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El PP busca el poder total

Arenas acaricia la Junta de Andalucía en su cuarto asalto y el PP asturiano aspira a superar a Cascos y hacerse con la mayoría del voto conservador

ELENA HERRERA

Con la sensación de que pueden completar el ciclo que iniciaron en los comicios de mayo de 2011, los conservadores esperarán hoy el escrutinio mirando especialmente a Andalucía, donde acarician la 'alternancia' que llevan ansiando durante los 30 años de administración socialista.

De ganar en esta comunidad, tal y como vaticinan la mayoría de los sondeos, el PP acumularía un poder inédito en la historia de la democracia y conquistaría un feudo tradicional del socialismo. El escenario podría ser todavía más ventajoso para el partido de Rajoy si las urnas arrojan un resultado positivo para los conservadores también en Asturias. Los ciudadanos del Principado están llamados hoy a resolver con sus votos la gobernabilidad de su comunidad tras el fracaso del Gobierno en minoría de Francisco Álvarez-Cascos (Foro Asturias).

El líder del PP andaluz, Javier Arenas, al que algunos ya han acuñado el sobrenombre de 'eterno candidadato', se presenta por cuarta vez a la presidencia de la Junta. Con casi todas las encuestas de cara, ha basado su campaña en la necesidad de hacer 'reformas' para convertir a Andalucía en la 'locomotora de España', tal y como expresó el pasado viernes en su último mitin, en el que estuvo acompañado por Mariano Rajoy por quinta vez durante esta campaña.

Arenas se ha presentado como la alternativa 'decente' que restituirá 'el buen nombre de Andalucía'

Sin embargo, si ha habido a un asunto al que se ha agarrado el candidato del PP en su carrera al liderazgo del Gobierno andaluz ha sido al supuesto escándalo de los ERE fraudulentos financiados con dinero público en la Junta. El líder de los conservadores andaluces se ha afanado en vincular a este caso a su contrincante José Antonio Griñan (PSOE), al que recordó que fue el Consejo de Gobierno andaluz el que 'aumentó las partidas para los ERE' cuando él era consejero de Economía.

Arenas se ha presentado a sí mismo como la alternativa 'decente' que restituirá 'el buen nombre de Andalucía', si bien en un auto del 14 de marzo la jueza que lleva el llamado 'caso ERE', Mercedes Alaya, asegura que su suegro también cobró ilegalmente 120.000 euros por parte de la Junta andaluza.

Contra la 'estrategia del miedo' a la llegada de la derecha que, a su juicio, han enarbolado sus contrincantes políticos, el candidato de los conservadores ha querido mostrar en esta carrera al PP andaluz como un partido 'interclasista' que reniega del copago y del recorte social y que apuesta por la receta de la 'austeridad' y las 'reformas' frente a la crisis y el paro. Una tarea a la que le ha ayudado Rajoy, retrasando hasta después de las autonómicas la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado pese a las presiones de Bruselas.

No obstante, Arenas sí ha tenido que lidiar con una reforma laboral que ha sacado a la calle a miles de ciudadanos en toda España y que ha provocado la convocatoria de una huelga general para dentro de cuatro días. También ha tenido el líder del PP andaluz que hacer esfuerzos para no ser identificado con las políticas de recortes que han emprendido sus compañeros de filas allí donde gobiernan o para escapar de las consecuencias electorales que pueden tener los tijeretazos de Rajoy o su subida de impuestos.

Otro de los aspectos que más dio que hablar en la campaña fue el debate a tres bandas en Canal Sur al que Arenas se negó a acudir al considerar que la cadena autonómica no garantizaba la 'neutralidad exigible'.

El viernes, en su último acto como candidato, Arenas quiso cerrar su campaña con una arenga a los más de un millón de parados andaluces, cuyos votos pueden ayudarle especialmente a conseguir las llaves del Palacio de San Telmo, sede del gobierno regional. Dijo tener todavía una ambición pendiente: 'Ver a Andalucía a la cabeza del crecimiento económico y del empleo y que algún día no tenga que pedir solidaridad sino ofrecer solidaridad'. Los andaluces decidirán hoy si lo que en el PP no han dudado en calificar de 'cita con la historia' tiene un final feliz para el partido de Rajoy.

En Asturias, Mercedes Fernández Cherines tiene la oportunidad de enmendar el mal resultado que obtuvo su predecesora en este puesto, Isabel Pérez Espinosa, en los comicios de mayo de 2011 y de adelantar a Foro haciéndose con la mayoría del voto conservador. Fernández ha mantenido una campaña de perfil bajo, sin grandes anuncios, pero en la que ha tratado de recuperar la confianza que perdió el PP en el Principado con la irrupcción de Cascos.

No parece probable que vaya a haber entendimiento entre la derecha asturiana

Para ello, ha contado con la respaldo de varios ministros y de Rajoy. Además, Cospedal acudió a darle su apoyo en su acto de cierre de campaña. La candidata, que a priori parecía mantener una buena relación con Cascos, llegó a decir en campaña que tener como rival político a su antiguo compañero de partido le resultaba 'especialmente enojoso'.

Por lo tanto, no parece probable que vaya a haber entendimiento entre la derecha asturiana, una circunstancia que pone sobre la mesa la posibilidad de una alianza de izquierdas siempre que PSOE e IU mejoren sus resultados respecto a los anteriores comicios tal y como vaticinan algunos sondeos.

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