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La muerte de un inmigrante agudiza la crisis en el túnel del Canal

Miles de personas se encuentran acampados en las inmediaciones de Calais a la espera de una oportunidad para entrar en el Eurotúnel y llegar a territorio británico

Vista del campamento de inmigrantes llamado La Jungla en Calais, Francia. - EFE

AGENCIAS

LONDRES / PARÍS.- Un hombre de origen sudanés ha muerto este miércoles intentando entrar en el Eurotúnel que, bajo el Canal de la Mancha, conecta Francia y Reino Unido. La tragedia pone de manifiesto la creciente presión migratoria sobre esta infraestructura.

Miles de inmigrantes se encuentran acampados en las inmediaciones de Calais a la espera de una oportunidad para entrar en el túnel y llegar a territorio británico. Desde principios de junio, ya han muerto nueve personas al intentar cruzar de forma irregular el Canal de la Mancha.

En la noche del lunes al martes, unos 2.000 inmigrantes trataron de acceder a las instalaciones, según la gestora Eurotunnel. Otras 1.500 personas lo intentaron anoche, uno de ellos un hombre de origen sudanés que perdió la vida tras ser golpeado por un camión, ha informado la Policía gala.

Horas después de este fallecimiento, otro hombre sufrió una descarga eléctrica cuando pretendía subirse a un tren que comunicaba París con Londres. Un portavoz policial de la Gare du Nord parisina ha confirmado a la agencia Reuteres que este hombre se encuentra "muy grave".

Valla anti inmigrantes

La crisis ha causado escenas de violencia entre los inmigrantes o incluso con conductores y fuerzas de seguridad. Entre quienes esperan en Calais una oportunidad para dar el salto, la zona ya se conoce como la "jungla".

Francia ha anunciado un refuerzo de la presencia policial en la zona mientras que, desde Reino Unido, se ha confirmado el levantamiento de una valla de tres metros y 1,9 kilómetros de longitud que proteja la terminal.  Se espera que esta valla, que ya se usó en la cumbre de la OTAN celebrada el pasado septiembre en Gales, esté operativa a finales de mes, junto con una zona de protección para los camiones en dirección al Reino Unido.

"Muchos inmigrantes ya han llegado a nuestro país. Analizaremos las peticiones de asilo a su debido tiempo. Sin embargo, lo que es importante ahora es mejorar la seguridad en Coquelles para asegurarnos que la gente deje de intentar entrar en el túnel", ha declarado la ministra británica del Interior, Theresa May.

Eurotunnel, mientras, ha pedido a los gobiernos de ambos lados que asuman los 10 millones de euros que, según la empresa, le ha costado el refuerzo de la seguridad en sus instalaciones. Sin embargo, una carta remitida la semana pasada a la firma por el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, acusaba precisamente a Eurotunnel de no hacer lo suficiente.

Londres y París al menos sí han coincidido en que deben colaborar para devolver a los inmigrantes a sus países de origen ─principalmente de África Occidental─, si bien las autoridades de los dos países aún no han explicado los detalles de esta medida.

El drama detrás de las cifras

Tras las cifras y la crisis se esconden casos como el un hombre sirio de 30 años que, para huir de la tortura que sufrió en su país, emprendió un peligroso viaje de seis meses que casi le cuesta la vida. Cruzó el Mediterráneo en su quinto intento, a bordo de una precaria embarcación de la que sólo sobrevivieron ocho de los 32 ocupantes. Este refugiado logró llegar a costa después de nadar durante dos horas.

"Después de una hora, de hora y media, empecé a sentar que me moría, que me iba bajo el agua, pero comencé a visualizar que mi familia estaba en el otro lado, aplaudiéndome y diciéndome: '¡Vamos! ¡Lo conseguirás".

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