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Piden casi nueve años de cárcel por participar en la huelga del 29-M

El lunes empieza el juicio a dos estudiantes de la UB que hace casi tres años pasaron 34 días en prisión preventiva acusados de unos incidentes en los que niegan haber participado. Un amplio grupo de apoyo, con el aval de sindicatos, partidos políticos, movimientos sociales y la propia universidad, pide su absolución.

En el centro, Ismael Benito.

MARC FONT

BARCELONA.- Ismael Benito y Daniel Ayyash, dos estudiantes de Física de la Universitat de Barcelona (UB), vivirán la semana que viene seguramente la prueba más difícil de sus vidas. El lunes empieza en el Juzgado de lo Penal Número 6 de Barcelona el juicio contra los dos jóvenes, que fueron detenidos en la huelga general del 29 de marzo de 2012 y pasaron 34 días en prisión preventiva sin fianza.

Casi tres años más tarde, se les va a juzgar por unos hechos que aseguran no haber cometido y por los que la Fiscalía pide para cada uno de ellos 8 años y 9 meses de prisión. En concreto, se les acusa de delitos como desórdenes públicos, atentado a la autoridad y resistencia, además de una falta de lesiones. Además, tanto la Generalitat de Catalunya como el Ayuntamiento de Barcelona se presentan como acusación particular en el caso, pidiendo tres años y medio y cuatro de cárcel, respectivamente, para Ismael y Daniel. También se les reclama el pago de una responsabilidad que oscila entre los 2.000 y los 6.000 euros.

El grupo de apoyo a los jóvenes defiende su inocencia, pide la absolución y ha conseguido que casi 300 entidades se unan a la petición, entre les que hay la propia UB. Durante el último mes y medio la campaña de solidaridad ha sido intensa, culminando este jueves con un acto en la facultad de la Geografía e Historia de la UB, que ha contado con la participación de activistas vecinales, estudiantiles, representantes de la universidad, dirigentes sindicales -como los secretarios generales de UGT Catalunya y CCOO Catalunya-  y representantes políticos de formaciones como ICV-EUiA, BCN en Comú o la CUP. El profesor de Derecho Constitucional Gerado Pisarello y el abogado Jaume Asens, ambos miembros de Guanyem Barcelona y números dos y cuatro en la lista de BCN en Comú, coincideron en señalar que la elevada acusación busca “generar miedo” y conseguir la “desmovilización” de la gente activista.

El grupo de apoyo a los jóvenes defiende su inocencia, pide la absolución y ha conseguido que casi 300 entidades se unan a la petición, entre les que hay la propia UB

Miembros de la Associació d'Estudiants Progressistes (AEP) y de la Asamblea de Física y Química, Isma y Dani, como se les conoce, acudieron a su facultad, situada en la Diagonal de Barcelona, el 29 de marzo de 2012, día de la huelga general. Según su versión, ante la fuerte presencia policial decidieron irse a su casa, con el propósito de participar en la manifestación de la tarde. Y fue en el trayecto y ya en el barrio de Les Corts, que los detuvieron agentes de los Mossos d'Esquadra. La jornada de huelga se cerró con 50 detenidos en Catalunya, cifra que se elevó a 80 en los días posteriores. De ellos, sólo Ismael Benito, Dani Ayyash y Laura Gómez, secretaria general del sindicato CGT en Barcelona, ingresaron en prisión preventiva sin fianza.
 
La misma jueza que en el 4F

La titular del caso es la responsable del Juzgado de Instrucción Número 18 de Barcelona, Carmen García, la misma que instruyó el caso 4F, lleno de irregularidades y sospechas de abusos policiales como mostró el documental Ciutat Morta. La magistrada asegura que los acusados “colocaron contenedores en la calzada y sobre las vías del tranvía” y que Ismael incendió a dos de ellos, hechos negados por los estudiantes, que aseguran no estar en la Diagonal cuando ocurrieron los hechos. Carmen García alegó riesgo de fuga y reiteración delictiva para justificar la prisión preventiva sin fianza, a pesar de que ni Isma ni Dani tenían antecedentes de ningún tipo. Después de 34 días en la cárcel, la Audiencia Provincial de Barcelona les retiró la prisión provisional, con el argumento de que era una medida excesiva por los hechos imputados y los dejó en libertad sin fianza. Sin embargo, la jueza instructora les impuso la prohibición de asistir a manifestaciones hasta que llegara el juicio.

“Los poderes económicos y sus representantes políticos quieren aprovechar la crisis también para acabar con cualquier contrapoder y espacio de disidencia"

En el acto de apoyo de este jueves, al que acudieron unas 150 personas, los secretarios generales de CCOO Catalunya y UGT Catalunya, Joan Carles Gallego y Josep Maria Álvarez, coincidieron en destacar que Ismael Benito y Dani Ayyash “se movilizaron en defensa del derecho a huelga, que es un derecho fundamental”. Gallego considera que su caso sirve de ejemplo del “retroceso en las libertades públicas” que se ha vivido en los últimos años. En el mismo sentido, el diputado de ICV-EUiA en el Congreso y antecesor de Gallego al frente de CCOO Catalunya, Joan Coscubiela, añadió que “los poderes económicos y sus representantes políticos quieren aprovechar la crisis también para acabar con cualquier contrapoder y espacio de disidencia. Por eso hay la Ley Mordaza, que busca justificar estas situaciones”.
 
El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), Lluís Rabell, criticó el “doble rasero” de las administraciones públicas y evidenció el contraste entre la actuación del ayuntamiento en este caso, donde ejerce la acusación particular, y el del hotel del Palau de la Música, un caso de corrupción protagonizado, entre otros, por Fèlix Millet, en el que no la ejerció. La misma reflexión hizo el abogado Jaume Asens, también miembro del Consejo Ciudadano de Podemos. Para Asens, el “poder aplica una justicia que es dura con los débiles y débil con los fuertes”. El número cuatro de la lista de BCN en Comú consideró que el juicio a Isma y Dani “tiene que ver con la lógica de la excepcionalidad que intenta aplicar el derecho penal del enemigo” y manifestó que el caso responde a la “voluntad de inocularnos el miedo”. Con todo, Asens advirtió que el “miedo se puede transformar en indignación” y en “repulsa social”.
 
En el acto también se afirmó que la petición de pena para los dos estudiantes de Física de la UB también responde a la voluntad de reprimir y golpear al movimiento estudiantil, que en el 2012 había recuperado fuerza. “Lo quieren hacer desaparecer”, concluyó Maria Rovira, número dos de la lista CUP-Capgirem Barcelona. Ismael Benito y Daniel Ayyash cerraron el acto ligeramente abrumados por la campaña de apoyo de las últimas semanas y recordando que tanto el lunes como el martes habrá nuevas concentraciones para pedir su absolución en la Ciutat de la Justícia, escenario del juicio.

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