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La banca pierde en medio año 36.000 millones en depósitos en Catalunya y 13.000 en Madrid

Los datos del Banco de España ponen en tela de juicio los pronósticos sobre los perniciosos efectos en las economías locales del ‘procés’ y de las políticas de los gobiernos del cambio

El dinero depositado en cuentas bancarias por familias, empresas y aumenta en la práctica totalidad de las comunidades autónomas y desciende en Madrid y Catalunya

Las entidades bancarias catalanas perdieron más de 36.000 millones de euros en depósitos de particulares y empresas durante el segundo semestre del año pasado mientras las madrileñas acumulaban salidas por más de 13.000, según los datos que acaba de hacer públicos el Banco de España a través de su Boletín Estadístico.

La evolución ha sido positiva en el resto de comunidades, salvo en Asturias, y  ha tenido especial intensidad en la Comunitat Valenciana, Aragón y Andalucía, que suman más de 15.000 millones, y mientras que en Baleares, Canarias y Castilla y León, el crecimiento neto de los depósitos que se acercan a los 4.000 millones.

Los datos del banco central ponen en tela de juicio los mensajes simplistas que en los últimos meses señalaban al procés soberanista catalán la causa de todos los males habidos y por haber (especialmente, estos últimos) en la economía española, y que pronosticaban hecatombes económicas en los territorios que gobierna el PSOE con el apoyo de Podemos.

Esas argumentaciones, de tan simplistas, resultan insuficientes para explicar el gripado simultáneo del sector bancario en las dos principales locomotoras de la economía española y contradictorias para analizar la evolución por territorios, en los que el aumento del consumo, con un peso importante de la vivienda, y la reducción del crédito están teniendo efectos dispares.

Madrid y Catalunya pierden el doble que todo el sistema

El desplome de los depósitos bancarios en Catalunya y Madrid entre enero y junio suma un volumen de 49.682 millones de euros que, con una proporción de tres a uno, está próximo a duplicar la reducción de 25.595 que registró el sistema en su conjunto, que cayó de 1.233.422 a 1.207.827 millones, algo más de tres cuartas partes de ellos en cuentas a la vista.

Los eventuales efectos del procés, que sí provocó el desplazamiento de ahorradores catalanes hacia sucursales bancarias de Aragón y Levante en los días anteriores y posteriores a la consulta del 1-O, la tormenta política en torno a la declaración de independencia y la aplicación del artículo 155 de la Constitución, parece adecuada para explicar, al menos en parte, el aumento de los depósitos en esos territorios durante el último tramo del año: 3.380 millones hacia oficinas de la primera, lo que se traducirá en un aumento de la recaudación del impuesto a la banca de esa comunidad, y 8.660 hacia la segunda, a los que se suman los 1.123 de Baleares.

Una evolución ligada a la de la crisis

Sin embargo, el avance de las tres comunidades supone apenas un tercio de los 36.330 millones extraídos de cuentas en Catalunya en los últimos seis meses del año pasado; una cifra, por otra parte, similar a las ‘pérdidas’ que sumaron en ese mismo periodo los bancos madrileños.

En realidad, la evolución de los depósitos bancarios ha estado en los últimos años más ligada a la crisis económica y a las recetas que se fueron aplicando frente a ella que a la política.

Así, el miedo de los primeros años tras el ‘crash’ de 2007-2008 provocó un récord de 1.223.496 millones en 2010, con un aumento de más de 5.000 millones en el mismo bienio en el que batían marcas el paro (2,5 millones de afectados) y la destrucción de empleo (casi 1,4 millones) para, como consecuencia de los recortes, el desplome de las rentas y el cierre de grifos del crédito, sufrir un notable desplome de más de 55.000 en los dos años siguientes.

La serie registra a partir de 2013 una cadena de altibajos con aumentos y descensos de hasta 17.000 millones en un año en la que destacan el sostenido desplome de los registros de la banca en Catalunya, que supera los 48.000 millones (un 23,8%) en cuatro años para situarse en 153.335, y la tendencia a la baja de Madrid.

Los bancos cerraron el año pasado en esta última comunidad con un acumulado de 348.254 millones de euros que mejora en 14.423 el registro del año anterior, pero que es el tercero peor de la década, 17.164 por debajo del de 2014.

Comunitat Valenciana, Euskadi, Baleares y Canarias

En cuanto al resto de comunidades, destaca el aumento de los depósitos registrado en los últimos dos años y medio, desde el verano de 2015, en las sucursales bancarias de Baleares (más de 4.000 millones y un 34%), de la Comunitat Valenciana (13.500 millones, 14%) y de Canarias (4.800, casi un 20%) y Euskadi (5.200, 7%).

En lo que va de legislatura autonómica, y además de en Catalunya y en Madrid, los depósitos bancarios solo descendieron en Ceuta (dos millones) y en Asturias (347)
Por último, la banca electrónica acumula depósitos por valor de 36.290 millones de euros tras un retroceso de 2.900 en el último ejercicio. Se trata del segundo pinchazo, tras el de 2013, en una década en la que la ciberbanca está consolidando unos registros cercanos a los 40.000 millones de euros.

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