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El G7 busca frenar el avance de China con un plan de 600.000 millones en infraestructuras para países en desarrollo

La Casa Blanca ha impulsado la iniciativa, bautizada como "Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión", que pretende impulsar el desarrollo de países de ingresos bajos y medios, fortalecer la economía global y la cadena de suministros.

Reunión de los líderes de la cumbre del G7 en Elmau, Alemania.
Reunión de los líderes de la cumbre del G7 en Elmau, Alemania. Sven Kanz / EFE/EPA

Acabar con la hegemonía de China es la nueva meta que se ha fijado el G7 en su reunión de este domingo en Elmau, Alemania. Y lo hará mediante un ambicioso plan de inversiones en infraestructuras para países en vías de desarrollo, una política que el gigante asiático lleva décadas impulsando y que le ha llevado a escalar hasta la cima del crecimiento económico.

Los líderes del G7 ha dado el visto bueno a la propuesta impulsada por Estados Unidos para contrarrestar el avance chino. La medida, bautizada por la Casa Blanca como "Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión", pretende impulsar el desarrollo de países de ingresos bajos y medios, fortalecer la economía global y la cadena de suministros.

El G7 destinará 600.000 millones de dólares (unos 570.000 millones de euros) a un macroplan de infraestructuras que ha anunciado el presidente estadounidense, Joe Biden.

De esa cantidad, Washington movilizará 200.000 millones de dólares (unos 190.000 millones de euros) a través de fondos públicos y privados, a lo largo de los próximos cinco años.

El proyecto fue anunciado en la cumbre en Elmau (Alemania) de los siete más países más industrializados del mundo (EEUU, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón) y pretende movilizar cientos de miles de millones de dólares para crear infraestructuras sostenibles en naciones aliadas en desarrollo.

Entre los pilares del plan están la lucha contra la crisis climática y la mejora de la seguridad energética con inversiones en infraestructuras con bajas emisiones, plantas de fabricación de baterías y el desarrollo de energía limpia.

En el terreno tecnológico la iniciativa contempla el desarrollo y la expansión de la tecnología de las comunicaciones y la información trabajando con "proveedores de fiar" que suministren 5G y 6G, indicó la Casa Blanca en un comunicado.

También contemplan inversiones en los sistemas sanitarios, vacunas y equipamiento médico, así como en la vigilancia y detección de nuevas enfermedades, lo que incluye "laboratorios seguros" y la prevención de pandemias futuras.

17.000 kilómetros de cable submarino

En el marco de este plan, el Gobierno de EEUU apuntó que la compañía de telecomunicaciones estadounidense SubCom ganó un concurso de 600 millones de dólares para construir un cable submarino que unirá el sureste asiático con Oriente Medio y Europa Occidental.

Dicho cable tendrá una longitud de 17.000 kilómetros y proporcionará conexión de alta velocidad, desde Singapur a Francia, pasando por Egipto y el Cuerno de África.

EEUU también quiere movilizar 335 millones de dólares en inversiones para proporcionar internet y tecnología financiera en países de África, Asia y Latinoamérica.

Este macroplan de infraestructuras ya fue propuesto por Biden en la cumbre del G7 del año pasado, que tuvo lugar en el Reino Unido.

El plan quiere ser una alternativa al proyecto chino "One Belt, One Road" (Una ruta, un cinturón), que pretende revitalizar la conocida como Ruta de la Seda mediante la modernización de infraestructuras y telecomunicaciones para mejorar la conectividad entre Asia y Europa.

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