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Surfeando a Tokio 2020

Analizamos la situación de este deporte en nuestro país tras su inclusión en los próximos JJOO con Carlos García, presidente de la Federación Española de Surf.

Yael Peña, campeón europeo júnior en sub16. /VÍCTOR CRESPO

La asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI) aprobó por unanimidad el pasado 3 de agosto la inclusión en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 de cinco nuevos deportes: béisbol, escalada, kárate, skateboard y surf. Según la comisión del programa olímpico, los cinco deportes forman un ‘paquete’ equilibrado, innovador y emergente que cumplirá con un enfoque juvenil desde su popularidad en Japón y el resto del mundo.

Sin embargo este planteamiento algo cortoplacista ha suscitado numerosas dudas: ¿Realmente han llegado estos deportes para quedarse en el programa olímpico? Hablando del surf, y en palabras de Carlos García, presidente de la Federación Española, “sí, el surf ha llegado para quedarse definitivamente en el mundo del olimpismo”. “Nos favorecen además muchos factores, el COI busca frescura, juventud y universalidad, y el surf se lo da. El único inconveniente hasta la fecha es que la práctica del surf es imprevisible, porque a un largo plazo no se sabe cómo va a estar el mar. Por eso han dividido la competición en dos fases, con más de una semana de separación entre ambas, para así estar en previsión de que pueda haber momentos de calma o pocas condiciones de mar”.

Carlos García, presidente de la Federación Española de surf: "El surf ha llegado para quedarse definitivamente en el mundo del olimpismo”

El hombre es el depredador de la naturaleza, un vil destructor de ecosistemas, asesino planetario… Pero tampoco podemos negar que, además de la mencionada involución, la intervención del factor humano ha permitido la evolución en muchos campos, entre ellos el del deporte, y concretamente en el del surf. “Las piscinas de olas están asegurando que se pueda competir en condiciones muy cercanas a las habituales en el mar. Ya se está pudiendo suplir. La naturaleza no se puede modificar, pero en condiciones técnicas y de calidad de olas se puede hacer algo muy muy similar de un modo artificial”, asegura el presidente. 

"Las piscinas de olas están asegurando que se pueda competir en condiciones muy cercanas a las habituales en el mar"

“Cada vez hay más fabricantes, y la Federación está deseando que alguien lo haga en España, sobre todo en zonas de interior. Hubo un proyecto de hacerlo en Madrid, pero los problemas burocráticos demoraron el proyecto. Hablamos de algo muy costoso, una inversión de 14 o 15 millones de euros, y se perdió esa oportunidad. Sería muy bueno porque seríamos el primer país europeo en tenerla. Ahora mismo hay tres alternativas: Madrid, Barcelona y Sevilla. En Francia, París tiene un acuerdo de aquí a año y medio, y además por iniciativa pública, del propio ayuntamiento. Una piscina de olas no es como una piscina olímpica, tendría mayor utilidad y se le podría sacar una rentabilidad y explotación posterior, sobre todo a nivel turístico”.

Carlos García, presidente Federación Española de Surf. /VÍCTOR CRESPO

Carlos García, presidente Federación Española de Surf. /VÍCTOR CRESPO

El auge del surf y su potencial turístico es evidente, pero en Europa va unos cuantos pasos por detrás del estereotipo ‘hippy’ innato y característico de los ‘beach boys’. Un deporte exótico que busca con su inclusión en los Juegos el espaldarazo definitivo en el viejo continente: “Tengamos en cuenta que el surf aquí es un deporte joven, en Europa aparece a finales del año 1958”. “La generación que lo vio, aún vive, yo conozco gente en Cantabria con 75 u 80 años que surfeó en aquella época. Entonces todos teníamos en mente Hawái, y era un deporte muy poco accesible. Con el paso de los años esto fue cambiando, y eso que cuando aquí en España se constituyó la Federación en el año 2000, pensábamos que era un deporte que solo se practicaría en Euskadi, Cantabria, Asturias, Galicia y Canarias. Era impensable que hubiese un surfista en Valencia. En cambio hoy hay surfistas en toda España, tenemos una escuela en Sevilla, donde no hay olas; hay un fabricante de tablas en Pamplona, que tampoco tiene mar, y es que al final el surf tiene un atractivo social distinto, una cultura propia, su propia moda, su estilo, su cine, su poesía y el concepto nómada. Es difícil encontrar un deporte con tantos ingredientes, y eso es lo que lo convierte en un deporte tan exótico y atractivo”.

