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España llega a punto a los cruces del Mundial de balonmano

Vence a Eslovenia (30-26) y llega a octavos primera con pleno de victorias

Los jugadores españoles celebran la victoria ante Eslovenia. EFE/Armando Babani

JAVIER VILLANUEVA (EFE)

DOHA.- La selección española cumplió con su primer objetivo y cerró la primera fase del Mundial de Catar como líder invicta del grupo A, tras vencer hoy por 30-26 a la de Eslovenia, en un duelo en el que evidenció que llega en plenas condiciones a los octavos de final, en los que previsiblemente se medirá con Túnez.

Lejos parecen haber quedado las dudas iniciales mostradas ante Bielorrusia y Brasil, o los apuros sufridos ante Catar, incluso, ha quedado despejada la sombra que suponía la ausencia del lesionado Arpad Sterbik, tras la sobresaliente actuación del portero Gonzalo Pérez de Vargas.

"Somos dos equipo parecidos, pero espero que nos podamos imponer en defensa y portería, porque creo que es ahí donde podemos ser superiores", aseguró la víspera el seleccionador español, Manolo Cadenas.

Unas palabras que se encargó de ratificar con un espectacular inicio de partido el joven guardameta español Gonzalo Pérez de Vargas, que ya contabilizaba un total de siete paradas en los ocho primeros minutos de juego.

Esas acciones reforzaron el buen trabajo defensivo del conjunto español, que hoy volvió a dar un nuevo paso adelante en esta faceta con una exhibición de movilidad y constantes ayudas que minimizaron el juego de los talentosos eslovenos.

Una ecuación ganadora, defensa más portería, tal y como había predicho Cadenas, que sólo se vio ensombrecida por un elemento inesperado, la irrupción del cancerbero esloveno Primoz Prost, que cerró el primer tiempo con un total de diez paradas.

Esa estadística explica las dificultades de la selección española, que de nuevo volvió a explotar en ataque la calidad de sus extremos, para abrir definitivamente brecha en un marcador en el que siempre se mantuvo por delante, aunque con rentas nunca superiores a los tres tantos.

Gonzalo Pérez de Vargas rompió esa dinámica con dos paradas consecutivas a lanzamientos de penalti de Jure Dolenec y Dragan Gajic que permitieron a los de Manolo Cadenas ampliar su ventaja hasta los cinco tantos (9-14), que se quedaron en uno menos al llegar al descanso.

Esa diferencia se encargó de consolidarla (16-11) otro de los jóvenes talentos del equipo español, el lateral Alez Dujshebaev, hijo del legendario Talant, que dio muestras de su inmenso potencial con dos goles y una asistencia, además de provocar una exclusión, en el arranque de la reanudación.

El veterano central Uros Zorman, exjugador del extinto Ciudad Real, se encargó de que su selección no se descolgase definitivamente de un partido que, poco a poco, se convirtió en un continuo intercambio de goles.

Circunstancia que se agravó con la expulsión con tarjeta roja directa a los 43 minutos de juego del pivote Gedeón Guardiola, uno de los pilares de la defensa española, tras golpear el rostro del central Dean Bombac.

El extremo español Valero Rivera volvió de nuevo a dejar claro que posee una de las mejores muñecas del torneo, que le permite ofrecer un variado y efectivo catálogo de lanzamientos.

Sus goles, unidos a las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, que cerró el choque con dieciocho intervenciones, dieron el triunfo definitivo (30-26) a un conjunto español que, casi con toda seguridad, se enfrentará a Túnez en los octavos de final.

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