La oveja Negra

'Lo que la noche sabe': la siniestra belleza de las criaturas nocturnas

Puedes quedarte en el lado serio de la ciudad. Ese con cara de oficinista, olor a café con leche tomado con prisa y empujones en el metro sin disculpas. Al encierro voluntario frente al ordenador para pagar facturas, a los relojes que no avanzan, a que la felicidad solo dure un fin de semana, a que cada vez te guste menos el tipo del espejo. Yo prefiero el otro lado. El que aparece cuando la luz se va y los tubos fluorescentes se apagan. Cuando los trabajadores prudentes se recogen dentro de sus deudas de 50 metros cuadrados útiles. Cuando la ciudad se maquilla de neón, los depredadores salen de sus guaridas buscando carne fresca que devorar. Las calles se llenan de fugitivos eufóricos por escapar de sus vidas aunque sea por unas horas. Donde la felicidad se sirve en vaso largo y una raya de polvo blanco en el cuarto de baño señala la puerta de salida. Son dos ciudades distintas, que viven de espaldas la una de la otra. Con sus propias reglas y sus propios habitantes. Algunos, por obligación o aburrimiento, se pasan al otro lado. Son fácilmente reconocibles. La mujer con gafas oscuras dentro del vagón a las 8 de la mañana; el tipo que no para de mirar en todas direcciones, acodado en la barra de la discoteca, perdido sin su traje y corbata.

Lo que la noche sabe, novela gráfica del escritor y poeta Carlos Salem junto al arquitecto y dibujante Iñaki Echeverría, editada por Navona, nos habla de ese lado, del lado oscuro. De la ciudad y del ser humano.

En realidad, esta novela es un revolver con seis balas en forma de relatos. Hitler bailando un tango ante la mirada divertida de Carlos Gardel, una extraña mujer buscando a su amor el día de San Valentín por una senda sangrienta, el general Videla a las puertas del cielo donde por fin se hará justicia, una caperucita que no debería jugar con los hombres las noches de luna llena...

Las viñetas en blanco y negro de Echeverría como reflejo de la oscura luminosidad de los cuentos de Salem. Fantasía, noir, humor y ajuste de cuentas. Todo eso cabe en Lo que la noche sabe. Un libro de relatos gráficos que pone de manifiesto el brillante momento que está viviendo el comic en nuestro país y como cada vez, hay más editoriales que apuestan por él y más autores que arriesgan con temáticas nuevas. Con prólogo de Antonio Altarriba y epílogo de Ángel de la calle, esta novela gráfica es un manual de instrucciones sobre cómo funciona la noche y sus habitantes. Una joya.

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