Objetivo: clasificarse

“Nuestra intención es estar en Tokio 2020, pero a día de hoy nos faltan recursos”

Los éxitos cosechados en los Europeos Júnior celebrados en Agadir (Marruecos) el pasado mes de diciembre, muestran el camino de un esperanzador futuro para el surf español. Oro para Yael Peña y plata para Iker Amatriain en categoría individual surf sub 16, siendo España subcampeona continental en la clasificación por equipos. Jóvenes talentos que sueñan con vivir la experiencia de unos Juegos Olímpicos. Para ello, como dice el presidente, tendrán que acompañar los resultados… Y los recursos. “Nuestra intención es estar en Tokio 2020, pero a día de hoy nos faltan recursos”. “Estar allí es el objetivo. Somos una federación muy joven y con el tercer presupuesto por la cola, somos lo que somos y hemos llegado hasta aquí creciendo como teníamos que crecer, después de vivir situaciones muy complejas. Los tiempos no permiten que crezca ese presupuesto, pero hemos conseguido llegar hasta aquí con mucho esfuerzo. Estar en Tokio es nuestra mayor ilusión”.

Por el momento sabemos que 84 será el número total de participantes en la cita olímpica, aunque aún se desconoce el camino para llegar hasta allí: “Los criterios de selección todavía no están claros, no sabemos cuál va a ser el camino a recorrer por el deportista rumbo a los Juegos”. A lo que el presidente añade: “La Federación Internacional se va a reunir con el COI, y entonces se podrá saber. Intuimos por dónde van las negociaciones y, según lo que sabemos, parece evidente que la paridad va a ser un criterio fundamental. En los JJOO tiene que haber universalidad, porque si no, solo entre Australia y EEUU clasificarían a los 84 deportistas. Ellos tienen mayor tradición y allí están los mejores, pero eso el COI no lo puede permitir. Si hay un procedimiento lógico, lo que sabemos que se está barajando, tenemos posibilidades de estar allí. A veces es más difícil clasificarse que conseguir medalla”.

“Venderle el surf a un chaval de Cuenca, de Valladolid o de Ávila es complicado; pero en el Mediterráneo engancha muchísimo a los críos"

En un país eminentemente futbolero, roza lo utópico hacer cantera y pensar en cambiarle a un chaval la pelota por la tabla. Ganar el balón de oro resulta más apetitoso que hacer unos buenos tubos. “Venderle el surf a un chaval de Cuenca, de Valladolid o de Ávila es complicado; pero si tú recorres la costa ves cómo en el Mediterráneo el surf engancha muchísimo a los críos. Hoy día todos quieren ser millonarios y famosos, pero ser profesional en cualquier deporte es muy difícil. Aquí en este país hay buena cantera de surf, y lo más importante es que está llegando una segunda generación de surfistas, es decir, hijos de surfistas. Yo lo veo en mi nieto, que con 5 años ya está encima de las olas, y eso crea un sentimiento”.

