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Conflicto palestino-israelí De la Gaza del bloqueo a la Gaza de la nada

Otra vez vuelve a ser noticia la Franja de Gaza, no porque se vaya a poner fin al bloqueo que sufren casi dos millones de personas desde 2007, sino a causa de la muerte de 17 manifestantes palestinos. Los incidentes de los últimos días deberían espolear a la comunidad internacional, pero no hay nada más lejos de Donald Trump que intervenir en defensa de los derechos humanos.

Manifestantes palestinos saludan a los soldados israelíes durante los enfrentamientos con las tropas israelíes a lo largo de la frontera entre Israel y la Franja de Gaza. EFE / EPA / MOHAMMED SABER

eugenio garcía gascón

Un tuit que el ejército colgó el sábado 31 de marzo a la 1 de la tarde, un día después de la Marcha del Retorno de la Franja de Gaza, elogiaba el comportamiento de los soldados israelíes desplegados junto a la frontera y añadía que el viernes “nada ocurrió sin control; todo fue preciso y medido, y sabemos adónde fue a parar cada bala”. Poco después, el ejército retiró el tuit, aunque la ONG israelí B’Tselem ya lo había captado y difundido.

El viernes, 17 palestinos murieron en la Marcha del Retorno y casi 800 resultaron heridos de bala en el festín que se dieron francotiradores de élite del ejército apostados en trincheras preparadas solo unas horas antes. Decir como dice el ejército que “nada ocurrió sin control” y que “todo fue preciso y medido” habla por sí solo de sus objetivos. 

Sin embargo, las reacciones de la comunidad internacional indican que pocas cosas van a cambiar. El ministerio de Defensa de Israel ha dicho que no abrirá ninguna investigación sobre lo ocurrido y que no permitirá que se haga ninguna investigación internacional. Para el ministerio de Defensa, lo sucedido el viernes es un caso cerrado. 

Poca importancia tiene que los soldados hirieran de bala a casi 800 palestinos, a pesar de que durante toda la jornada del viernes desde el otro lado no se disparó ni un solo tiro y como mucho los palestinos arrojaron piedras más allá de la verja donde está Israel. Ninguno de los manifestantes estaba armado. 

El caso de Abdel Fattah al Nabi, un palestino de 18 años, circuló como video viral por las redes sociales desde el sábado. Al Nabi fue abatido por un disparo que le alcanzó en la espalda. Israel dijo que pertenecía a Hamás pero su familia dijo al Washington Post que no militaba en ninguna organización armada y que trabajaba en un puesto de falafel de su hermano. 

Erdogan ha llamado “terrorista” al primer ministro Benjamín Netanyahu

Nada parece indicar que los incidentes tengan repercusiones. De la misma manera que el ejército no permitirá ninguna investigación sobre lo ocurrido, el presidente Donald Trump tampoco está atento a Gaza, tiene otros problemas que le rondan más cerca y no tiene intención de entrometerse en los asuntos oscuros de Israel. 

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que el mismo viernes por la noche conversó telefónicamente con Trump y le preguntó si iba a hacer algo en relación con la Franja de Gaza. La respuesta del presidente estadounidense no la conocemos aunque probablemente fue guardar silencio. 

El diario Haaretz dice que Trump ha llegado a un acuerdo con el príncipe Mohammad ben Salman, el hombre fuerte de Arabia Saudí que estos días se encuentra en Estados Unidos, que prevé que los dos mandatarios “ignoren” lo que sucede en la Franja de Gaza. Esta revelación indica que nada va a ocurrir. De hecho, el ejército israelí dijo el domingo que no contempla cambiar las órdenes de disparar contra los palestinos que tienen los soldados. 

Erdogan ha llamado “terrorista” al primer ministro Benjamín Netanyahu y ha dicho que el estado de Israel es un “estado terrorista”. Netanyahu ha contestado que Erdogan es un “carnicero”, y el ministro israelí Guilad Erdan ha dicho que Israel se equivocó al restablecer las relaciones con Turquía en 2016, después de seis años sin embajadores. 

EEUU bloqueó  cualquier progreso en el Consejo de Seguridad de la ONU

En 2010, cuando la Flotilla de la Libertad se aproximaba a Gaza para burlar el bloqueo israelí, el ejército israelí la asaltó causando la muerte de diez activistas turcos. Luego, en 2016 los dos países hicieron las paces pero las relaciones nunca volvieron a ser las mismas de antes. Desde ese año, Erdogan ha criticado como nadie los abusos de Israel, pero ha sido como si su voz clamara en el desierto y nadie la oyera. 

En el Consejo de Seguridad tampoco pasó nada. Kuwait pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad el mismo viernes, pero enseguida la embajadora de Estados Unidos bloqueó cualquier progreso y comunicó a todos que vetaría cualquier tipo de resolución, de manera que ni siquiera se llegó a completar un borrador de resolución. 

Hamás, que fue la organizadora de la Marcha del Retorno, quiere que las protestas se prolonguen hasta mediados de mayo. El 15 de mayo los palestinos recuerdan la Nakba o Catástrofe que supuso la creación del estado de Israel en 1948. Este año se cumple el 70 aniversario de aquel hecho y Estados Unidos trasladará su embajada de Tel Aviv a Jerusalén antes de mayo, de manera que Hamás quiere enardecer a las masas. 

Naturalmente, la Marcha del Retorno ha sorprendido en Israel porque la organización islamista ha optado esta vez por una manifestación pacífica, en la que no se disparó ni un tiro. Ahora está por verse si Hamás vuelve a convocar a los palestinos a otra marcha pacífica en los próximos días. De momento, la organización ha establecido seis campamentos con tiendas de campaña cerca de la frontera. 

Sin embargo, esperar algún resultado positivo es una tarea vana puesto que desde que Trump está en la Casa Blanca, ya hace más de un año, la idea de una solución que pase por la creación de un estado palestino se ha desdibujado, si no ha desaparecido completamente.

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