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Basilea III Las nuevas reglas contables para la banca son menos drásticas de lo temido

Los grandes bancos tendrán que captar 27.600 millones para cumplir con los nuevos requisitos de capital de Basilea III, una cifra muy inferior a lo que se preveía

las oficinas de los bancos Citi, Barclays, y HSBC en Canary Wharf, el distrrito financiero de Londres. REUTERS/Toby Melville

Christopher Thompson y Gina Chon/Reuters Breakingviews

El año pasado, los supervisores bancarios globales señalaron que el diseño de nuevas reglas contables para la banca reforzaría la seguridad en este sector sin que las entidades tuvieran que aportar mucho capital adicional.

El jueves, los reguladores cumplieron su palabra. El déficit estimado de 27.600 millones de euros para que la banca sistémica cumpla bajo las reglas de Basilea III con los requisitos de capital de nivel 1 es muy inferior a lo que se temía. Esta estimación contendrá también eventuales preocupaciones de los accionistas por la futura política de dividendos de sus bancos.

La gran novedad radica en el llamado output floor, que limita la medida en que los requisitos de capital para los activos de riesgo de un banco pueden diferir de cómo serían calculados bajo un modelo más conservador.

El acuerdo final contempla que los modelos propios de los bancos no podrán establecer requisitos de capital para dichos activos por debajo del 72,5% de los requisitos calculados en los modelos usados por los supervisores.

Si bien hubo muchas negociaciones sobre el umbral definitivo, particularmente por parte de los bancos franceses que argumentaron que un enfoque estandarizado ignoraba las diferencias nacionales en los perfiles de riesgo de activos como las hipotecas, el nuevo output floor mínimo solo se hará vinculante en 2027.

El déficit de capital resultante representa solo el 14% de los beneficios de los bancos globales en el segundo semestre de 2015, a juzgar por un estudio de impacto cuantitativo del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.

De izq. a der., el presidente del Comité de Basilea de Supervisión Bancaria, Stefan Ingver, el presdiente del BCE, Mario Draghi, y el secretario general del Comité de Basilea, William Coen, en una conferencia en Francfort. REUTERS/Ralph Orlowski

De izq. a der., el presidente del Comité de Basilea de Supervisión Bancaria, Stefan Ingver, el presdiente del BCE, Mario Draghi, y el secretario general del Comité de Basilea, William Coen, en una conferencia en Francfort. REUTERS/Ralph Orlowski

Con datos más actualizados, el impacto podría ser incluso menor teniendo en cuenta el incremento de los beneficios en el sector en los últimos dos años. Esto podría significar que muchos de los bancos europeos no tendrían que hacer nada para cumplir con los coeficientes de capital ordinario Tier 1.

El acuerdo también satisface a los reguladores estadounidenses que habían abogado por un umbral más elevado, pero el compromiso pactado contribuye a igualar las reglas de juego entre los bancos de EEUU y sus rivales en el extranjero. En el futuro, las empresas europeas tendrán menos motivos para preocuparse de que los organismos de supervisión de EEUU presionen por fijar normas más estrictas.

Lo que el Comité de Basilea no abordó fue el tema de la deuda soberana. El hecho de que Basilea decidiera no imponer ponderaciones por riesgo para la deuda soberana desalentará a los críticos que esperaban romper el llamado círculo vicioso entre los bancos nacionales y sus gobiernos. También significa que aquellos bancos con una elevada de exposición a la deuda soberana, como los bancos en la periferia de Europa, continuarán disfrutando de garantías estatales implícitas.

Los cambios son ampliamente positivos para los accionistas, especialmente en Europa. Con una clara indicación de los requisitos de capital necesarios, los inversores sabrán mejor determinar el volumen de fondos que los bancos pueden destinar a los dividendos. La banca se ha vuelto un poco más segura y transparente, sin grandes lágrimas.

La norma

Los reguladores bancarios globales acordaron el 7 de diciembre nuevas reglas sobre cómo los bancos evalúan el riesgo de sus activos con el fin de calcular los coeficientes mínimos de capital.

El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea dijo que establecería un llamado umbral mínimo (output floor) del 72,5% que se implementará de forma gradual hasta el 1 de enero de 2027. Esto significa que en los activos ponderados por riesgo los modelos propios no podrán establecer requisitos de capital por debajo del 72,5% de los requisitos establecidos por los modelos estándar de los supervisores.

Estados Unidos quiso dejar el umbral mínimo en el 75%, mientras que los países europeos querían un umbral del 70%. El Comité de Basilea había propuesto inicialmente un nivel de hasta el 90%.

Basilea también dijo que no haría ningún cambio en el tratamiento regulatorio de las exposiciones a la deuda soberana de los bancos.

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