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Brote de ébola Descubren una proteína de lucha contra el ébola en células humanas

El hallazgo podría algún día conducir a desarrollar una terapia eficaz contra la enfermedad mortal, según un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern (EEUU).

El ébola, al igual que otros virus, invade las células huésped y las usa para replicarse - REUTERS/Goran Tomasevic

europa press

Investigadores han descubierto una proteína humana que ayuda a combatir el virus del ébola y podría algún día conducir a una terapia eficaz contra la enfermedad mortal, según un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos.

La capacidad recientemente descubierta de la proteína humana RBBP6 para interferir con la replicación del virus del ébola sugiere nuevas formas de combatir la infección. A medida que los virus desarrollan y evolucionan las proteínas para sortear las defensas inmunológicas del cuerpo, las células humanas a su vez desarrollan mecanismos de defensa contra esos virus, una carrera de armamentos evolutiva que ha estado en curso durante millones de años.

Este mecanismo de defensa en particular tiene potencial terapéutico, según el coautor Judd Hultquist, profesor asistente de Medicina en la División de Enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.

"Una de las partes más aterradoras del brote de ébola de 2014 fue que no teníamos tratamientos disponibles; decenas de miles de personas se enfermaron y miles de personas murieron porque no teníamos un tratamiento adecuado", recuerda Hultquist.  

"Lo que imaginamos es un medicamento de molécula pequeña que imita a esta proteína humana y podría usarse en respuesta a un brote del virus del ébola", explica este experto. Un medicamento de molécula pequeña es el objetivo final porque este tipo de fármacos son capaces de entrar a las células más fácilmente y, por lo tanto, ser más efectivos, según se informa en un artículo sobre este trabajo publicado este jueves en la revista Cell.

La investigación fue una estrecha colaboración entre el laboratorio de Hultquist en Feinberg y los laboratorios de la Universidad Estatal de Georgia y la Universidad de California en San Francisco, ambas en Estados Unidos.

El virus del ébola, al igual que otros virus, invade las células huésped y las usa para replicarse, usurpando los procesos celulares para construir proteínas virales, que eventualmente se convierten en nuevas copias del virus.

Una pequeña cadena peptídica de 23 aminoácidos

En el estudio actual, Hultquist y sus colaboradores utilizaron la espectrometría de masas, una técnica que identifica elementos específicos en una muestra por masa, para buscar interacciones entre proteínas humanas y proteínas del virus del ébola. Los científicos encontraron pruebas sólidas de una interacción entre la proteína VP30 del virus del ébola y la proteína humana RBBP6.

Un análisis estructural y computacional adicional redujo la interacción a una pequeña cadena peptídica de 23 aminoácidos de longitud. Este pequeño grupo de aminoácidos solo es suficiente para interrumpir el ciclo de vida del virus del ébola, según Hultquist. "Si coges ese péptido y lo pones en células humanas, puedes bloquear la infección por el virus del ébola --afirma Hultquist--. Por el contrario, cuando se elimina la proteína RBBP6 de las células humanas, el virus del ébola se replica mucho más rápido".

Este grupo de aminoácidos es suficiente para romper el ciclo de vida del virus

Las enfermedades emergentes impactarán en las nuevas regiones a medida que el mundo continúe estando más interconectado y globalizado, augura Hultquist. Además, el espectro inminente del cambio climático promete ampliar el alcance de las enfermedades transmitidas por vectores, por ejemplo, al expandir la gama de mosquitos, lo que requerirá nuevas estrategias para frenar los brotes de enfermedades.

Hasta hace poco, muchas patologías en el mundo en desarrollo, incluido el virus del ébola, han sido poco estudiadas. "No fue hasta el brote de 2014 que otros países comenzaron a preocuparse seriamente por el potencial de una epidemia más grande --señala Hultquist--. Ya no será un problema local que la gente pueda ignorar. Deberíamos estar adoptando una postura mucho más proactiva contra algunos de estos virus desatendidos y estudiarlos en tiempo real, con el fin de que la próxima vez que ocurra un brote, estemos listos para hacerle frente".

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