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Sánchez cambia discurso y estrategia

Consulta con nuevos asesores sus intervenciones, deja de hablar de Podemos y se plantea como rival único el Gobierno de Rajoy

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante un acto en Viladecans.- EFE

MANUEL SÁNCHEZ

Las peores dos semanas que ha pasado Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, con el cuestionamiento de su liderazgo y la supuesta operación de Susana Díaz, se han saldado con un cambio de discurso y de estrategia que, al menos en el cierre de la Conferencia Autonómica del PSOE, ha gustado a los suyos.
Sánchez, según fuentes cercanas al secretario general, ha empezado a consultar sus discursos con nuevos asesores, aunque insisten en que el 90% de los mismos los elabora él. Pero en su intervención del domingo se notó un tono distinto, un contenido distinto y unos mensajes diferentes.

En primer lugar, dejó de hablar de Podemos, lo que muchos de sus más cercanos asesores celebran, así como otros dirigentes el partido que consideraban un error darle tanto protagonismo a esta formación. Si como dice el propio Pedro Sánchez el adversario es el PP, a partir de ahora se centrará en el PP. Y eso fue lo que hizo en su intervención de cierre de la Convención Autonómica.

Otro dato significativo es que empieza a reivindicar la herencia del PSOE. Gustaron mucho sus referencias a los dos presidentes socialistas en la etapa democrática. Hasta ahora, Sánchez había hecho algunas menciones a Adolfo Suárez y a la etapa de la transición, pero nunca como el pasado domingo puso en valor el legado socialista. Entre su público, estaba cantado que triunfaría, pero hasta ahora no lo había utilizado con tanta intensidad, y muchos se lo reprochaban.

Pedro Sánchez hizo un discurso directo para movilizar a su militancia.

Y, por otro lado, se dejó de frases para la galería, de buscar títulos forzados y juegos de palabras. Sánchez hizo un discurso directo para movilizar a su militancia. Más clásico, si se quiere, reivindicando que ser del PSOE es ser de izquierdas, y las líneas tradicionales de la socialdemocracia.

Su grupo más cercano admite que se han cometido errores, pero que se está en vías de arreglarlos, de potenciar un cierre de filas y de reconducir su liderazgo. Sánchez también está en esa operación, buscando una nueva estrategia que le impulse y, además, dispuesto a dar la pelea para consolidarse.

Los gritos de “¡Presidente, presidente!”en la Conferencia Autonómica le supieron a gloria al líder del PSOE, que estaba necesitado también de un empujón.

Uno de sus colaboradores más cercanos cree que en estas dos semanas Pedro Sánchez ha aprendido mucho en política, ha resituado las piezas y sigue dispuesto a ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno.

Pese a todo, es el primero que es consciente de que le queda mucho por pelear, que esta semana le vendrá un CIS muy malo que ya lo publicitan sus más íntimos compañeros y que hay muchos dirigentes empeñados en no hacerle ningún favor. En Ferraz, de momento, luces largas.

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