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Los transgénicos quedarán fuera del tratado comercial entre UE y EEUU

Las legislaciones europeas y estadounidenses son actualmente incompatibles en este ámbito. Otros sectores, como el químico o el de la carne tratada con hormonas, tendrán las mismas dificultades

Banderas de Estados Unidos y la Unión Europea en Bruselas

MANUEL RUÍZ RICO

El pasado viernes, el jefe negociador de la Unión Europea del Tratado Comercial con Estados Unidos (TTIP, en inglés), Ignacio García Bercero, aseguró que la UE ni los Estados miembros en ningún caso rebajarán sus legislaciones o regulaciones para adaptarlas a las del país norteamericano con motivo de este acuerdo comercial. Hoy, la Comisión Europea ha hecho público en su página web su propuesta formal de cooperación regulatoria sobre este acuerdo comercial así como dos documentos informativos sobre dicha propuesta en los que asume que la armonización legal en ámbitos como los alimentos transgénicos, el sector químico o los alimentos tratados con hormonas será imposible, con lo que quedarán fuera del TTIP.

“Hay áreas en las que las regulaciones de la UE y los Estados Unidos tienen diferentes enfoques regulatorios que implican diferentes niveles de protección”, reconoce uno de los documentos, mientras que fuentes de la Comisión Europea han recalcado que “en el caso de que pueda haber armonización legal, ambas administraciones trabajarán por conseguirla sin que se vea reducido en ningún caso el nivel de protección que existe en Europa, pero en el caso de que esto sea imposible, cada administración seguirá por su lado”.

Nuestras reglas permiten que algunos productos sean importados pero son mucho más estrictas que las de EEUU

Éste será el caso de los productos genéticamente modificados. Según explica uno de los documentos hechos públicos hoy, “la UE tiene una legislación muy detallada que establece cuándo y cómo éstos alimentos pueden ser cultivados y vendidos en la UE. Nuestras reglas permiten que algunos productos sean importados pero son mucho más estrictas que las de EEUU. En casos como éste”, sentencia el documento, “no es posible hacer ambos sistemas legales compatibles y el TTIP no hará nada por cambiar dichas leyes”.

El documento detecta situaciones similares en el sector químico y en el caso de los alimentos tratados con hormonas. En el primer caso, “está fuera de cuestión que un producto químico vaya a poder venderse en Europa sin cumplir con las normativas existentes en la UE, al margen de que pueda venderse o ser usado en los Estados Unidos, y el TTIP no va a cambiar la legislación actual”, según reza el documento.

"La legislación de la UE no bajará sus requisitos y no cambiará por el TTIP"

En cuanto a los alimentos tratados con hormonas “sucederá lo mismo. La legislación de la UE no bajará sus requisitos y no cambiará por el TTIP”. “El TTIP reafirma explícitamente la soberanía para asegurar que nuestras leyes y políticas [europeas] velen por un elevado nivel de protección a los consumidores y trabajadores así como medioambiental, sanitaria o de seguridad y en cuanto a la estabilidad financiera”.

Órgano de cooperación regulatoria

La Dirección General de Comercio de la Comisión también ha hecho público su propuesta legal sobre el órgano de cooperación regulatoria que se pretende establecer en el TTIP a fin de favorecer la colaboración entre la UE y Estados Unidos una vez esté implantado el acuerdo de libre comercio.

La creación de este órgano centró las negociaciones que la semana pasada mantuvieron en Bruselas los equipos negociadores de la UE y del gobierno norteamericano.

Fuentes de la Comisión han asegurado que se trataría de un órgano que en ningún caso sustituirá la función legislativa de los Gobiernos ni podrá vetar decisiones gubernamentales sino que estaría formado por representantes de alto nivel de las agencias reguladoras de ambas administraciones europea y norteamericana.

Entre sus funciones estarían las de fijar prioridades y líneas de trabajo, dilucidar soluciones en casos de conflictos puntuales, trabajar en común propuestas en sectores determinados así como vigilar el desarrollo futuro del TTIP una vez se implante.

Las fuentes señalaron que, según la propuesta de la Comisión, este órgano no incluirá a representantes del sector privado si bien se propone la creación de un foro de consulta a la sociedad civil, en el que estarán representados todos los sectores implicados, desde sindicatos y empresas hasta organizaciones de consumidores, ONG medioambientales, etc.

Bruselas insiste en que la cooperación regulatoria entre la UE y EEUU debe basarse en dos principios: no cuestionar el nivel de protección medioambiental o social de la legislación vigente y tampoco socavar el derecho a regular de las partes.

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