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El número uno del FMI arrestado por supuesta agresión sexual

Strauss-Kahn fue detenido dentro de un avión con destino a París. Los delitos que se le imputan podrían implicar hasta 20 años de prisión

ISABEL PIQUER

Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI y más que posible candidato a la Presidencia francesa, se ha visto envuelto en un sórdido escándalo sexual de dimensiones internacionales al haber sido acusado de intento de violación por la empleada de un hotel de lujo de Manhattan. Tanto si estos cargos se confirman como si no, su puesto y sus aspiraciones políticas en Francia corren serio riesgo.

Strauss-Kahn debía comparecer ayer ante un juez de Manhattan, donde, según afirmaron sus abogados, Benjamin Brafman y William Taylor, tenía intención de declararse inocente de todos los cargos que se le imputan: intento de violación, agresión sexual y detención ilegal, delitos que conllevan penas de entre 15 y 20 años de cárcel. El jefe del FMI no tiene inmunidad diplomática, pero está siendo asesorado por el consulado francés. La naturaleza del asalto sexual no ha quedado clara: The Wall Street Journal hablaba de sodomía mientras Associated Press mencionaba el sexo oral.

La víctima es una camarera de 32 años del hotel Sofitel de Nueva York

Al cierre de esta edición, Strauss-Kahn permanecía detenido, pero era previsible que tras tomarle declaración, el juez le dejara en libertad con fianza o con cargos, lo que implicaría la retirada del pasaporte, algo que le obligaría prácticamente a dejar su cargo en el FMI, puesto que le impediría viajar.

El responsable socialista, de 62 años, pasó la noche del sábado en una comisaría de Manhattan, después de un día rocambolesco. Todo empezó hacia la una de la tarde, hora de Nueva York (siete de la tarde del sábado en España) cuando una de las empleadas de la limpieza del hotel Sofitel, situado en la calle 44, entre la Quinta y la Sexta avenidas, un establecimiento de lujo discreto donde suelen alojarse muchas delegaciones extranjeras, entró en la habitación de Strauss-Kahn (la suite 2806, de 3.000 dólares) pensando que estaba vacía. Según su relato, el jefe del FMI salió de la ducha desnudo y se precipitó sobre ella, con la clara intención de violarla. 'Dijo a los detectives que él salió del baño desnudo, corrió por el pasillo hasta el vestíbulo donde ella se encontraba, la arrastró hasta la cama y comenzó a atacarla sexualmente', declaró el portavoz de la Policía, Paul Browne, que explicó que 'ella consiguió escapar pero Strauss-Kahn la persiguió, la arrastró por el vestíbulo hasta el baño, donde cometió un acto sexual criminal. Luego intentó encerrarla en la habitación del hotel', agregó.

La presunta víctima, de 32 años, se deshizo finalmente de su agresor y poco después sus colegas llamaban a la Policía. Pero cuando los agentes llegaron al Sofitel, Strauss-Kahn ya se había marchado, olvidándose de su teléfono móvil. 'Parece que se fue corriendo', describió Browne.

El director del FMI olvidó su móvil en la habitación tras el supuesto delito

El director de FMI tenía previsto tomar un vuelo de Air France rumbo a París y luego viajar a Berlín, donde iba a encontrarse con la canciller alemana Angela Merkel. La Policía llamó a los guardias del aeropuerto JFK, que diez minutos antes de la salida del vuelo, a las 4.40 de la tarde, entraron en primera clase y se dirigieron al asiento donde ya estaba instalado el jefe del FMI. '¿De qué se trata?', preguntó Strauss-Khan, que viajaba solo, al ser abordado.

El número uno del FMI no opuso resistencia y fue reconducido hacia la salida del avión, sin estar esposado, y de ahí a la comisaría de Manhattan. A las 2:15 de la madrugada del domingo las autoridades de Nueva York le acusaban formalmente de los tres delitos. La empleada, que no ha sido identificada, 'fue llevada a los servicios de emergencia del hospital Roosevelt, donde fue tratada por lesiones menores', dijo Browne.

En declaraciones a la agencia France Press, la periodista Anne Sinclair, esposa de Strauss-Kahn, aseguró que 'no creía ni un segundo en las acusaciones' contra su marido y dijo no albergar dudas sobre su inocencia. Desde Washington, el FMI indicó que no haría comentarios sobre el asunto. El Fondo 'permanece completamente operativo y a pleno rendimiento', informó en un escueto comunicado. Al cierrede esta edición, el organismo celebraba una reunión para analizar el asunto, pero no tenía previsto tomar ninguna decisión.

Y es que este no es el primer incidente de faldas en el que se ve envuelto Strauss-Khan, aunque sí el primero en el que hay una acusación de delito por medio. En 2008 se le descubrió una relación íntima con una de sus subordinadas en el FMI, la economista húngara Piroska Nagy. El asunto se saldó cuando el presidente del FMI pidió perdón públicamente a su esposa y también al FMI por el caño causado a la imagen de la institución.

Desde las filas socialistas francesas se ha denunciado un complot contra el posible rival de Nicolas Sarkozy en las próximas elecciones. La socialista Michelle Sabban, muy cercana a Strauss-Kahn, aseguró que esta 'es una nueva forma de atentado político', y que esto sólo apunta a las 'altas finanzas internacionales', ya que Strauss-Kahn tenía pendiente las ayudas a Grecia y un plan para consolidar la revolución de Túnez.

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