Presente y futuro

"Hay chavales que con 14, 15 o 16 años tienen un nivel muy superior al de los profesionales de los años 80”

Las competiciones ‘World Surf League’ disputadas en 2016 nos dejaron al español Jonathan González como el gran triunfador después de proclamarse campeón de Europa ganando el Pro Zarautz (QS1000). Mientras que en féminas, Ariane Ochoa fue tercera de Europa logrando además una sensacional victoria en el Pro A Coruña (QS1000). Junto a ellos, y además de los mencionados éxitos de Yael Peña e Iker Amatriain, han completado la representación española por todo el globo nombres como Garazi Sánchez, Vicente Romero, Lucía Martiño, Maddi Aizpurua, Gony Zubizarreta, Andy Criere, Ainara Aymat, Hodei Collazo, Leticia Canales y Aritz Aranburu -siendo este último el único español presente en la máxima categoría del surf mundial-. Asimismo, el presidente Carlos García nos pide que apuntemos otro nombre: “Luis Díaz ganó en 2016 el Open de EEUU, y está considerado como uno de los mejores del mundo a su edad. Ha tenido mala suerte porque luego se lesionó en el menisco, pero hablamos de chavales que con 14, 15 o 16 años tienen un nivel muy superior al de los profesionales de los años 80”, sentencia.

Desde la Federación consideran que el surf interesa, e interesa más de lo que puede parecer, sobre todo el trabajo de formación. Más allá del número de fichas federativas, manejan “un índice muy real, que es la solicitud para ser entrenador”. “Gracias a ello somos conscientes realmente de la práctica del surf. En los últimos tiempos hemos triplicado estas solicitudes para cursos de formación de entrenadores en las distintas comunidades autónomas. La gente ve ahí ‘nichos’ de empleo en las escuelas, y precisamente estamos viendo ahora todo lo contrario a lo que veíamos hace cinco años. Hoy tenemos saturación de escuelas en las playas, no cabe todo el mundo. Tú vas a una playa una mañana del 15 de julio y te encuentras con los bañistas y con siete escuelas con ocho niños cada una. Esto indica que está funcionando muy bien la oferta y la demanda, pero para el turismo y las playas supone un problema. Por eso ahora las escuelas empiezan a planificarse desde febrero, para no concentrarse tanto en verano”.

Nadia Erostarbe (izq) y Ariane Ochoa (dcha), estrellas españolas sub18. /VÍCTOR CRESPO

Nadia Erostarbe (izq) y Ariane Ochoa (dcha), estrellas españolas sub18. /VÍCTOR CRESPO

Profesionalización

“Hace 8 años, casi ningún surfista tenía entrenador, solo los muy top. Un surfista medio que hacía pruebas en España, Francia y Portugal, no lo tenía. Ahora en cambio todos tienen hasta psicólogo y preparador físico, y el que no lo tiene y lo necesita se lo da la Federación”. Adolecer de una escasa cultura de mecenazgo complica la supervivencia de un surfista al que no acompañan los resultados a corto plazo. Inversiones que a menudo hipotecan a las familias de los propios deportistas sin la certeza de un futuro mejor. Nada nuevo bajo el sol de un deporte ‘minoritario’. “Nosotros en los campeonatos estamos arriba, pero a la hora de la verdad nos caemos. Y eso es falta de competición, una cosa es la técnica y otra saber competir, y a competir se aprende compitiendo, y a ganar se aprende ganando. Para todo ello hacen falta recursos, y estamos trabajando en una modalidad de patrocinio individual con el objetivo de que se patrocine el desarrollo del deportista. Al patrocinador le dices: Este chico o chica tiene 15 años y el siguiente plan, para su desarrollo necesitaría competir en los siguientes sitios, y esto vale tanto dinero, y si apoyas su desarrollo desde los 15 años, cuando sea campeón a los 25, habrás crecido con él y le habrás ayudado a llegar lejos en su ilusión. Lo habréis conseguido juntos, y esto aporta un componente humano brutal, no es lo mismo que pagar para salir en la foto”.

Arranca el ciclo olímpico 2017-2020, Tokio es un sueño en el horizonte. ¿Veremos a nuestros surfistas cabalgando olas en la playa de Tsurigasaki? Hay razones para ser optimistas. El país del sol naciente espera en una cita histórica.

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