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Las últimas encuestas electorales en Israel no dan mayoría a ningún bloque

La carrera por el poder se ve condicionada por el regreso del ex primer ministro Netanyahu. Los sondeos pronostican un empate técnico en el que la alianza árabe, que no apoya a ninguno de los bloques, obtendría cuatro escaños.

Una mujer pasa junto a una valla publicitaria del ex primer ministro israelí y líder del partido Likud, Benjamin Netanyahu, en Jerusalén, Israel.
Una mujer pasa junto a una valla publicitaria del ex primer ministro israelí y líder del partido Likud, Benjamin Netanyahu, en Jerusalén, Israel. Abir Sultan Epa / EFE

Las últimas encuestas preelectorales en Israel, publicadas anoche, muestran que ninguno de los dos bloques, el pro-Netanyahu o el anti-Netanyahu, lograrían la mayoría suficiente para formar un gobierno en los comicios del 1 de noviembre. 

Se trata de los últimos sondeos que la ley permite publicar antes de la cita electoral, elaborados por el Canal 12, el Canal 13, la televisión pública Kan y el diario Maariv.

Todas las encuestas coinciden en que el bloque derechista que apoyaría el regreso al poder del ex primer ministro Benjamín Netanyahu -apoyado por el movimiento Sionismo Religioso y los partidos ultraortodoxos- se quedaría en 60 escaños, uno menos de los necesarios para obtener mayoría en una Knéset (Parlamento israelí) de 120 diputados.

Su partido, el Likud, lograría entre 30 y 31 escaños; mientras que el Sionismo Religioso -con posturas racistas y homófobas- obtendría el mejor resultado de su historia con 14 o 15 escaños -frente a los 6 de la última legislatura-, y los dos partidos ultraortodoxos, Judaísmo Unido de la Torá y Shas, sumarían 15.

Independientemente del baile de un diputado arriba o abajo según la encuesta, el resultado siempre coincide en que el bando derechista se quedaría a las puertas con 60 escaños, mientras que el bloque anti-Netanyahu, liderado por el actual primer ministro Yair Lapid, se estanca en todos los casos en los 56 diputados.

Los cuatro escaños restantes corresponden a la alianza de partidos árabes Hadash-Taal, que no están dispuestos a alinearse con ningún bloque. Incluso se decidieran apoyar la nominación de Lapid, sin entrar en su gobierno, el panorama quedaría en un empate técnico 60-60.

En el bando anti-Netanyahu -una mezcla de partidos de derecha, centro e izquierda-, la sorpresa la ha dado el propio partido de Lapid, el centrista Yesh Atid, que consolida entre 24 y 27 escaños, dependiendo de qué encuesta, muy por encima de los 17 de las últimas elecciones de marzo de 2021.

Aunque los problemas vienen para sus socios de la izquierda, los partidos Laborista y Meretz, que muchos sondeos del último mes les dejaban al ras mínimo de 4 diputados (o 3,25 % de los votos) necesarios para entrar a la Knéset, el peor resultado de la izquierda desde que se fundó Israel.

Si alguno fallara en pasar el umbral, sus votos se perderían para el bando anti-Netanyahu y el ex primer ministro lograría la mayoría. Aunque estas cifras parecen haber alertado a los votantes de izquierda y los sondeos publicados anoche ya consolidan 5 diputados para cada uno de ellos, o incluso seis para el laborismo.

En el bloque anti-Netanyahu también está la coalición de centro-derecha Unidad Nacional, formada por el actual ministro de Defensa, Benny Gantz, y el de Justicia, Guideon Saar -un renegado del Likud por sus rencillas con Netanyahu-, a los que las encuestas les dan entre 10 u 11 escaños; y el partido laico de extrema derecha 'Israel Nuestro Hogar', que tiene a la comunidad rusoparlante como base de votantes, y al que los sondeos le otorgan 5 o 6 diputados.

Además de la alianza árabe Hadash-Taal -que no apoya ningún bando-, queda el partido árabe islamista Raam, que sí respaldaría un gobierno de Lapid con sus cuatro diputados, como ya hizo hace un año al formar parte del "gobierno del cambio" que logró conformar el actual primer ministro para desbancar a Netanyahu.

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