España repatriará finalmente a Miguel Pajares, el religioso español contagiado con el virus del ébola en Liberia. El Gobierno ha ordenado este martes poner en marcha el procedimiento de repatriación siguiendo el protocolo de 'máxima seguridad' estipulado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pajares, de 75 años y que este martes se ha confirmado que tiene la enfermedad provocada por el virus del ébola tras varios días con fiebre alta, permanece aislado junto a otros seis compañeros -entre ellos, una religiosa con nacionalidad española- en el Hospital San José de Monrovia desde el pasado viernes. En este hospital falleció el pasado sábado su director, Patrick Nshamdze, tras haber contraído el ébola. El centro está cerrado desde entonces.

El Ministerio de Sanidad ha asegurado que los riesgos de un posible contagio son 'muy bajos'. Tras haber recibido una petición de repatriación de la orden religiosa a la que pertenece Pajares, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, el acuerdo para iniciar el proceso se ha alcanzado en una reunión celebrada, a través de videoconferencia, con responsables de Protección Civil Europea, y en la misma han participado representantes de los Ministerios de Defensa, Interior, Sanidad y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

La ONG Juan Ciudad había informado este martes que Pajares se encontraba 'muy débil y con fiebre' y que, antes de conocer los resultados que confirmaban su contagio, había manifestado su voluntad de volver a España. 'Me gustaría (ir a España) porque tenemos muy mala experiencia con lo que ha sucedido aquí. Aquí estamos abandonados y no nos satisfacen. Queremos ir a España y que nos traten como a personas, como Dios manda', declaró el religioso a la agencia Efe.

La colonia española en Liberia ronda las 30 personas, en su mayoría religiosos y cooperantes. Como consecuencia de la crisis actual del virus, Exteriores desaconseja viajar a Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry. El Gobierno ha explicado que sigue con atención la evolución de la enfermedad en estos países. En Guinea Conakry es donde hay una mayor colonia de españoles, en torno a unos 160, mientras que en Sierra Leona los españoles inscritos en el Registro Consular apenas superan la veintena.