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El secretario de Estado de I+D tendrá que actuar como "ministro de facto"

La comunidad científica lamenta la pérdida de visibilidad en el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy

NUÑO DOMÍNGUEZ

Mariano Rajoy ha dejado a la ciencia sin Ministerio, algo que inquieta a la comunidad científica por la pérdida de protagonismo en un Ejecutivo cuya tarjeta de presentación es la tijera de Rajoy. Cristina Garmendia, exministra de Ciencia e Innovación, le dio ayer su cartera a Luis de Guindos, nuevo ministro de Economía y Competitividad. No la usará, ya que las competencias que ostentaba Garmendia quedan ahora adscritas a la secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación dependiente de Economía, según el organigrama del nuevo Gobierno del PP, publicado ayer en el BOE.

El documento no detalla cuáles serán las competencias y departamentos que quedarán a cargo de la nueva Secretaría de Estado. La nueva y magra estructura del Gobierno cercena un departamento creado durante la segunda legislatura como presidente de José Luis Rodríguez Zapatero. Rajoy ha hecho lo mismo que hizo su predecesor José María Aznar, que en su primer Gobierno eliminó el Ministerio de Educación y Ciencia que gestionaba el equipo de Felipe González.

La pérdida del Ministerio deja a la ciencia sin asiento en el Consejo de Ministros, pero, a cambio, adscribe las políticas de I+D a un departamento prioritario como el que tiene a su cargo De Guindos.

La decisión no ha gustado a la comunidad científica. 'La desaparición del Ministerio estaba anunciada, pero no se ha tenido en cuenta una de nuestras reivindicaciones, que era mantener la palabra ciencia en el nombre del Ministerio', reconoció ayer a este diario Carlos Andradas, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España. 'Era una manera de mostrar a los ciudadanos que la ciencia es importante en este país', añadió.

Otros ven claros beneficios en que la ciencia quede bajo el ala de Economía. 'Estoy seguro de que, cuando Luis de Guindos llame al presidente, este le cogerá el teléfono, algo que no le pasaba antes a otros ministros', explicó ayer a Público Carlos Martínez Alonso, que fue secretario de Estado de Investigación entre 2008 y 2009.

Pero, con una economía instalada en la emergencia, 'es improbable que este ministro le dedique el tiempo suficiente a la ciencia', reconocen fuentes del PP. Esto hará que el nuevo secretario de Estado deba actuar 'como ministro de facto', señalan. Las buenas noticias son que la I+D queda a cargo de un 'puntal' del nuevo Gobierno y, las malas, la coyuntura económica, resumen.

Andradas y MartínezAlonso ven en la nueva organización una oportunidad para hacer de la I+D uno de los motores de la recuperación económica y materializar por fin el cambio de modelo productivo hacia una economía más innovadora que tanto se ha mencionado en las dos últimas legislaturas como antídoto contra la crisis.

'Ahora lo importante es que elijan a un buen secretatrio de Estado', resalta Martínez Alonso. La diferencia la marcará el perfil del cargo, que puede ser el de un 'científico puro' o 'más mixto' y cercano a la innovación y la empresa, según las fuentes consultadas del PP. 'El cargo podría no venir de entre las filas del partido, ya que Luis [de Guindos] no es militante. Lo normal sería que eligiese a alguien con un perfil más profesional', indican.

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