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La Xunta no avisó a las farmacias del bloqueo de las tarjetas sanitarias

El presidente del gremio alerta de que los pacientes afectados tienen que pagarse sus fármacos

MARIOLA MORENO

Nadie en el Gobierno gallego (PP) advirtió a los farmacéuticos de los cambios en la tarjeta sanitaria, que obligan a los parados de más de un año al pago de la consulta médica y de los medicamentos hasta que se les gestione la nueva tarjeta que les califica como 'personas sin recursos'. El presidente de la Federación de Farmacias de Galicia, José Rodríguez Dacal, confirmó ayer a este diario que no tuvieron constancia de las modificaciones en el sistema 'hasta que comenzaron a repetirse las incidencias por tarjetas inoperativas' en boticas y centros de salud.

En esos casos, si en el sistema informático no figuran los datos del usuario, este deberá abonar los fármacos, 'aunque se trate de un paciente crónico o con un tratamiento de larga duración'. 'El médico puede atender a un paciente sin tarjeta sanitaria, pero un farmacéutico, aunque quiera, no puede adelantar las medicinas sin receta, y si lo hace, deberá pagarlas de su bolsillo cuando el usuario no está cubierto por la Seguridad Social'.

La medida obliga a los parados de más de un año a pagar también la consulta

En torno a 65.000 personas residentes en Galicia, según las cifras de la Confederación Intersindical Galega (CIG), carecen en estos momentos de cobertura sanitaria pública y, por ende, han de abonar los fármacos y la atención médica.

Esto es así tras la entrada en vigor el pasado 29 de septiembre de una orden que 'actualiza el procedimiento para el derecho a la asistencia sanitaria'. Desde esa fecha, las personas en situación de desempleo desde hace más de un año pasan a ser consideradas como 'persona sin recursos', por lo que causan baja de manera automática en el Servizo Galego de Saúde (Sergas).

Marcos no tiene cobertura por estar estudiando oposiciones

La Xunta sin embargo no comunicó a los afectados las novedades normativas que en la práctica los deja sin cobertura médica y farmacológica durante 'unos siete u ocho meses', mientras se completan los trámites burocráticos. El Ejecutivo gallego mantiene que con la creación del código 29, como denomina técnicamente a los desempleados, pretende 'combatir el fraude' y 'garantizar en todo momento la prestación sanitaria, disminuyendo las burocracias'. Así, y a pesar de que la Xunta repite que 'ninguna persona se queda sin sanidad en Galicia', las quejas y llamadas de angustia a la CIG no cesan desde que el sindicato denunció los hechos.

Ana Funes, de 41 años, es profesora aunque lleva dos años en el paro. Ajena a los cambios legislativos autonómicos, el 20 de octubre fue a pedir cita para vacunarse contra la gripe, como suele hacer cuando se acerca el invierno. En esta ocasión, el sistema informático de su centro de salud fue el primero en dar el aviso: no podía completar el proceso. 'Me enviaron de un lado para otro; el propio personal del ambulatorio estaba muy despistado y desconocía lo que estaba pasando', cuenta.

Después de peregrinar por distintas ventanillas de la Administración, a Ana le dieron la noticia de que su tarjeta había sido desactivada dos semanas antes: 'Me ofrecieron dos soluciones, o me hacía beneficiaria de un familiar directo o presentaba todos los papeles para acreditar que soy una persona sin recursos'. No le quedó más remedio que acogerse a la segunda opción, pero sabe que el proceso será laborioso. 'Afortunadamente no tengo problemas graves de salud, porque, si los tuviera, tendría que pagar de mi bolsillo las consultas y las medicinas. Me parece de un cinismo impresionante que la Xunta diga que nuestros casos no existen o que estamos cubiertos cuando no es verdad', agrega.

Ana, en paro, se enteró de que ya no tenía tarjeta en el ambulatorio

Una molestia en un pie llevó a Marcos Otero, de 36 años, a la consulta del médico. Después de haber trabajado en distintas empresas, hace dos años que se decidió a preparar oposiciones; es el mismo tiempo que lleva sin cotizar, lo que le convierte a ojos del Sergas en un Código 29. 'Lo primero que me respondieron era que no tenía médico asignado, después descubrí que me habían dado de baja'. Marcos no dispone de más información que la que consigue a través de los medios de comunicación. 'Desde la Consellería no me avisaron de que cambiaba mi situación y, como mi tarjeta no caduca hasta junio de 2013, nunca sospeché', explica. Con este panorama, este afectado cree que optará 'por la vía más rápida' y se incluirá como beneficiario en la tarjeta sanitaria de sus padres. 'Es surrealista que nadie nos lo comunicara. ¿Qué pasa con el derecho a la sanidad que recoge la Constitución Española?', se pregunta.

'Afortunadamente', el marido de Margarida (nombre supuesto), de 52 años, está trabajando. Esta mujer lleva en tratamiento un lustro, por lo que sus visitas al médico son frecuentes. El mes pasado, después de varios intentos frustrados a la hora de pedir cita por internet, optó por ir a su centro de salud.Su tarjeta, como tantas otras, había sido desactivada.

Margarida se asustó. No sabía adónde dirigirse y la única solución que le daban en el ambulatorio era que 'fuese por Urgencias'. La siguiente consulta, eso sí, tendría que pagarla. Tras los momentos de angustia, un familiar le explicó que volvería a tener 'derecho' a una cobertura sanitaria gratuita 'gracias a su marido', que sí cotiza. Así lo hizo. Una solución que para el presidente de los farmacéuticos es simplemente 'un parche'. 'Qué alguien me lo explique, ¿cómo se puede decir que lo que se persigue con esto es el beneficio de los pacientes?', concluye Rodríguez Dacal.

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