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El BCE mantiene su apuesta y sube los tipos de interés hasta el 3,5% pese a las turbulencias de los últimos días 

Lagarde evita indicar si la entidad ha variado su postura ante la inestabilidad en los mercados por las dudas sobre el sistema financiero, y asegura que sus próximas decisiones sobre tipos dependerá de los datos.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una rueda de prensa este jueves.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una rueda de prensa celebrada este jueves en Frankfurt. Heiko Becker / Reuters

Como se había anunciado repetidamente, el Banco Central Europeo (BCE) ha subido otro medio punto los tipos de interés. Ya están en el 3,5% pese a las turbulencias en los mercados financieros tras la quiebra del estadounidense Silicon Valley Bank (SVB). La institución también ha ignorado las voces que en los últimos días le pedían prudencia y que relajara la subida de los tipos. Muy al contrario, el BCE mantiene su apuesta porque considera que todavía no se ha ganado la  batalla contra la inflación, que según explicó este jueves "es demasiado elevada y seguirá siéndolo mucho tiempo".

Con esta nueva subida el tipo de interés para operaciones de refinanciación se situará en el 3,5%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 3% y la de facilidad de préstamo el 3,75%.

Además, con esta nueva subida del precio del dinero (la sexta consecutiva en los últimos nueve meses) los tipos de interés se sitúan en su nivel más alto desde octubre de 2008. En junio de 2022 los tipos de interés estaban al 0%.

Además de la inflación, el otro gran argumento del BCE para subir los tipos es que el sistema bancario europeo es "resistente". De hecho, en lugar de bajar tipos, el BCE prefiere inyectar toda la liquidez que sea necesaria a los bancos. Esa va a ser su política monetaria en los próximos meses. 

Así lo explica en la nota de prensa repartida a los medios: "El sector bancario de la zona del euro es resistente, con posiciones de capital y liquidez fuertes. En cualquier caso, la caja de herramientas de política monetaria del BCE está completamente equipadas para proporcionar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si es necesario y para preservar que se transmite la política monetaria sin problemas".

La tasa de inflación interanual de la eurozona se situó en febrero en el 8,5%, lo que implica una bajada de una décima frente al dato de enero, mientras que la tasa subyacente, que excluye el efecto de energía y alimentos, escaló hasta un récord del 5,6%. El BCE mantiene que su objetivo es llevar la inflación hasta el 2%.

De su lado, según los últimos datos de Eurostat, el ritmo de expansión de la eurozona se interrumpió en el cuarto trimestre de 2022, cuando el producto interior bruto (PIB) de la región se estancó en comparación con los tres meses anteriores, cuando el crecimiento fue del 0,4%, mientras que en comparación con el cuarto trimestre de 2021, el crecimiento de la zona euro fue del 1,8%.

Lagarde evita dar pistas sobre próximas subidas de tipos

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, la presidenta Christine Lagarde ha evitado indicar si la entidad ha variado su postura ante las recientes turbulencias en los mercados, limitándose a subrayar que las próximas decisiones sobre los tipos de interés dependerán de los datos económicos y financieros.

Lagarde ha asegurado que la decisión de subir los tipos de interés nuevamente es "robusta y necesaria", y ha explicado que se tomó "por una mayoría muy amplia" y que 3 ó 4 miembros no la apoyaron.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad en la que se ha decidido subir los tipos al 3,5%, en Fráncfort. EFE/EPA/FRIEDEMANN VOGEL
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad en la que se ha decidido subir los tipos al 3,5%, en Fráncfort. FRIEDEMANN VOGEL / EFE/EPA

"El Consejo de Gobierno sigue de cerca las actuales tensiones en los mercados y está preparado para responder cuando sea necesario, a fin de preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro", ha declarado Lagarde, añadiendo que los bancos de la región tienen una sólida posición de capital y liquidez. Pero su declaración no ha ofrecido ningún compromiso para el futuro, a pesar de los llamamientos previos de una larga lista de dirigentes monetarios para que se tomen medidas más contundentes en la lucha contra la inflación.

Asimismo, sobre el posible impacto adverso de la subida de tipos anunciada este jueves, Lagarde ha querido recordar que el sector bancario de la eurozona se encuentra actualmente en una posición completamente diferente a la de 2008. Por su parte, el vicepresidente de  la entidad, el español Luis de Guindos, ha señalado que las exposiciones de los bancos de la zona euro a las entidades en problemas estas últimas jornadas, como Credit SSuisse, son limitadas y no están concentradas, añadiendo que el BCE dispone de una caja de herramientas con la que ofrecer liquidez si fuera necesario.

Eleva al 1 % crecimiento en 2023 y modera inflación al 5,3 %

Además, el BCE ha publicado sus nuevas previsiones económicas, mejorando el crecimiento de este año y moderando la cifra de la inflación.

Así, la entidad medio punto su previsión de PIB en la Eurozona en 2023, hasta el 1%. El banco central espera que el crecimiento repunte posteriormente hasta el 1,6% tanto en 2024 como en 2025 (lo que supone rebajar la previsión frente al anterior pronóstico del 1,9% y 1,8%, respectivamente). Ese crecimiento económico para los dos próximos años menor de lo anteriormente previsto responde a "la orientación más restrictiva de la política monetaria".

Por el lado de los precios, prevé que la inflación se sitúe, en promedio, en el 5,3% en 2023 (frente al 6,3 % de la anterior previsión), en el 2,9% en 2024 (frente al 3,4%) y en el 2,1% en 2025 (2,3%), de forma que no alcanzará el objetivo del 2% hasta, al menos, dentro de tres años.

Al mismo tiempo, las presiones inflacionistas subyacentes siguen siendo fuertes, añade el BCE, que asegura que la inflación una vez excluida la energía y los alimentos continuó aumentando en febrero y cerrará el año en el 4,6% de media, por encima de lo estimado en las proyecciones de diciembre (4,2%). Posteriormente, la inflación subyacente descenderá hasta el 2,5% en 2024 (una décima menos que en diciembre) y al 2,2% en 2025, en un contexto de "desaparición gradual de las presiones al alza (...), de reapertura de la economía y en el que el endurecimiento de la política monetaria frena cada vez más la demanda".

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