El paso de la borrasca Félix ha dejado este domingo cinco personas heridas, cuatro en Galicia y un quinto en el municipio de Linares (Jaén). En el caso de Galicia, el primero de los siniestros tenía lugar el sábado a las 22.30 horas de la noche, a causa de la caída de un árbol sobre un vehículo, dejando dos heridos que fueron trasladados a un centro hospitalario. En el segundo caso, otras dos personas resultaron heridas al colisionar el coche todoterreno en el que viajaban contra un árbol que había caído en la carretera. En ambos episodios, las personas afectadas fueron trasladadas a un centro hospitalario.

En Linares (Jaén), el temporal ha provocado el derrumbe total del tejado del mercado de abastos, dejando herido a un agente de la Policía Nacional, según han informado este cuerpo y la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES). El agente ha tenido que ser trasladado a dependencias hospitalarias, aunque de momento no ha trascendido su gravedad. Los servicios de Bomberos trabajan en estos momentos en la retirada de los escombros, que incluso han llegado a impactar sobre vehículos estacionados en la zona.

Además, la borrasca está provocando multitud de desbordamientos caudales por las intensas lluvias, y aunque parece que el temporal Félix irá amainando, por ahora está causando anegaciones y grandes destrozos, especialmente en el norte, aunque Andalucía es otra de las comunidades que se ha visto fuertemente afectada.

En Tarifa (Cádiz), todas las salidas previstas para este domingo de la línea marítima que lleva hasta Tánger-Ciudad (Marruecos) han sido suspendidas por el fuerte viento del suroeste que sopla en el Estrecho. El puerto de Algeciras, por su parte, opera con normalidad tanto en la línea con Ceuta como con Tánger-Med (Marruecos).

En Huelva, los técnicos del Ayuntamiento de Isla Cristina cuantifican inicialmente en más de dos millones de euros los daños de esta borrasca en su término municipal. "Se trata de uno de los temporales más nefastos que hemos sufrido", afirma la alcaldesa de la localidad, Monserrat Márquez (CxI) en un comunicado, y lamenta la consecuencia de "mucha pérdida de arena, infraestructuras, en los campos, inundaciones en viviendas, chiringuitos, establecimientos diversos, en carreteras y calles".

En la provincia de Córdoba, la crecida de arroyos ha provocado una veintena de incidencias, la gran mayoría debidas a caídas de árboles, desprendimiento de tulipas de farola, contenedores volcados y pequeñas inundaciones sin daños para las personas en ningún caso.

En Extremadura, la rotura de tres barreras de contención en el río Guadiana para retener el camalote ha hecho que esta planta invasora se expanda por zonas del río y el canal a la altura de Mérida conocido como Guadianilla, lo que ha obligado a suspender el Campeonato de Extremadura de Piragüismo previsto para este lunes.

Previsiones de mejoría

Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), no se esperan este lunes alertas rojas por riesgos extremo de viento u oleaje como estos días, aunque sí se prevén todavía rachas muy fuertes de viento en la cornisa cantábrica, con fuerte oleaje y lluvias persistentes en esa zona, además de rachas intensas también en ambas Castillas, Baleares y litoral oriental andaluz.

En la jornada del domingo varios puntos de ríos de la cuenca del Duero están bajo riesgo de desbordamiento en las provincias de Ávila, Burgos, Palencia y León, por la lluvia y el deshielo de los últimos días, aunque la tendencia es hacia la mejoría de la situación.

Aumento de los pantanos y embalses

En la provincia de Ciudad Real, las reservas de agua en los pantanos han aumentado en más de 60 hectómetros cúbicos (hm3) como consecuencia de las lluvias en las últimas semanas. Antes del inicio de las sucesivas borrascas, la reserva de agua en los diez pantanos de la provincia se situaba bajo los 130 hectómetros cúbicos, mientras que ahora se encuentra por encima de los 190 hectómetros cúbicos.

En Navarra, el río Aragón ha crecido de forma notable, y aunque no se esperan desbordamientos de importancia el agua podría anegar zonas inundables. La crecida será puntual por el brusco incremento del caudal, que prácticamente duplicará los registros habituales, por la apertura del embalse de Yesa para dar cabida a las aportaciones extraordinarias de ríos que desaguan en el pantano, que en las últimas jornadas recogen el agua procedente del deshielo de la gran cantidad de nieve acumulada en los Pirineos.