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La red transeuropea generará inversiones por 50.000 millones

La UE acepta de España cinco corredores, entre ellos el del Mediterráneo, que podrán optar a ayudas europeas

S. R. ARENES / D. BASTEIRO

La Comisión Europea definió ayer el mapa de lo que considera una red básica de transporte para la Unión Europea. Dentro de los diez corredores que recorren Europa, dos calificados como prioritarios tocan a España: el Corredor del Mediterráneo y el Atlántico. El primero, en realidad, engloba dos: el del Mediterráneo y el llamado Corredor Central, los dos que habían provocado división entre el PP y el PSOE. Así se lo ha presentado el Gobierno español a Bruselas y así lo ha aceptado la Comisión Europea. Además, hay otros dos corredores (Cantábrico-Mediterráneo, entre Bilbao y Valencia, y Atlántico-Mediterráneo, entre Sines, Badajoz, Madrid y Valencia) que Bruselas también recoge en la red básica, aunque en un apartado denominado 'otras secciones'. En total, son cinco corredores que se diseñan para el periodo 2014-2020, que podrán optar a ayudas europeas y que generarán inversiones por valor de 49.800 millones.

Son corredores que unen ciudades, puertos y aeropuertos por tren o carretera, principalmente. Pero la gran apuesta es la red de ferrocarril tanto de viajeros como de mercancías que se crearía. Especialmente, de esta última porque se busca impulsar el tráfico de mercancías, que en España apenas representa el 5%, ya que la mayor parte va por carretera. Así se lograría dinamizar un sector de la economía.

El Corredor Central deja fuera el túnel por Pirineos, porque 'no es realista'

La gran novedad dentro de los corredores ferroviarios, desde que en 2003 se revisó este mapa, es que se incluye el Corredor del Mediterráneo, una apuesta que José Blanco ha defendido desde que asumió su cargo como ministro de Fomento. Aunque en julio pasado ratificó también que defendería en Bruselas el llamado Eje 16 o Corredor Central, que reclamaban varias comunidades del PP y que inicialmente tenía un trazado entre Madrid y París, hasta el puerto portugués de Sines, pasando por Puertollano y Badajoz. El Corredor del Mediterráneo supone un tercio de la inversión total, con 17.167 millones.

Finalmente, el Ejecutivo comunitario ha cercenado algunas partes de los corredores del Mediterráneo y Central. Primero, el comisario de Transportes, Siim Kallas, defendió ayer en Bruselas la inclusión de los dos corredores (el del Mediterráneo con los dos ramales, Mediterráneo y Central, y el del Atlántico) en la lista de prioridades europea. Aunque después reconoció que el trazado tiene algunas rebajas en relación con el diseño inicial.

Así, el Corredor del Mediterráneo irá desde la frontera francesa a Algeciras, pasando por Barcelona, Tarragona, Valencia, Alicante, Murcia, Almería y Antequera (Málaga), pero no irá por el litoral andaluz atravesando Málaga, como estaba previsto. Desde Antequera habrá dos ramales: uno a Algeciras y otro, por el interior, hasta Sevilla.

El Corredor del Mediterráneo no incluye el tramo de Málaga

Mientras, el Corredor Central que iba a conectar Francia con Portugal, pasando por Zaragoza, Madrid y Extremadura, no incluirá el túnel por los Pirineos (la llamada Travesía Central de los Pirineos). Bruselas cree que el diseño 'no es realista' por la complejidad de la ruta y los 'problemas de seguridad y medioambientales' que se derivarían de su construcción. Era una de las principales reivindicaciones de Aragón. Sin embargo, este túnel, de nada menos que 40 kilómetros, es tan incipiente que ni siquiera está proyectado. Francia y España lo tienen en fase de estudio y deben consensuar cada paso. En total, el Corredor Central tiene una inversión prevista de 7.219 millones.

Según el comisario, que en los últimos meses ha mantenido numerosas reuniones con el titular de Fomento, todos los cambios fueron acordados con el Ejecutivo. 'Es lo acordado con el Gobierno español, llegamos a un entendimiento común', aseguró.

El otro gran eje incorporado a la lista de prioridades, el Atlán-tico, tiene una inversión de 11.699 millones. Formará parte de la ruta Lisboa-Estrasburgo (Francia). Va desde Irún a Portugal, pasando por San Sebastián, Vitoria, Burgos, Palencia, Valladolid y Salamanca.

España aspira a lograr ayudas europeas por más de 4.000 millones

A estos tres corredores (el Corredor del Mediterráneo, que engloba el Mediterráneo y el Central, y el del Atlántico), se une el Cantábrico-Mediterráneo, que unirá Bilbao y Valencia,y engloba la denominada Y vasca de alta velocidad. Este último tiene una inversión de 8.619 millones. Mientras, el Corredor Atlántico-Mediterráneo pasará por Extremadura y contará con un presupuesto de 4.270 millones.

En realidad, se trata de un diseño más en forma de malla para superar las conexiones de forma radial, como destacó ayer el ministro de Fomento. E incluye más ramificaciones de las que habían trascendido hasta ayer. Algunos trazados ferroviarios deberán modificarse para incluir un tercer carril (en realidad, un tercer raíl), que acabarán con el ancho de vía ibérico, ya que permitirá también el ancho internacional que se usa en Europa. Así, España dejará de ser una isla y 'superará el viejo problema que arrastra' en ancho de vía, señaló Blanco ayer en una rueda de prensa. El ministro consideró que se han defendido los intereses de España como país y dijo: 'Espero que el Gobierno que salga de las urnas defienda esta propuesta y trabaje por mejorarla'.

Blanco recordó, además, que esta propuesta tiene categoría de Reglamento, pero el mapa que se define no es el definitivo, porque 'la última palabra la tienen el Parlamento y el Consejo Europeo', un trámite para el que aún tendrán que pasar otros ocho o nueve meses.

El presupuesto comprometido es 'realista', afirma Blanco

El ministro señaló que la propuesta aceptada a España se ha acompañado de un 'presupuesto realista' en un momento de austeridad. Cada año se destinarían unos 7.000 millones, menos de la mitad de lo invertido por Fomento en pasados ejercicios.

Gran parte de la red ferroviaria programada está prevista ya dentro del Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT) diseñado hasta 2020, tanto en AVE para viajeros como en redes mixtas para mercancías. Pero su inclusión en la red básica transeuropea permite que estos proyectos opten a ayudas de la UE que si no, no tendrían.

De los 32.000 millones de ayudas europeas hasta 2030, unos 11.000 millones son Fondos de Cohesión que las comunidades españolas pierden en 2014, salvo Extremadura. Así, España aspira a lograr el 20% de los 21.000 millones restantes, es decir, más de 4.000 millones.

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