El consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, ha afirmado este jueves que el banco espera haber digerido el ladrillo que mantiene en su balance en un periodo de tres años y ha apuntado que la entidad ya trabaja en acelerar el "desagüe" de estos activos. "Llevamos años digiriendo, pero todavía nos quedan dos o tres años de pérdidas para dar el problema por cerrado. Estamos trabajando en ello", ha indicado en rueda de prensa de presentación de resultados del primer trimestre del año.

El directivo ha precisado que en el banco ha conseguido reducir un 9% su exposición inmobiliaria en los tres primeros meses del año, dado que está llevando a cabo la estrategia de acelerar al máximo el "desagüe" en un entorno de mercado mejor que el visto en años precedentes.

En este sentido, ha recordado que en estos momentos la demanda de la vivienda es creciente, se ha reactivado la construcción y los precios están al alza, lo que hace que la entidad mantenga una perspectiva positiva que le impulsa a acelerar la reducción de estos activos.

Torres ha indicado que el banco lleva años rebajando su exposición al 'ladrillo', hasta el punto de que ahora se encuentra a la mitad "del pico" que llegó a tener en otros tiempos en cuanto a exposición neta.

El consejero delegado  de BBVA ha apuntado que el banco está reintegrando "todo el dinero, con intereses y sin condiciones" en aquellos casos en los que corresponda. "El sistema que hemos puesto en marcha funciona con normalidad y es un procedimiento sencillo y ágil. Estudiamos cada caso, pero la casuística es compleja, como también vemos en los tribunales", ha destacado.

Carlos Torres, además, ha afirmado que la entidad está centrada en crecer de manera orgánica, aunque estudiará las oportunidades de negocio que se presenten en cualquier geografía siempre que aporten valor al grupo y a los accionistas. El número dos de la entidad ha subrayado que BBVA tiene una posición de mercado "muy sólida", con una cuota cercana al 15%. No obstante, la entidad analiza operaciones en España y en otros países cuando surgen porque "es su obligación", atendiendo en todo momento a criterios estratégicos y financieros.

En términos generales, Torres cree que no habrá mucha más consolidación en el sector más allá de algunas operaciones que "están más claras" porque "ha habido un proceso en marcha en el que se ha buscado un potencial comprador".

No obstante, ha indicado que "quizá pueda quedar alguna de las operaciones todavía pendientes". "En el pasado sí que ha sido una forma de ganar eficiencia a través de la consolidación. Nosotros integramos Unnim y Cayalunya Caixa y nos ha permitido tener una eficiencia mejor. A futuro, Dios dirá lo que pueda pasar", ha destacado.

El directivo ha precisado que BBVA está trabajando para mantener su eficiencia, por lo que en los tres primeros meses del año ha cerrado 130 oficinas y tiene previsto clausurar otras 130 en lo que queda de ejercicio. Tras garantizar que la entidad no llevará a cabo ningún expediente de regulación de empleo (ERE), Torres ha calculado que este ajuste de la red equivaldría a la salida de unas 250 personas.

Una de las palancas que el banco quiere utilizar para ganar eficiencia es la digitalización. En este sentido, no ha descartado que el banco pueda cobrar por servicios que aporten valor. "En la medida en que se vaya añadiendo valor al servicio, tendrá sentido un modelo de negocio en el que los ingresos vengan de cobrar por ello. Puede haber una vía de desarrollo interesante en la que el cliente está dispuesto a pagar por el servicio", ha considerado.