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Un mando militar ordenó cazar y dejar morir al sol del Líbano a los gatos que habitaban la base española

Los soldados desplegados en la misión internacional en el país los alimentaron hasta convertirlos en mascotas. Su capitán ordenó que no lo hicieran, pero ante la desatención de su orden, mandó apresarlos y acabar con ellos. El Ejército ha iniciado una investigación

Imagen de los cadáveres de los gatos. Foto: Ciudadanos de Uniforme - Pulsa en la esquina superior derecha para ver la imagen completa.

CARLOS DEL CASTILLO

@CdelCastilloM

MADRID.- Los servicios jurídicos de las Fuerzas Armadas están investigando un informe remitido por los soldados españoles desplegados en el Líbano sobre un presunto caso de maltrato animal, ha confirmado a Público un portavoz del Estado Mayor de la Defensa.

Los hechos ocurrieron entre el 27 y el 28 de mayo de este año en la base española "Miguel de Cervantes", al sur del país asiático. Según los partes de los soldados, a los que ha tenido aceso este medio, un capitán de la Brigada Paracaidista Almogávares VI del Ejército de Tierra ordenó a sus subordinados dar caza a los gatos que vivían en la base española y dejarlos morir al sol encerrados en un cubo de basura.

Apenas una semana antes, la Brigada Paracaidista había dado el relevo a la Legión, en el marco de la misión de paz que Naciones Unidas desarrolla en el Líbano. Durante los seis meses que prestaron servicio en la base, los legionarios alimentaron a una gata y sus crías, conviviendo con los animales en el día a día de la misión.

Sin embargo –denuncian los propios soldados testigos de los hechos– un capitán de los paracaidistas no veía bien la relación entre los militares y los gatos. Cuando se produjo el relevo, este mando ordenó a sus subordinados no ofrecer comida ni agua a los animales, esperando que se marcharan y tratando de ahuyentarlos por su cuenta. Al comprobar que los gatos no abandonaban las instalaciones y tras confesar los soldados que los habían seguido alimentando a escondidas, decidió acabar con la vida de los animales.

En sendos partes enviados por el conducto interno del Ejército, los militares denuncian que el capitán diseñó unas trampas con comida que ordenó colocar en diferentes puntos de la base. Él mismo se encargo de accionarlas.

Cuando hubo cazado a la gata y sus cuatro crías, las introdujo en un cubo de basura que se colocó al sol, en el centro del patio de la unidad. En el informe se relata que los soldados escuchaban los maullidos de los animales mientras agonizaban por el calor, con orden de no actuar. Algunas fotografías y un vídeo de los hechos se han hecho públicos en las redes sociales, a través de la página Ciudadanos de Uniforme, que recoge de forma anónima denuncias de negligencias en las Fuerzas Armadas.

El maltrato animal no es delito en el Código Penal militar

El Código Penal ordinario recoge en su artículo 337 el delito de maltrato animal, incluyendo penas de hasta 15 meses de prisión a quien "por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud". Se protege expresamente a animales como los gatos, que habitualmente están domesticados o viven bajo control humano.

Los militares tienen su propio Código Penal y sus propios órganos de justicia

Además, el 337 señala como agravantes el ensañamiento o la utilización "armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida del animal".

Sin embargo, la situación cambia en el ámbito castrense, que tiene su propio Código Penal militar y sus propios órganos de justicia. El Estado Mayor, de quien depende en este momento la Brigada Paracaidista al encontrarse en zona de operaciones en el extranjero, no ha podido dar más detalles sobre la investigación al estar el caso en fase de instrucción. Sí han confirmado que el cuerpo jurídico de las Fuerzas Armadas sopesa si los hechos pudieran constituir también un delito en el ámbito castrense.

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