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Aznar: "España no envió ni un solo soldado a Irak sin el mandato de la ONU"

El ex presidente del Gobierno acusa a Zapatero de 'agravar' la crisis con sus decisiones y pronostica cinco millones de parados en 2010

JORGE OTERO

 

Llevaba tiempo José María Aznar sin conceder entrevistas en la televisión pública y llegó con ganas el ex presidente al plató de Los desayunos de TVE. Cuando se le preguntó por la actualidad de los últimos días no dudó en repartir mandobles a diestro y siniestro, especialmente al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La ONU, la UE, los nacionalistas, Obama... todos se llevaron su cuota de críticas.

Todos, incluido Mariano Rajoy, el presidente del PP que él nombró a dedo: cuando le preguntaron si se arrepentía de esa decisión, Aznar respondió: 'Mantendría la propuesta que yo hice, sin la menor duda que la mantendría', aunque a continuación reconoció que  'nadie es infalible' y que este tipo de procesos 'nunca son perfectos'. Aunque previamente, le había hecho un guiño a su sucesor al decir que ahora 'hay un poco más de orden en la presentación de la alternativa'.

Aznar empezó hablando de Haití y destacando la solidaridad de su familia porque 'mi mujer está vinculada con muchas ONG'. Criticó el papel de la ONU en esta tragedia al decir que su papel era 'manifiestamente mejorable'. Sí defendió el papel de Estados Unidos ('Ha tomado buenas decisiones allí') y criticó con dureza a la UE: 'La UE ha llegado con un poco de retraso. Hemos echado de menos una acción más decidida en Haití'.

Mostrando la mejor de sus sonrisas e intentando ser gracioso, Aznar centró sus críticas en la gestión de la crisis económica por parte del Gobierno. Acusó a Zapatero de 'agravar' la crisis con sus decisiones y pronosticó que España llegará a los cinco millones de parados en 2010 al tiempo que defendió su legado en materia económica, una constante en su discurso. 'Tenemos problemas importantes y nuestro país es menos próspero que en 2004. Hay que tomar medidas'.

La solución a este panorama tan desolador pasa por las reformas de todo tipo: 'Necesitamos coraje para tomar decisiones difíciles: hay que hacer una reforma laboral, una reforma fiscal profunda, poner en marcha un paquete de liberalizaciones para que aumente la competitividad y sobre todo, una reducción y control del gasto público. Es difícil pero se puede hacer porque el PP ya lo hizo en 1996, cuando cuando heredó un 25% de paro y le dejó en el 10%'.

No especificó si es favorable a abaratar el despido, ahí se mostró ambiguo: 'Lo que hay que favorecer es la contratación'. Porque Aznar, como 'español preocupado', cree que se avecinan 'años muy difíciles' y que España 'corre el riesgo de estar más creca de Grecia que de dónde estaba en 2004, cerca de Alemania, Francia y Reino Unido'.

El culpable de esa situación es Zapatero: 'Se han paralizado las reformas, se ha negado la crisis y se han tomado decisiones que la han agravado'. Para Aznar este es un paso atrás indudable, después de que España se situara a la altura de los grandes.

Pero el paso atrás no es sólo económico, sino también político. Aznar acusó a Zapatero de que España haya perdido peso en Europa y se mostró crítico con el actual Tratado de Lisboa, del que dijo que “no favorece a España”. En este sentido defendió una vez más su actuación en el Gobierno y atacó a Zapatero otra vez: 'En la UE yo defendí siempre la posición española. Niza era un buen tratado pero ahora se ha pasado de estar sentado en la mesa con los mayores a estar en la mesa de los niños'.

Aznar jugó tanto al ataque como a la defensa: a lo largo de la entrevista defendió su legado, aunque incluso en esas ocasiones no podía evitar la crítica. Reconoció que autorizó contactos con ETA 'pero nunca autoricé una negociación política. Yo lo que hice fue ilegalizar Batasuna y todo el entramado de ETA, no recurrí a la guerra sucia ni a faisanes'. 

Irak fue otro asunto en el que Aznar reivindicó su actuación en el Gobierno: 'Estoy orgulloso haber contribuido a derrocar a Sadam. España no envió ni un solo soldado a combatir en Irak y sin el mandato de la ONU. También estuvimos en la caída de Milosevic y en la de los talibanes, y eso es bueno'.

De Irak y Afganistán pasó a hablar de Barack Obama, otro que recibió su ración de criticas: 'Obama ha pasado de ser parte de la solución a parte del problema porque la gente ya no cree que tenga solución para todo. De hecho, las encuestas así lo reflejan'.

Hubo tiempo para analizar el estado de la nación y su diagnóstico fue claro: 'España se está deshilachando'. Ese 'debilitamiento del Estado' afecta a todos según el ex presidente: 'Antes se discutía sobre la pluralidad de España y ahora, sobre lo común, sobre los elementos que vertebran España y eso afecta al Gobierno, a las instituciones y a los partidos'. Aznar denunció con cierto escándalo que en España 'hay gente que habla de la secesión'.

España es cada vez más débil, pero no tienen la culpa sólo los nacionalismos; la corrupción, que él presume de haber mantenido a raya, ha vuelto con fuerza: 'A España ha vuelto un ambiente de corrupción, que era un problema que había desaparecido'. 

También le preguntaron por el futuro de Zapatero en 2012 volvió a sacar pecho de lo que hizo: 'No tengo la más remota idea, pero yo dije que iba a estar ocho años y estuve ocho años. Estando en la oposición Zapatero dijo que estaría ocho años. Veremos si lo hace o no'.

Terminó la entrevista con otra pregunta recurrente que al ex presidente le han hecho muchas veces: si piensa volver a la política. Aznar aquí si fue claro: 'Hay gente que quiere que vuelva y otros que no. Yo no pienso mover ni un dedo, mi tiempo se acabó'.  Más claro, agua.

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