreja arropándole.

Se notaba que había menos diputados. Muchos sienten 'cierto desapego'. Y algunas ausencias destacables como la del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo ,o la de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que inauguraba el intercambiador de la Puerta del Sol junto a Alberto Ruiz-Gallardón y José Luis Rodríguez Zapatero. Francisco Granados, consejero de Justicia e Interior, fue su representante.

Pero la fiesta, con horchata y abanicos del PP, no se iba a ver deslucida. De ello se encargó Rita Barberá. La alcaldesa de Valencia pidió la llegada a España de 'un presidente resolutivo y patriota con alma de ganador'. Se refería al suyo. Recalcando que su nombre ya 'siempre estará vinculado' al de su tierra.

Ignacio Uriarte, presidente de Nuevas Generaciones, aprovechó para destacar ese 'pedazo' de cuadro de mando que Rajoy formó hace un año. Y fecilitar a su líder por lograr 'un partido más fuerte y estable'. Además incidió en que los jóvenes del PP sentían por Francisco Camps 'mucho orgullo y admiración'.

Y tras la intervención de una parada, una autónoma y un profesor, el presidente de la Generalitat tomó la palabra para señalar que el 7-J había sido el 'desembarco de Normandía'. 'El PP ya ha desembarcado para ganar la Moncloa', explicó mientras ponía a disposición de su jefe de filas 1.500.000 votos. Made in Comunidad Valenciana.

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