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La sombra del fraude fiscal de Pujol se cierne sobre la cumbre entre Rajoy y Mas

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Su 'padre político'; así definió este martes el presidente de la Generalitat, Artur Mas, a su antecesor en el cargo, Jordi Pujol, cuyo nombre está presente en todas las portadas desde que este viernes confesara haber tenido varias cuentas sin declarar en el extranjero. Pero Jordi Pujol no sólo es el 'padre político' de Mas, sino el fundador de CiU, el líder impulsor del independentismo de Catalunya.

Pujol siempre pregonó la idea que ahora defiende Mas: que la comunidad debe convertirse en un país autónomo que pueda organizar sus cuentas sin seguir las directrices de Moncloa. Y lo que quiere, al menos, es que el Gobierno de Rajoy permita a todos los catalanes expresar su opinión al respecto.

Pedro Sánchez reforzó la postura del Gobierno al coincidir con Rajoy en que la consulta no se puede celebrar

El segundo es el principal objetivo a lograr por el jefe del Govern en la reunión que, un año después, este miércoles mantendrá con su homólogo en el Ejecutivo central: conseguir apartar a Mariano Rajoy de su inmovilismo habitual para poder celebrar la consulta soberanista que tiene prevista para el próximo 9 de noviembre.

Pero, si ya lo tenía difícil antes, no sólo con la negativa del Gobierno, sino con la de la inmensa mayoría del Congreso de los Diputados —que el pasado 8 de abril declinó traspasar a la Generalitat la potestad de celebrar un referéndum—, después de conocerse el escándalo fiscal de su antecesor al frente de la Generalitat, la situación se ha vuelto mucho más complicada, aunque el portavoz del Govern Francesc Homs insista en lo contrario.

Fue el propio Pujol quien confesó haber mantenido cuentas bancarias (suyas y de su familia) abiertas durante más de 30 años en paraísos fiscales. Algunos creen que por voluntad propia, antes de que la Agencia Tributaria diera con ellas, como aseguró el propio Cristóbal Montoro este martes en Sevilla, interpretando el comunicado de Pujol como una 'respuesta' a la investigación de Hacienda, que, asegura, 'llegará hasta el final'. Otros defienden que la regularización de estas cuentas no conllevaría sanción tributaria al haberse realizado de forma voluntaria, y un tercer grupo directamente apunta a que el Gobierno del PP habría hecho estallar el escándalo fiscal de Pujol en este preciso momento para añadir una excusa más a su lista de motivos para rechazar las peticiones de Mas, aunque tuvieran constancia de estos hechos desde hace meses, o incluso años.

Fue también el propio Pujol quien, según informó este martes Mas, decidió renunciar a todos los privilegios y honores que mantenía como expresident. Así, Mas podría llevar un regalo a Rajoy: un partido limpio con una petición legítima. Pero ni siquiera de este modo conseguirá lo que quiere. Al menos no parece probable, teniendo en cuenta que la posición de Rajoy siempre ha sido la misma: no, no, y no. 'La consulta no se celebrará porque es ilegal', recordó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el pasado viernes tras la celebración del Consejo de Ministros, en línea con la posición defendida por el Gobierno, y que recientemente se ha visto reforzada por su competidor directo, el PSOE.

La reunión entre Rajoy y Pedro Sánchez en la Moncloa este lunes no sólo permitió captar varias imágenes de ambos líderes aparentemente relajados y sonrientes, aunque sólo un conciliador y optimista Sánchez compareciera ante los medios al terminar el encuentro. El nuevo líder de la oposición sólo coincidió con Rajoy en una idea clara: la consulta no se puede celebrar, es ilegal.

El choque de trenes parece asegurado, pero todavía habría una posibilidad de acuerdo: que Mas rebaje el tono de sus pretensiones a cambio de un gesto conciliador a nivel fiscal por parte del Ejecutivo. 

Mas podría rebajar el tono de sus pretensiones a cambio de un gesto conciliador a nivel fiscal por parte del Ejecutivo

El otro órdago del Gobierno al respecto fue la publicación de las balanzas fiscales la semana pasada, demostrando que aunque Catalunya y Madrid son dos de las comunidades que más aportan al Estado, la diferencia entre lo que reciben y lo que dan no es tan abultada como denunciaba la Generalitat.

Aun así, Rajoy podría ceder y ofrecer beneficios para cuando se lleve a cabo la reforma de la financiación autonómica a cambio de, al menos, ciertas modificaciones en la fecha y la pregunta de la consulta, pero el Ejecutivo ha insistido hasta la saciedad en que aún no tiene previsto reformar el modelo actual, por lo que esta posibilidad parece poco factible.

Otra opción es que las negociaciones continúen como hasta ahora: en punto muerto, y que Mas termine convocando elecciones plebiscitarias, una de las bazas que ha esgrimido el president en más de una ocasión. 'Si no hay otra manera de hacerlo, y quede claro que no es mi deseo que se haga así, se hará con unas elecciones que yo procuraré que se hagan el 2016',  prometió Mas a finales de 2013.

La condición para evitar este escenario era que el Gobierno central permitiera la celebración de la consulta, que en 2013 podía parecer distante en el tiempo, pero que hoy, a menos de 100 días de la fecha escogida para el referéndum, parece acercarse a toda velocidad.

Como ha ocurrido en varias ocasiones anteriores, está previsto que el presidente de la Generalitat rechace el ofrecimiento de Moncloa de comparecer en la sede del Ejecutivo tras la reunión, por lo que ya ha convocado a la prensa en el centro cultural Blanquerna de Madrid.  Por su parte, ningún representante del Gobierno central tiene previsto comparecer para informar del desarrollo del encuentro, y lo más probable es que se limite a emitir un comunicado, como ya hiciera este lunes tras la entrevista entre Rajoy y el nuevo líder de la oposición.


https://www.quoners.es/debate/crees-que-el-encuentro-de-hoy-entre-rajoy-y-artur-mas-servira-para-abrir-nuevas-vias-de-entendimiento-entre-ambas-administraciones

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