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El promotor del Madrid Arena recibió de Panamá más de 600.00 euros que distribuyó entre su red de cuentas

El dinero llegó a una de las cuentas del Banco Madrid que tiene Francisco Lavagni, el tío político de Miguel Ángel Flores. Desde allí se troceó entre las 52 cuentas investigadas por la UDEF en el sumario sobre la tragedia de Halloween donde murieron cinco jóvenes.

Francisco Lavagni, a la derecha de la foto, con camisa blanca.

MADRID.- La investigación iniciada por los Servicios de Prevención y Blanqueo de Capitales (SEPBLANC) de la Policía Nacional sobre el dinero que los hermanos Flores recibieron desde un banco panameño a sus cuentas del Banco Madrid también consta en el sumario del Madrid Arena.

En una pieza encriptada de más de 500 folios, la UDEF explica la fórmula que utilizan los hermanos Flores —Miguel Ángel y José María— para distribuir el dinero recibido desde Panamá entre las 52 cuentas que han sido investigadas: algunas a su nombre o a nombre de sus empresas, otras ya cerradas y otras a nombre de presuntos testaferros.

Aunque el promotor de la fiesta en la que murieron cinco chicas se escuda en que ese dinero fue utilizado para una ampliación de capital de su empresa Canacur y para la venta de Diviertt a la misma sociedad, “ésta no ha superado los 300.000 euros, falta más de la mitad de lo que llegó de Panamá y casi otros 200.000 euros que llegaron desde Ecuador también al Banco Madrid”, aseguran a Público fuentes cercanas a la investigación.

Por eso en el sumario del Madrid Arena se investiga un posible alzamiento de bienes. Además, alrededor de 500.000 euros que el empresario debió de embolsarse por la venta de entradas que triplicaron el aforo permitido no se encuentra en ninguna de las cuentas que tienen los hermanos Flores y sus empresas. Al menos eso es lo que figura en la investigación de la Policía.

El emisor panameño

El dinero entra en España desde un banco panameño, según el informe de la UDEF, a una cuenta del Banco Madrid a nombre del empresario y abogado Francisco Lavagni Porras. Él es “el tío político” de Miguel Ángel Flores, tal y como éste le definió en su declaración judicial del caso Madrid Arena. Los empresarios de la noche dicen que es su Padrino y el verdadero propietario de las empresas de los hermanos, como ya desveló Público.

En verano de 2012 entraron en su cuenta más de 800.000 dólares, que al cambio supusieron 685.000 euros. Este dinero pasa con conceptos diferentes a otra cuenta del mismo banco también a nombre de Lavagni pero ya en euros. Son los propios hermanos Flores quienes mueven el dinero ya que están autorizados en las cuentas del empresario español emigrado a Panamá.

Desde allí y bajo el concepto "ampliación de capital" o con otros conceptos pasa una parte del dinero a otras dos cuentas también dentro del Banco Madrid. “Pero troceado para que el dinero comience a difuminarse. Un día pasan 40.000, otra vez 20.000 y así en pequeñas cantidades van distribuyéndolo”, explican a Público fuentes del caso.

Desde el Banco Madrid el dinero va al Deutsche Bank y desde allí se divide en una maraña de cuentas que ascienden hasta 52, donde el dinero se pierde en pequeños ingresos y gastos.

En estos momentos la Policía investiga quién está detrás de la cuenta panameña que hace el ingreso en España a Francisco Lavagni. Según las acusaciones, “podría venir de una cuenta de su tío político o quizás de algunas de las siete empresas que Miguel Ángel Flores tiene en Panamá y con las que realiza allí macrofiestas y mantiene una cuadra de caballos junto con Lavagni”.

Para las acusaciones, “las investigaciones deberían aclarar si Lavagni es el testaferro de Miguel Ángel Flores o al revés, ya sea a través de la abierta por el Sepblanc relacionada con el Banco Madrid o en pieza separada abierta en el sumario del Madrid Arena”.

Ingreso desde Ecuador


Aunque de menor cuantía, los ingresos a las cuentas de los Flores también llegan desde Ecuador. Estos ingresos los realiza un pequeño locutorio, en cuantías inferiores a las que llegan desde Panamá pero que suman alrededor de 200.000 euros.

El mecanismo de dispersión es el mismo. Pequeños pagos efectuados a diferentes cuentas y con conceptos varios, en algunos casos con nombres de posibles testaferros. Las fuentes cercanas al caso aseguran que es “un típico procedimiento de blanqueo de capitales”.

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