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Carmona y Lissavetzky disputarán en primarias la candidatura del PSOE a la Alcaldía de Madrid

MANUEL SÁNCHEZ

Se prepara una batalla en el PSOE por la candidatura de este partido a la Alcaldía de Madrid. Parece que después de varios lustros en la oposición se empieza a visualizar una posibilidad de clara de que pudiera haber un Gobierno de fuerzas de izquierda después del último domingo del mes de mayo de 2015, y eso ha despertado ambiciones en las filas socialistas.

En principio, y tal como está concebida la férrea estructura orgánica del Partido Socialista de Madrid (PSM) de Tomás Gómez, el secretario general sería el candidato a la Comunidad sin ninguna oposición interna; y una de las personas de su máxima confianza, Antonio Carmona, lo sería a la Alcaldía.

Carmona lleva más de dos años preparándose para ser alcalde. Ha reunido un equipo de personas para hacer un proyecto y un programa propio de Madrid, no ha descansado en todo este tiempo reuniéndose con todo tipo de colectivos en busca de arañar votos y tener presencia mediática, y se ha trabajado una a una todas las agrupaciones locales de Madrid.

Sin embargo, el anterior candidato a la Alcaldía, actual portavoz municipal del PSOE y expresidente de la antigua Federación Socialista Madrileña (FSM), Jaime Lissavetzky, quiere volver a ser candidato y no descarta presentarle batalla.

Según ha podido saber Público, el veterano dirigente madrileño está sondeando apoyos y buscando complicidades para presentar su candidatura que, según las nuevas normas del PSOE, estaría abocada a pasar por unas primarias frente a Carmona.

Lissavetzky ya dijo hace unos meses en público que él quería volver a aspirar a ser candidato a la Alcaldía de Madrid y que iba a presentarse. Sin embargo, todo hacía sospechar que la marcha de su amigo Alfredo Pérez Rubalcaba al frente de la dirección del partido le haría tirar la toalla.

Pero el 'tronko' de Rubalcaba -como le denominaba el anterior secretario general del PSOE a su compañero de pupitre en el colegio-, lleva unas semanas buscando apoyos, tanteando su situación y sus posibilidades. Ha hablado con bastantes dirigentes del PSOE y parece dispuesto a dar la batalla, aunque tenga pocas posibilidades de ganarla.

En el entorno de Carmona no preocupa demasiado que Lissavetzky quiera dar el paso, aunque dudan si es una maniobra para intentar colocarse políticamente en otro escenario y que luego decida no presentarse.

Dichas fuentes aseguran que Carmona tiene el 70% de los apoyos de los secretarios de las agrupaciones locales de Madrid, que no le da ningún miedo ir a unas primarias para que decida la militancia, y que la decisión del diputado madrileño está más que tomada: tanto de ir a las primarias internas, como de ser el aspirante del PSOE a la Alcaldía.

Carmona, que ha decidido no tener vacaciones, sigue con su trabajo metódico y planificado, aunque no anunciará hasta que se convoque el proceso oficialmente su candidatura. Y, mientras tanto, sigue intentando recabar apoyos internos y votos ciudadanos.

En principio, cuenta con el respaldo de Tomás Gómez -pese a rumores que apuntan que ha habido discrepancias entre ellos en los últimos tiempos- y, lo que es más importante, ya tiene el apoyo de Ferraz que no tenía antes de la salida de Alfredo Pérez Rubalcaba.

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