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El portavoz de Trump se retracta de la acusación de que Obama pinchó su teléfono

"El presidente usó las palabras 'pinchazo telefónico' con comillas para referirse, de forma amplia, a la vigilancia y otras actividades", dice Sean Spicer

Trump, con el ministro de Defensa saudí este martes en la Casa Blanca. REUTERS/Kevin Lamarque

EFE

El presidente de EEUU, Donald Trump, está "muy seguro" de que el Departamento de Justicia aportará pruebas sobre su denuncia acerca de que su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, vigiló sus comunicaciones durante la campaña electoral de 2016, según dijo hoy su portavoz, Sean Spicer. Trump "se siente muy seguro de que lo que saldrá finalmente de esto le vindicará (a él)", comentó Spicer en su rueda de prensa diaria.

Desde que lanzó sus acusaciones contra Obama en Twitter hace más de una semana, el presidente no ha hecho más comentarios al respecto y ha sido cuestionado por no ofrecer ninguna prueba de su denuncia. Spicer mencionó hoy que existen "informes significativos" sobre la existencia de "técnicas de vigilancia" durante la campaña electoral del año pasado.

El Departamento de Justicia de EEUU pidió este lunes al Congreso un mayor margen de tiempo para aportar pruebas sobre la acusación de Trump contra Obama. El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes había dado de plazo hasta este lunes para que el Gobierno presentara esas pruebas, pero tras la petición del Departamento de Justicia lo amplió hasta el 20 de marzo.

Además, este lunes Spicer rebajó el tono de la acusación de Trump y argumentó que el presidente no necesariamente se refería a un "pinchazo telefónico" como tal ordenado por Obama cuando utilizó precisamente esas palabras en su denuncia, sino a actividades de "vigilancia" en general. "El presidente usó las palabras 'pinchazo telefónico' con comillas para referirse, de forma amplia, a la vigilancia y otras actividades", indicó Spicer.

Aunque Trump no ha ofrecido pruebas de su denuncia, sí ha pedido al Congreso investigar esa supuesta vigilancia de Obama, a pesar de que el expresidente ha negado, a través de un portavoz, haber ordenado tales actividades. La ley estadounidense no permite a los presidentes ordenar escuchas telefónicas u otro tipo de vigilancia, sino que el mandatario de turno debe solicitar ese tipo de medidas a un tribunal y proporcionar una justificación para ello.

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