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Autopistas Las claves de la fusión que negocian Abertis y Atlantia

los principales accionistas de la empresa española y de la italiana, el grupo Caixa y la familia Benetton, respectivamente, mantienen conversaciones sobre el que sería un gigante de las concesiones de autopistas

Imagen de la Autostrada A4, de Abertis, la autopista con mayor tráfico de Italia, conocida como la 'Serenissima'.

Carlos Ruano / REUTERS

La hipotética fusión amistosa que están evaluando Atlantia y Abertis tiene diversos elementos de análisis que obligan a estudiarlos para tratar de tener una visión de conjunto que pueda garantizar una consecución que, a día de hoy, se adivina difícil.

La operación tiene sentido estratégico tanto para Abertis como para Atlantia. La primera tiene una cartera de vencimientos próxima en España, donde gestiona más del 60% de la red de autopistas de pago, que le obliga a invertir en nuevas concesiones y buscar opciones en el exterior.

La italiana, por su parte, tiene el objetivo declarado de aumentar su presencia internacional, algo que Abertis podría complementar con su extensa red de autopistas en 14 países. Una hipotética fusión daría lugar a un conglomerado con más de 10.000 millones de euros de facturación y más de 13.000 kilómetros de autopistas bajo gestión.

La operación además no tendría un gran coste si se realizase con una oferta que, aunque podría incorporar un componente de efectivo, se realizaría fundamentalmente con canje de acciones, según diversas fuentes. Atlantia declara un ratio de deuda neta/ebitda de 3,1 veces y Abertis lo eleva hasta 4,4 veces, lo que complicaría notablemente una oferta en efectivo al aumentar una deuda que, conjuntamente, supera los 26.000 millones de euros a finales de 2016.

Un núcleo duro hispano-italiano

Varias fuentes conocedoras de las negociaciones explican que la operación solo se realizará con acuerdo entre las partes, por lo que los principales accionistas de las dos sociedades, el grupo Caixa y la familia Benetton, están en conversaciones y buscan un objetivo común.

El holding del grupo Caixa, Criteria, tiene un 22% del capital de Abertis, mientras que la familia Benetton a través de su brazo inversor Edizione SRL, controla un 30% de Atlantia. En caso de concretarse la operación, ambos inversores podrían formar el núcleo duro de accionistas del nuevo gigante, explicó una de las fuentes.

El hecho de que Abertis tenga un 8% de capital en autocartera otorga una mayor relevancia real a los accionistas actuales por lo que, restada la autocartera, Criteria controlaría alrededor de un 24% de Abertis.

Teniendo en cuenta precios de la víspera y ante una posible amortización de autocartera, los analistas de BPI estiman que los Benetton podrían tener un 14,4% en una hipotética sociedad conjunta mientras que Criteria quedaría con un 12,8% de una sociedad con una capitalización bursátil de más de 35.000 millones.

Participadas y operaciones sobrevenidas

Las participaciones en poder de Abertis son un frente de primer orden a la hora de analizar la operación.

En primer término, el 34% que Abertis tiene en el operador de torres de telecomunicaciones Cellnex podría incluso propiciar un escenario de opa sobrevenida, considerado incierto por algunos analistas pero que añade un riesgo de overhang sobre la filial.

"En el caso de Cellnex hay un claro riesgo de venta si se llevase a cabo la operación para reducir su exposición y evitar una posible opa, Al mismo tiempo, podría permitir hacer caja para reducir la deuda de Abertis, uno de los puntos débiles de la proyectada fusión", dijo un operador.

Otras participaciones tienen implicaciones políticas que tampoco habrían de ser despreciadas a la hora de evaluar las posibilidades de éxito de la operación.

Abertis tiene una posición privilegiada en Francia, donde controla un 72,6% de HIT (con un acuerdo para llegar al 90%), el holding propietario de Sanef, que gestiona más de un 20% de las autopistas de peaje galas con una facturación de 1.658 millones de euros.

En España, la operación tiene también un frente político más allá del negocio de las autopistas ya que Abertis es el accionista de control (57%) del operador de satélites Hispasat, que es un motor clave en la industria aeroespacial y de defensa española, considerada de interés nacional.

"Son empresas privadas y lo que hará el Gobierno lógicamente es aplicar la normativa de competencia cuando se concreta si efectivamente se concreta la operación. Yo no voy a hacer comentarios sobre lo que son noticias muy preliminares en relación con una operación corporativa", dijo el miércoles el ministro de Economía, Luis de Guindos, preguntado al respecto.

Diez años no es nada

Las conversaciones entre las dos concesionarias se producen una década después de que Abertis intentase una operación de fusión con la entonces Autostrade que, pese al apoyo de los consejos de ambas sociedades, tropezó estrepitosamente con la oposición política en Italia.

Pese al desgaste, Abertis siempre ha mostrado su interés por el mercado italiano y prueba de ello es que, además de otras operaciones en el mercado de telecomunicaciones, en septiembre de 2016 compró la autopista Serenissima y tres meses después nombró consejero independiente al ex primer ministro italiano Enrico Letta. 

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