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¿Regresan EEUU y Cuba a la Guerra Fría?

Nuevas medidas para los estadounidense con la isla: se retiran la mayoría de los diplomáticos de su embajada, se cancela la entrega de visados y Trump recomienda no visitar la isla por el "peligro de ser atacados con armas acústicas".

Marines estadounidenses levantan la bandera de Estados Unidos a media personal de la Embajada en La Habana / REUTERS

FERNANDO RAVSBERG

El retiro de la mayoría de los diplomáticos estadounidenses de su embajada en La Habana es un paso más hacia la Guerra Fría, tras el breve acercamiento a Cuba de la administración Obama. La medida afectará directamente a la gente común porque se canceló la entrega de visados, tanto los de emigración como los de turismo. De esta forma se violan los acuerdos migratorios, firmados en 1995, durante los mandatos de Fidel Castro y Bill Clinton, donde se estipulaba la entrega de un mínimo de 20 mil visas anuales.

Ante la nueva circunstancia el ciudadano cubano que quiera viajar a EEUU deberá primero solicitar el visado en un tercer país para, desde allí solicitar, la visa estadounidense. Pero ni siquiera ese procedimiento es seguro porque nada se ha instrumentado aún en ese sentido. La respuesta de un funcionario del Departamento de Estado a los periodistas fue que "quizá los cubanos podrían solicitar visas en terceros países" sin explicar cómo sería el procedimiento.

Además la administración Trump recomienda a sus ciudadanos no visitar la isla por el peligro de ser atacados con armas acústicas. Un golpe bajo al sector privado de la economía porque una gran parte de los turistas estadounidenses se hospedan en casa particulares y comen en "Paladares", los restaurantes del naciente trabajo autónomo. La agencia de alquiler por Internet AIRBNB informó que pagó a los hostales privados unos 35 millones de euros de los clientes que contrataron hospedaje en Cuba. El turismo estadounidense representa menos del 10% del total de visitantes pero era el de más rápido crecimiento.

Turistas americanos en La Habanan / REUTERS

Turistas americanos en La Habana / REUTERS

La CIA en la punta de la madeja

Todas estas medidas se aplican como consecuencia de supuestos ataques acústicos contra diplomáticos estadounidenses en La Habana. El misterio lo empieza a aclarar la agencia AP, cuando reveló que las primeras denuncias vinieron de los agentes de la CIA de la embajada de EEUU. "No fue sino hasta que los espías estadounidenses que trabajaban bajo cobertura diplomática reportaron oír extraños sonidos y sufrir efectos físicos que Estados Unidos detectó que algo iba mal, dijeron personas familiarizadas con la situación", informa la agencia de prensa norteamericana.

La CIA denuncia supuestos ataques acústicos contra los diplomáticos de EEUU en La Habana

La trama de las Armas Acústicas nace en medio de la negociación entre los dos países, con el objetivo de minar el terreno. Fracasó en un inicio porque chocaron con el Presidente Obama, decidido a propiciar un cambio de política. Además estaba asesorado en temas de seguridad nacional por Ben Rhodes, un firme impulsor de la negociación con La Habana. Desconfiaron de la seriedad de la denuncia y decidieron guardar silencio mientras se investigaba junto con Cuba.

La pieza aportada ahora por AP es clave porque apunta a una operación encubierta de la CIA. No sería la primera vez, ya se inventaron un "incidente" en el Golfo de Tonkín, el cual sirvió como excusa para desatar la guerra de Vietnam. Décadas después, utilizaron los medios de comunicación para convencer a la opinión pública internacional de que Sadam tenía Armas de Destrucción Masiva, con lo cual justificaron la invasión a Irak. Un siglo antes, la misteriosa destrucción de un barco de la Marina estadounidense, el Maine, anclado en el puerto de La Habana sirvió para acusar al ejército español del atentado y entrar en la guerra hispano-cubana.

Donald Trump recomienda no visitar la isla por peligro a ser atacados con armas acústicas / REUTERS

Donald Trump recomienda no visitar la isla por peligro a ser atacados con armas acústicas / REUTERS

¿Intercambio de favores?

Donald Trump, antes de llegar a la Casa Blanca, no había sido un defensor del Embargo Económico contra la isla, de hecho medios de prensa de los EEUU revelaron que envió a algunos de sus subordinados a investigar las posibilidades de invertir en el sector turístico e inmobiliario. Durante la campaña de nominación se inicia con un discurso neutral sobre el tema pero más tarde, en su enfrentamiento con Marco Rubio por la candidatura, se radicaliza para ganar votos en el exilio cubano.

Es muy posible que el enfrentamiento bilateral se intensifique debido a las presiones que puede estar recibiendo el Presidente Donald Trump del sector más radical del anticastrismo. El Senador cubanoamericano Marco Rubio, uno de los mayores enemigos de la normalización de las relaciones entre La Habana y Washington, tiene además la responsabilidad de investigar la "trama rusa" en la última elección presidencial. No pocos observadores creen que la política contra Cuba podría enmarcarse en un intercambio de favores entre el Senador y el Presidente.

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