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La pesca hizo al hombre sedentario hace 7.500 años

Un equipo español halla en Rusia vestigios de un pueblo pesquero del Mesolítico

N. D.

Investigadores españoles y rusos han hallado uno de los conjuntos de artes pesqueras más antiguos y completos del mundo. Ha aparecido a orillas del río Dubná, a cien kilómetros al norte de Moscú, y contiene anzuelos, agujas y trampas de hace unos 7.500 años que obligan a replantear la historia oficial de cómo el hombre fundó los primeros pueblos.

La versión más aceptada es que los primeros asentamientos permanentes, embriones de las ciudades, aparecieron con el dominio de la agricultura, hace unos 10.000 años. La oleada campesina se extendió por el mundo coincidiendo con una nueva era de adelantos tecnológicos y sociedades más complejas conocida como Neolítico. Hasta entonces las personas vagaron por el mundo en busca de sustento.

Esta historia oficial sigue vigente, pero tiene huecos por el que se cuelan otras posibilidades válidas, como la de los pescadores del Cantábrico, que no cultivaron la tierra hasta mucho después de que la práctica llegase a España, hace unos 5.000 años.

El investigador del CSIC Ignacio Clemente se ha topado con otra de esas bolsas de resistencia que arroja una nueva hipótesis: la pesca, y no la agricultura, permitió a ciertos pueblos volverse sedentarios. Las pruebas han aparecido en forma de anzuelos, redes, cuchillos y sofisticadas trampas de pesca que se usaron en el Mesolítico a orillas del Dubná. Las trampas están hechas de varillas de pino del grosor del meñique y de unos dos metros de largo que estaban unidas con tallos y permitían encerrar a los peces. El yacimiento ruso, llamado Zamostje 2, está tan bien conservado que incluso los tallos han sobrevivido hasta hoy. También se han encontrado abundantes restos de caza (se comían sobre todo alce, castor y perro). 'Hemos encontrado signos de presencia durante todo el año', explica Clemente; 'esta gente no era nómada'. El investigador señala que el hallazgo contribuye a 'romper el tópico' de que sin agricultura no hubo asentamientos fijos. 'A esta zona no llegó el cultivo hasta hace unos 3.000 años', detalla.

Con apoyo de buzos del Museo Hermitage de San Petersburgo, el equipo ha encontrado anzuelos, arpones, pesas, boyas, agujas para redes y cuchillos de costilla de alce para limpiar el pescado. Del río se comían sobre todo el lucio y la perca. Los excrementos humanos fosilizados hallados en el yacimiento aportarán ahora más detalles sobre la dieta. El mayor secreto es cómo se construyeron aquellas trampas. En Suramérica se usan aún artes parecidas, pero no iguales. 'No tenemos ni idea de cómo lograban esas varillas de pino tan finas, aunque pudiera ser que fuera gracias a que la madera estaba congelada', concluye Clemente.

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