Público
Público

El BCE subraya que los beneficios empresariales siguen siendo un factor de inflación mayor que los salarios

Aunque el Banco Central Europeo suele culpar al rápido crecimiento de los salarios de las presiones inflacionistas, el deflactor del PIB aumentó hasta cuatro veces su media histórica el pasado trimestre, siendo los beneficios, y no los salarios, los que más contribuyeron a ello.

Bandera de la UE y banderolas con el logo conmemorativo del 25 aniversario del BCE, de su sede en Fráncfort. — Daniel Roland / AFP
Bandera de la UE y banderolas con el logo conmemorativo del 25 aniversario del BCE, delante de su sede en Fráncfort. Daniel Roland / AFP

Una medida clave de la rentabilidad empresarial en la zona euro subió a un máximo histórico el pasado trimestre, manteniendo la presión sobre la inflación a medida que se retrasa aún más la caída prevista de los márgenes empresariales, según ha evidenciado este jueves un documento del Banco Central Europeo (BCE).

El año pasado, las empresas subieron los precios antes de que aumentaran los costes y la inflación alcanzó los dos dígitos en otoño, lo que obligó al BCE a subir rápidamente los tipos para ralentizar la demanda y que las empresas tuvieran que ceder y empezar a absorber las mayores demandas salariales. Aunque el BCE suele culpar al rápido crecimiento de los salarios de las presiones inflacionistas, el deflactor del PIB –una medida de los cambios en los precios de todos los bienes y servicios– aumentó hasta cuatro veces su media histórica el pasado trimestre, siendo los beneficios, y no los salarios, los que más contribuyeron a ello.

"En el primer trimestre de 2023, la tasa de crecimiento interanual del deflactor del PIB de la zona del euro alcanzó un máximo histórico del 6,2%, frente al 5,7% del trimestre anterior, tras haberse situado en un mínimo del 0,6% en el segundo trimestre de 2021", ha señalado el BCE en un artículo del Boletín Económico.

"La contribución de los beneficios unitarios ha sido particularmente importante en los tres últimos trimestres, representando aproximadamente el 60% del crecimiento total del deflactor del PIB", añadió el BCE.

El pensamiento económico tradicional habría apuntado a unos resultados más débiles, dado que el bloque sufrió una recesión durante el invierno, pero la naturaleza única de los acontecimientos hizo saltar las reglas del juego.

Los hogares aún disponen de los ahorros acumulados durante la pandemia, por lo que siguen gastando, mientras que la volatilidad de los precios de la energía facilitó a las empresas la subida de precios.

La previsión de más crisis energéticas está motivando a las empresas a protegerse contra nuevas crisis. Aunque la caída de los márgenes aún no es evidente, el BCE repitió su opinión de siempre según la que acabará por llegar y las empresas empezarán a absorber parte de la demanda salarial adicional de sus trabajadores, lo que quitará presión al BCE para que suba los tipos.

"De cara al futuro, la desaparición de la demanda reprimida relacionada con la pandemia, la reducción de los atascos de la oferta y el efecto moderador del endurecimiento de la política monetaria deberían significar que las empresas están sometidas a una mayor presión para absorber el fuerte crecimiento salarial y el consiguiente crecimiento de los costes laborales unitarios utilizando los beneficios unitarios", dijo el BCE.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Economía