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Gaza Hamás debate si debe atacar objetivos israelíes en el extranjero

El reciente asesinato en Malasia de Fadi al Batsh ha reabierto dentro de Hamás, la organización islamista que controla la Franja de Gaza, el debate de si debe responder a Israel con la misma moneda. Dentro de la formación hay posiciones encontradas que ven ventajas tanto en no responder en el extranjero como en hacerlo.

Un policía de Hamás gesticula ante la entrada de un banco en la ciudad de Gaza. | (REUTERS/Ibraheem Abu Mustafa)

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

Aunque en los últimos años Israel ha matado a varios responsables de Hamás en la diáspora, y aunque el asesinato de Fadi al Batsh el sábado en Kuala Lumpur no es algo nuevo, este ha servido para agudizar el debate dentro de la organización islamista acerca de si se debe responder a estos ataques atribuidos a los servicios de inteligencia israelíes con ataques similares contra objetivos israelíes en el extranjero.

El asesinato del ingeniero Batsh no se lo ha atribuido oficialmente Israel, como es habitual, pero sus huellas están en todas partes. El diario Maariv de Tel Aviv ha dicho que la marca del Mosad en este caso recuerda el asesinato de Fathi Shiqaqui en 1995 o el asesinato de varios científicos iraníes más recientemente.

El diario va más lejos cuando afirma que Malasia, un país musulmán que no mantiene relaciones con Israel, se ha convertido en una "base de entrenamiento" para miembros del brazo armado de Hamás, las Brigadas Izz al Din al Qassam, a las que pertenecía el ingeniero asesinado.

Quienes defienden que se debe responder con la misma moneda, argumentan que en lo que va de año es la segunda vez que Israel ejecuta una acción de este tipo y es necesario defenderse y disuadirla de que siga haciéndolo en el futuro. En enero pasado, Mohammad Hamdan, otro cuadro de Hamás, ya resultó herido cuando una bomba estalló en el coche que conducía en la ciudad de Sidón, en el sur de Líbano.

Ya en ese momento se habló de responder a Israel con la misma moneda no solo en los territorios ocupados sino también en el extranjero, y ahora se intensifica el debate entre quienes son partidarios y quienes no quieren dar este paso, según han informado algunos medios árabes.

El domingo, el ministro de los Servicios de Inteligencia israelíes, Israel Katz, formuló unas declaraciones con las que quería zanjar el debate en el seno de Hamás. Katz amenazó con asesinar a sus líderes en la Franja de Gaza si la organización se atreve a atacar intereses israelíes en el extranjero.

Los partidarios de no dar el paso temen que Israel descabece Hamás como ya ocurrió en el primer lustro de la pasada década, cuando fueron asesinados varios de los líderes fundadores de la organización, incluido el jeque Ahmad Yasin. En apenas unos meses la cúpula de Hamás tuvo recrearse puesto que de sus líderes iniciales prácticamente solo quedó con vida el cirujano Mahmud Zahar.

Algunos piensan que sería contraproducente para sus intereses llevar la guerra al extranjero, y que las acciones de los servicios de inteligencia israelíes están provocando a Hamás deliberadamente para que dé este paso con la intención de debilitar a la organización a corto y medio plazo.

Enfrente están los partidarios de responder con la misma moneda. Su argumento principal es que una decapitación de Hamas no significaría el final de la organización, como ya se vio en la pasada década, cuando una nueva generación tuvo que hacerse cargo de Hamás y lo hizo con éxito.

Los nuevos líderes, más jóvenes que los asesinados por Israel, supieron adaptarse entonces a los tiempos modernos y condujeron al ejército israelí a una posición de debilidad por medio de ataques efectivos que llevaron al primer ministro Ariel Sharon a sacar a sus tropas y sus colonos de la Franja en 2005. Además, Hamás ganó holgadamente las elecciones legislativas del año siguiente, y como Fatah no le permitió tomar el poder, dio un contragolpe en 2007 que le llevó a gobernar la Franja en solitario.

Uno de los partidarios de atacar objetivos israelíes en el extranjero es Ismail Hanniya, que durante los últimos años ha sido primer ministro y en la actualidad preside la Oficina Política de Hamás. "La lucha contra Israel se ha trasladado fuera de los territorios ocupados. El enemigo tiene una cuenta pendiente con el pueblo palestino, especialmente al haber llevado la guerra al extranjero", dijo Hanniya el domingo.

La dirección de Hamás está revaluando la decisión que tomó en su momento en el sentido de atacar únicamente objetivos israelíes en los territorios ocupados. Todavía no hay una decisión al respecto y decidir en un sentido u otro cuenta con partidarios y detractores.

El ingeniero asesinado en Malasia Fadi al Batsh trabajaba para las Brigadas Izz al Din al Qassam como profesional dedicado a las milicias. Frente a la puerta de su domicilio familiar en Yabalia, al norte de Gaza, las Brigadas colocaron el sábado una pancarta en la que se leía "El líder de al Qassam", aunque las Brigadas no lo anunciaron oficialmente, como es habitual, para no incomodar al gobierno de Malasia.

Israel tenía a Batsh en su objetivo por haber desarrollado para al Qassam drones sin pilotos y por haber desarrollado cohetes de considerable precisión. El ministro israelí Yoav Galant dijo que a la gente como Batsh "la llevaremos ante los tribunales o la llevaremos al cementerio".

Batsh, que tenía 35 años y tres hijos, había estudiado Ingeniería Eléctrica en la Universidad Islámica de Gaza, donde se licenció en 2009. Posteriormente fue a preparar el doctorado a Malasia. Fue asesinado en la madrugada del sábado, cuando se dirigía a una mezquita de Kuala Lumpur para el primer rezo del día.
Su muerte puede quedarse sin respuesta, tal como ocurrió con otros asesinatos atribuidos al Mosad, como el de Mahmud al Mabhuh, ocurrido en los Emiratos Árabes Unidos, o el de Mohammad al Zawari, ocurrido en Túnez, o puede significar un cambio en la política de Hamás en su lucha contra Israel.

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