Cuatro días después de que se perdiera su señal, Argentina sigue sin noticias sobre el submarino ARA San Juan, cuyo rastro desapareció el pasado miércoles con 44 tripulantes. El portavoz de la Armada argentina, Eduardo Balbi, ha afirmado este domingo que no se va a "descartar ninguna hipótesis"y agregó que quieren ser "cautos" con la información.

El sumergible, de origen alemán, había partido el lunes del sureño puerto de Ushuaia y se dirigía de regreso a su base, en la localidad bonaerense de Mar del Plata, cuando desapareció.

Al parecer, el pasado sábado se recibieron siete comunicaciones procedentes del submarino en las bases de la Armada, pero Balbi señaló que aún están siendo investigadas. Las informaciones "se dieron", aseveró, pero añadió que oficialmente no se puede confirmar que procedieran del submarino buscado.

Según comentó, se han intensificado las labores de búsqueda y, aunque por mar está resultando complicado debido a las condiciones climáticas adversas, por aire ya se ha cubierto "el 80%" del área de rastreo.

La última información del submarino, con 44 tripulantes a bordo, llegó la madrugada del miércoles y después de un tiempo prudencial sin tener comunicación con la nave, se resolvió activar a última hora de la tarde del jueves el protocolo de búsqueda.

Según las autoridades, los 44 tripulantes "no tendrían inconvenientes en cuanto a los víveres y al oxígeno". Según explicó Balbi, la tripulación debería contar con una reserva de suministros. "En general siempre tienen 15 días más de víveres", señaló, por lo que comenzarían a utilizar esta reserva a partir de hoy, cuando estaba prevista la llegada de la nave a la base de Mar del Plata.

El portavoz dijo que las familias de los tripulantes "que han podido viajar" se encuentran en la base naval Mar del Plata a la espera de noticias y donde ya fueron visitados por el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad.

Los miembros de la tripulación contaban con una experiencia de "dos o tres años" y no era la primera vez que embarcaban este año, agregó al indicar que esta es la primera desaparición "de esta magnitud".

El Reino Unido ha sido uno de los países que está aportando mayor colaboración con la búsqueda, y envió a la zona rastreada un avión C-130, el buque polar "Protector" y el patrullero "Clyde", todos con tecnología especializada para tratar de restablecer la comunicación con la nave y su paradero preciso.