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Universidad de Harvard La Justicia estadounidense respalda la discriminación positiva en las admisiones de Harvard

La juez del distrito Allison Burroughs no consideró discriminatorio el proceso de selección del centro, que tiene en cuenta el origen de los estudiantes con el fin de garantizar la diversidad y la entrada de las minorías negra e hispana.

Un estudiante camina por el campus de la Universidad de Harvard. REUTERS/Jessica Rinaldi

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El modelo de admisión de una de la Universidad de Harvard, una de las instituciones académicas más importantes del mundo, ha recibido el visto bueno de la Justicia estadounidense, confirmando que el factor de discriminación positiva -en el que se tiene en cuenta los orígenes del estudiante para garantizar la diversidad racial y culturar del campus- es perfectamente legal y no atenta contra los derechos civiles de los demás aspirantes.

La jueza federal del distrito de Massachusetts, Allison Burroughs, ha puesto fin a un proceso abierto desde el año 2015, fallando a favor del centro educativo.  En la sentencia ha asegurado que el mecanismo "no es perfecto", pero no se puede determinar que exista "ningún ánimo racial" contra los candidatos asiático-americanos que, agrupados bajo la asociación Students for Fair Admissions, denunciaban que los criterios de Harvard buscaban reducir deliberadamente su presencia en beneficio de otras minorías, como la negra o la hispana.

No obstante, la magistrada señala que la conocida en EEUU como affirmative action sirve para un fin "convincente, permisible y sustancial". "Es necesario para lograr la diversidad y los beneficios que se derivan de la diversidad", sostuvo. Burroughs añadió que la "rica diversidad" de Harvard y otras instituciones universitarias fomenta "la tolerancia, la aceptación y el entendimiento", lo que acabará dejando obsoletos los criterios étnicos o raciales de las admisiones.  

Edward Blum y el riesgo del Supremo

Pese a la victoria judicial de Harvard en los tribunales federales, el recorrido del pleito podría no haber terminado . La persona que está impulsando el movimiento contra la discriminación positiva es Edward Blum, figura conservadora que tiene como objetivo el liquidar estas políticas integradoras dentro de la sociedad norteamericana, empezando por las universidades. 

Blum ha intentado finiquitar en los últimos diez años, de manera infructuosa hasta el momento, medidas similares a las de Harvard en centros como la Universidad de Austin (Texas) o la Universidad de Carolina del Norte (Carolina del Norte). En el caso de la institución texana, la Corte Suprema de Estados Unidos fue quien desestimó sus peticiones en 2016.

Pero la entrada en la Corte de dos jueces de perfil conservador elegidos por el presidente Donald Trump, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, podría acabar con el apoyo de la alta judicatura estadounidense a la discriminación positiva. 

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