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‘Ready Player One’ Spielberg se da un fiestón de cultura pop

El director estadounidense se lo pasa en grande con ‘Ready Player One’ y deja bien claro quién es el rey del mejor cine de entretenimiento. Imagen real y virtual, una apuesta por una juventud con conciencia y feliz con la diversidad y una explosión de referencias pop convierten la película en una fiesta

Una imagen de la película 'Ready Player One', dirigida pro Steven Spielberg.

Steven Spielberg sigue siendo el rey. No había muchas dudas, pero después de Ready Player One, ha quedado certificado quién es el rey del mejor cine de entretenimiento.

Acción, diversión, emoción y cierto compromiso inteligente con el público juvenil, además de una extraordinaria explosión ochentera y de cultura pop, colocan su nueva película al lado de sus clásicos Super 8, la saga Indiana Jones, E.T. el extraterrestre o Jurassic Park, por no hablar de muchos otros títulos (Los Goonies, Gremlins…) que ha firmado como guionista y productor.

Ahora, con 71 años, más de treinta películas como director y todos los premios grandes en su bolsillo, lo más admirable, sin duda, es descubrir desde el segundo uno de su película que se lo está pasando en grande, que, probablemente, nadie disfruta tanto con él mismo. Imposible no quedar cautivado por ese entusiasmo, genuino, tan envidiable.

“Un verdadero clásico de Spielberg. Una gozada. No me aguanto las ganas de volver a verla”, escribió Robert Rodríguez después de la proyección sorpresa de la película en el Festival SXSW de Austin, el certamen que Richard Linklater inventó para el otro cine, el de más allá de Hollywood, y que Spielberg ha conquistado sin resistencia.

Parzival y Art3mis

“Steven, Steven”, corearon en pie los texanos del festival, después de las dos horas y veinte minutos de entretenimiento (no decae en ningún instante), ante esta fiesta del cine: unos protagonistas muy jóvenes que viven felices en un mundo de diversidad, que tienen conciencia de la maldad y el peligro de las grandes corporaciones, que se conocen, se rebelan y se ayudan en el mundo real y en otro virtual, que apuestan por el compromiso con los problemas sociales del primero frente a la promesa de evasión del segundo, y que viven fascinados y rodeados de referencias a los ochenta y a la cultura pop.

Como en otras de sus películas juveniles, sus protagonistas son chicos con una vida nada fácil. Wade, interpretado por Tye Sheridan, es un huérfano que vive con su tía y el novio de ésta, un cafre de libro (crítica al maltrato machista), en un gueto de Ohio, The Stacks, un universo de inestables rascacielos construidos con casas móviles y andamios (denuncia de la pobreza global). Samantha (Olivia Cooke) es una chica decidida y dispuesta a pelear hasta el final para vengar la suerte de su padre, un hombre esclavo a causa de sus deudas (ataque frontal a lo peor del sistema).

Ambos son, además, sus avatares Parzival, de la banda de los chicos alienígenas de piel blanca y azul, y Art3mis, una joven manga punky.

Evasión en Oasis

Los dos, como el resto de los humanos del planeta, agotados y oprimidos por las exigencias del oscuro mundo real en este 2045, se evaden visitando el universo virtual OASIS creado por James Donovan Halliday, un tipo al que todos adoran.

Pero, cuando el excéntrico millonario muere deja en manos de sus seguidores el futuro de OASIS. En un vídeo explica que ha escondido en su mundo virtual un huevo de Pascua y unas pistas para encontrarlo. La persona que se haga con él heredará su reino. Todos quieren ganar, pero sobre todo Nolan Sorrento, dueño de una ultra poderosa corporación que quiere OASIS para dominar el mundo.

Una imagen de la película 'Ready Player One',

Una imagen de la película 'Ready Player One',

Jamás te pierdes entre las tramas de ambos mundos, no te interesan más los personajes reales que sus avatares o al contrario, estás a muerte con esta pandilla, chicas y chicos, blancos, negros y asiáticos, mujeres que eligen avatares de otro sexo, seguramente para que nadie dude de sus habilidades como mecánica (crítica al machismo), adolescentes y niños… todos trabajando en equipo para arrebatar el poder al villano.

El avatar de Spielberg

Y todo ello narrado visualmente con la energía y el talento del mejor Spielberg, que ha trabajado para esta película con captura de movimiento, acción en directo, animación por ordenador…” y que creó su propio avatar para entrar en OASIS y moverse por los sets de rodaje de este mundo, todos virtuales.

“El avatar me permitía caminar por el espacio y ver el set real. Pedí a los actores que se pusieran las gafas para que pudieran tener una idea sobre cómo era su entorno. De lo contrario, estás actuando en una gran habitación blanca con un montón de cámaras digitales mirándote. Cuando nos poníamos las gafas no teníamos que imaginarlo. Lo único que debíamos hacer era recordar cómo era cuando volvíamos a la captura de movimiento”.

Hay en Ready Player One tres escenas absolutamente apabullantes. La carrera de coches en busca de la primera pista es un festín de sorpresas con un colosal King Kong o con Parzival a bordo del DeLorean de Regreso al futuro. Otra es la recreación del siniestro Hotel Overlook y de sus habitantes, tributo al genial Stanley Kubrick, maestro y amigo de Spielberg. Y, por último, la batalla final.

De principio a fin, Spielberg juega con decenas de iconos de la cultura pop, la música, el cine, los videojuegos… Michael Jackson, el gigante de hierro, el batmóvil, los tardis de Doctor Who, el fiero Tyrannosaurus Rex, los discos de rock progresivo, Chucky el muñeco diabólico…

Un regalo detrás de otro a tanta velocidad que, como dice Robert Rodríguez, habrá que volver a ver de nuevo la película. "Quería que fuera ese tipo de aventura... quería crear una película con tanta velocidad que tienes la impresión de que te arrancan el pelo mientras corres hacia el futuro”.

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