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Huelga en El Prat El Gobierno ‘militariza’ los controles del Prat y puentea el derecho de huelga

Los agentes revisan equipajes, controlan los arcos de seguridad y hasta piden documentación de embarque a los pasajeros. AENA habla de "normalidad" en el aeropuerto de Barcelona

Agentes de la Guardia Civil realizan tareas de control de seguridad ante las puertas de embarque en el aeropuerto de Barcelona, tras iniciarse a medianoche la huelga indefinida de los trabajadores de Eulen. EFE/Quique García

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El Gobierno ha recurrido a la Guardia Civil para hacer frente a la huelga de los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Barcelona de la empresa privada Eulen. Los agentes, que son militares, se han hecho con el control de la seguridad en los arcos, tanto de los pasajeros como de los equipajes mientras los trabajadores deben cumplir unos servicios mínimos del 90%.

La medida es polémica, no en vano los 350 trabajadores de Eulen encargados de los arcos de seguridad ejercen un derecho fundamental en su primera jornada de huelga indefinida tras sucesivas protestas parciales ejercidas en semanas anteriores.

La huelga se ha convocado en pleno puente de agosto, cuando se prevé que 91.800 pasajeros salgan del aeropuerto de El Prat sólo este lunes en los 500 vuelos programados de salida desde el citado aeropuerto.

Los agentes del instituto armado están presentes en los filtros de control de pasajeros y comparten con los empleados de Eulen tareas ejecutivas y no sólo de vigilancia, como solían hacer antes de los paros, según se aprecia esta mañana en la Terminal 1 del aeropuerto, informa Efe.

En los controles se aprecia la presencia de un par de agentes de la Guardia Civil en cada filtro, donde llevan a cabo tareas como revisión de equipajes de mano -para asegurar que no se transporta ningún objeto prohibido-, petición de la documentación de embarque y control del pase por el arco de seguridad.

Fuentes del aeropuerto de El Prat aseguran que, a partir de las 9.00 horas, se puede hablar incluso de "normalidad", ya que los tiempos de espera son de unos 10 minutos, mientras que en las horas previas oscilaban en los 20 minutos.

Los pasajeros realizan colas sin aglomeraciones, mientras que en los días de más afectación del conflicto atravesaban el vestíbulo y llegaban casi a las puertas de salida de la terminal.

La Delegación del Gobierno fijó en un 90% el servicio mínimo que deben cumplir los huelguistas, para garantizar los servicios esenciales, de tal manera que los guardias civiles se han colocado en cada arco de seguridad para asegurar su cumplimiento.

La Asociación Unificada de la Guardia Civil criticó que el Ejecutivo "haga uso de unos funcionarios carentes de derechos fundamentales como el derecho de sindicación y negociación colectiva" para "solventar" un problema que ha creado con la "privatización de la seguridad pública" en los aeropuertos y en otros sectores, como los centros penitenciarios.

"Ya habíamos advertido sobre las consecuencias negativas que tendría privatizar la seguridad pública", subrayó la AUGC cuando estalló este conflicto al tiempo que recordó que "la plantilla de la Guardia Civil se encuentra bajo mínimos".

El Gobierno planea un órdago

Los aviones despegan sin incidencias desde primera hora de la mañana, mientras el Gobierno prevé lanzar un órdago a los huelguistas con la imposición de un laudo arbitral obligatorio.

El abogado de los trabajadores, Leopoldo García Quinteiro, considera "abusivos" los servicios mínimos fijados ante esta huelga indefinida.

Además, criticó el laudo arbitral obligatorio que pretende el Gobierno para doblegar a los huelguistas: "Mientras no se quiebren los servicios mínimos no se puede ir al arbitraje obligatorio", ha destacado el letrado quien apunta que esta fórmula surgió de "una ley franquista" cuyo "vigor ha quedado claramente desautorizado por las sentencias del Tribunal Constitucional".

"La imposición del arbitraje obligatorio es una anomalía absoluta y un atentado directo al derecho fundamental a la huelga", denunció: los servicios mínimos "se van a cumplir", como "se han cumplido escrupulosamente" hasta ahora.

Privatización de AENA y de su seguridad

Se da la circunstancia de que los guardias civiles se encargaban de los controles de seguridad de los aeropuertos hasta que el Gobierno decidió privatizar la seguridad pública.

La empresa propietaria del aeropuerto y responsable de sus servicios es AENA, propiedad del Estado en un 51% de su capital. El otro 49% de la sociedad fue privatizado en febrero de 2015.

Los trabajadores de Eulen rechazaron este domingo por votación la propuesta de mediación presentada por la Generalitat y que incluía un aumento salarial de 200 euros por doce pagas, lo que evitó que se pudiera cerrar el conflicto que se arrastra desde hace ya más de tres semanas y con paros parciales.

AENA ganó en el año 2016 1.164 millones de euros, lo que supuso un 40% más de incremento respecto al año anterior.Mientras, el Grupo Eulen ganó 14 millones de euros en 2016, un 65% más.

Ambas empresas han rechazado que fuera temeraria la oferta con la que Eulen ganó el concurso para el control de seguridad del aeropuerto.

Eulen se hizo con la subcontratación de la seguridad de las puertas de embarque en El Prat al realizar una oferta de un 2% inferior a Prosegur, que se encargaba de estas tareas hasta entonces después de que la Guardia Civil fuera apartada de estas funciones

Las colas más importantes se han vivido esta madrugada, antes de las 6.00 horas, y se deben, en gran parte, a que a esa hora sólo hay un filtro de seguridad abierto, y además los pasajeros tienden estos días a adelantar mucho su llegada al aeropuerto de El Prat para evitar perder sus vuelos por las demoras en los puntos de control de seguridad.

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