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Habrá que cotizar más años para cobrar toda la jubilación

El Pacto de Toledo se inclina por subir el número mínimo de años de contribución y no cambiar la edad legal de retiro. El periodo de cómputo para calcular la pensión también se elevará

BELÉN CARREÑO

¿Cómo suena subir la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años? Un tanto abrupto. ¿Y subir la cotización mínima exigida para cobrar el 100% de la pensión de 35 a 37 o 38 años? Más asumible.

Los grupos políticos que conforman el Pacto de Toledo, la comisión parlamentaria encargada de elaborar una estrategia común de pensiones, están intentando buscar otras fórmulas para prolongar de facto la vida laboral sin alterar legalmente la edad de jubilación, que resulta una propuesta demasiado corrosiva para el electorado.

El proyecto de la comisión tendrá similitudes con el modelo francés

En este sentido, tanto PP como PSOE están de acuerdo en que la situación de la hucha de las pensiones puede ser insostenible si no se acometen reformas dirigidas a prolongar la vida laboral. Pero el mecanismo que están negociando ambos partidos, según fuentes parlamentarias, es el de alargar el número de años cotizados para percibir la pensión completa, en lugar de la propuesta más directa ideada por el Gobierno. Este mismo lunes, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió en Oslo ante la comunidad internacional la necesidad de tener 'una vida laboral suficiente', una expresión que encaja con la propuesta de ampliación que se está perfilando.

El análisis de la evolución demográfica y sociológica ha llevado a los parlamentarios a estudiar esta medida, que afectaría principalmente a los cotizantes que han retrasado mucho su entrada en el mercado laboral o que han interrumpido su trabajo voluntaria o forzosamente. La medida tendría escaso impacto en los trabajadores que tienen en la actualidad por encima de los 45 o 50 años de edad y que tienen largas carreras de cotización. En realidad, para cualquier cotizante que haya accedido a un trabajo antes de los 27 años, y que no haya pasado nunca un periodo largo sin cotizar, este cambio no tendría apenas efecto sobre la edad legal de jubilación, aunque sí afectaría a un esquema de retiro anticipado. Cabe recordar que los parados también cotizan durante el tiempo que tienen derecho a la prestación por desempleo, pero no aquellos que piden una excedencia.

Esta es la fórmula que rige en Francia, donde se ha aprobado recientemente subir la edad legal de jubilación de 60 a 62 años pero donde ya es efectiva la necesidad de haber cotizado al menos 40 años para tener derecho a la prestación.

Los cambios buscan amoldar el periodo de cotización a la esperanza de vida

A la postre, la idea de que las vidas laborales sean más amplias encaja también con la preocupación por adecuar los periodos de cotización a la subida de la esperanza de vida. España es el segundo país con la esperanza de vida más larga, después de Japón. Gobierno y expertos consideran insostenible extender el cobro de la prestación más años sin que aumente en proporción el periodo en el que se contribuye a la Seguridad Social.

Esta iniciativa puede ver la luz los próximos 6 y 7 de octubre, fecha en que los integrantes del Pacto de Toledo han acordado comenzar a redactar el documento común con las recomendaciones de la comisión. Los diputados formularán sus recomendaciones sobre el esquema del último Pacto de Toledo, y no sobre el documento del Gobierno.

Aunque cada recomendación se vota, los grupos políticos más pequeños ya han asumido que en esta ocasión las decisiones se tomarán por mayoría, sin contar con su voto en contra. En este sentido, fuentes parlamentarias aseguran que el PSOE se conformaría con alcanzar un gran acuerdo con el PP, y también con CiU, para que la reforma de las pensiones vea la luz el próximo ejercicio.

Otro elemento en el que parece que no va a haber tanta discusión es en el de ampliar el periodo de cómputo que se toma para calcular la prestación. Hasta ahora es de 15 años y Gobierno y oposición han sintonizado con la necesidad de elevarlo a 20 o 25 años. Alargar el periodo sobre el que se calcula la prestación haría más proporcional su cuantía en relación con el esfuerzo realizado. Sin embargo, perjudicaría a los que van al paro al final de la vida laboral.

Se mantiene la edad de jubilación

La pieza clave de la propuesta que PSOE y PP están madurando en la Comisión del Pacto de Toledo es retirar la prolongación de la edad de jubilación de 65 a 67 años, que era la gran apuesta inicial del Gobierno. Aunque fuentes parlamentarias insisten en que el efecto de la ampliación del periodo de cotización para cobrar toda la pensión es similar en términos económicos, la medida es mucho más suave en términos de opinión pública. De hecho, el PP se ha significado en los últimos tiempos por su postura en contra de la ampliación de la edad de jubilación, y esta variante le permite sumarse al acuerdo.

Ampliación del periodo de cómputo

La segunda gran reforma que, en principio, saldrá de la Comisión del Pacto de Toledo es la de la ampliación del periodo de cómputo para fijar la cuantía de la pensión. Ahora, se consideran los últimos 15 años de la vida laboral. El Gobierno se planteó inicialmente alargarlo a 25 años, aunque luego dijo que era sólo un ejemplo, y finalmente se ha inclinado por los 20, que es el plazo que parece prosperará ahora, aunque el PP ha defendido en algún momento recuperar la idea de los 25.

Adiós a la unanimidad

Lo que ha quedado claro es que el espíritu de unanimidad que ha presidido hasta ahora las deliberaciones del Pacto de Toledo no se cumplirá en esta ocasión. Ante lo enconado del debate, el PSOE ha decidido garantizarse la mayoría negociando con el PP, aunque también aspira a que CiU apoye el documento final. IU tiene claro que su voto será contrario a la propuesta final. 

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