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El primer ministro de Malasia ordena rescatar a todos los inmigrantes frente a sus costas

Miles de personas permanecen todavía en el mar atrapados en barcos, procedentes de Bangladés y Birmania. La primera reacción de Malasia fue la de evitar el desembarco

Manifestantes en Kuala Lumpur (Malasia) piden el rescate de los inmigrantes de etnia rohinyá. EFE

AGENCIAS

BANGKOK.- El primer ministro de Malasia, Najib Razak, ha ordenado hoy a la Armada y el servicio guardacostas que rescaten a todos los inmigrantes indocumentados bangladesíes y rohinyás que navegan en barcos en aguas nacionales.

"He ordenado a la Armada Real de Malasia y la Agencia Malasia de Seguridad Marítima que lleven a cabo operaciones para buscar y rescatar las embarcaciones de rohinyás. Tenemos que evitar más muertes", escribió el mandatario en su cuenta de Facebook.

La situación en la zona es crítica, ya que calcula que entre 6.000 y 8.000 indocumentados se encuentran atrapados en barcos en la región, según datos de las agencias de la ONU. La mayoría de ellos son rohinyás, una minoría musulmana considerada extranjera en Birmania y Bangladés, sus países de residencia.

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), unas 25.000 personas zarparon en barcos desde Bangladesh y Birmania (Myanmar) durante el primer trimestre de 2015, el doble del número registrado en el mismo periodo del año pasado. De ellos, unos 3.000 ya han desembarcado en Indonesia y Malasia.

La decisión surge después de que Indonesia y Malasia acordasen el miércoles acoger temporalmente a todos los bengalíes y rohinyás que se encuentran en barcos en la región, siempre que la comunidad internacional se comprometa a reubicarlos en terceros países o repatriarlos en el plazo de un año.

Tailandia, país implicado en la oleada de inmigrantes ilegales en el Sudeste Asiático desde que lanzó una operación contra las bandas de traficantes de personas, también participó en la reunión mantenida por Indonesia y Malasia en esta segunda nación, pero sin hacer ningún compromiso.

La primera reacción de Indonesia, Malasia y Tailandia fue evitar el desembarco de estas personas en su territorio y varias embarcaciones fueron escoltadas a aguas internacionales, algunas a punta de cañón, según relatos de inmigrantes.

El Gobierno de Tailandia insistió hoy en que no ha expulsado a barcos con inmigrantes y negó que la semana pasada amenazara a uno de los navíos con disparar.

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