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Un país desarmado frente a los seísmos

Millones de edificios en España se construyeron al margen de cualquier precaución frente a los terremotos

M. A.

La tragedia desatada en Lorca el miércoles 'volverá a ocurrir en 10 años, 20 o los que sean', reflexiona resignado el presidente de la Asociación Española de Ingeniería Sísmica, Alex Barbat. Sus argumentos huyen de cualquier tipo de optimismo innecesario: terremotos como el de Lorca son esperables cada cierto tiempo y millones de viviendas se construyeron antes de que se pusieran en práctica normas de construcción adaptadas a los seísmos.

Según el Instituto Geográfico Nacional, desde 1985 ha habido en la Península Ibérica un terremoto de magnitud entre 5,1 y 6 cada diez meses. Un seísmo como el de Lorca todos los años, aunque en el caso de la localidad murciana ha sido mucho más devastador por originarse muy cerca de la superficie y prácticamente a las afueras del pueblo.

'Volverá a ocurrir', dice la Asociación Española de Ingeniería Sísmica

Cada 25 años es esperable un seísmo aún peor, con una magnitud de entre 6,1 y 7. Y cada 150 años los habitantes de la Península Ibérica verán cómo el suelo se sacude bajo sus pies con una fuerza aún mayor, por encima de 7, como ocurrió al suroeste del cabo de San Vicente el 28 de febrero de 1969, derrumbando casas en Huelva y matando a una veintena de personas.

Para Barbat, los edificios españoles ni están preparados ni lo estarán, por los menos los millones de viviendas levantadas de cualquier manera antes de las normativas sismorresistentes, que imponen refuerzos en cimientos, pilares y otros componentes en regiones sísmicas. La última aprobada en España para edificios es de 2002. Las primeras, mucho menos ambiciosas, se remontan a la década de 1970.

Los expertos lamentan la falta de preparación de los españoles

'Lo vivido en Lorca volverá a ocurrir a menos que en 20 años seamos tan ricos que rehabilitemos todos los edificios de España para que aguanten seísmos', zanja Barbat, que casualmente ha estado los últimos días enfrascado en la organización del Congreso Nacional de Ingeniería Sísmica, que comenzará el próximo miércoles en Granada, otra zona de terremotos.

El presidente del Colegio de Geólogos de España, Luis Suárez, pidió en marzo un cumplimiento de la normativa sismorresistente más estricto en las zonas de riesgo, como Granada, Murcia y Almería. 'En estos lugares, donde hay constancia de eventos sísmicos recurrentes, la normativa debe cumplirse con mayor rigor', informó entonces EP.

El presidente de la Asociación Española de Ingeniería Sísmica, sin embargo, cree que la normativa se cumple. 'No me consta que haya un fraude', afirma. Además, en el caso de las muertes lamentadas tras el terremoto de Lorca, apunta a otro culpable. 'Desafortunadamente, me temo que muchos han muerto por la falta de preparación de los españoles frente a los terremotos. Cuando sientes un seísmo, no te puedes quedar delante de un edificio', explica.

La ingeniera de Caminos María Dolores Gómez Pulido es cauta y espera la evaluación de los expertos que están peinando Lorca en busca de viviendas afectadas. Ayer, el alcalde, Francisco Jódar, anticipó que el 90% de los edificios no sufre daños estructurales, antes del final del examen de los técnicos. Gómez Pulido, del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (CSIC), se felicita con cautela del buen comportamiento de la mayor parte de las casas, muchas de ellas construidas décadas y hasta siglos antes de la aprobación de las normativas sismorresistentes. 'No hay que ser catastrofista. Los edificios de Lorca no estaban construidos para resistir seísmos y, pese a eso, su estructura no se ha comportado mal', señala. 'Vemos cascotes en el suelo y parece el fin del mundo, pero lo que ha ocurrido es lo esperable', sostiene.

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