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La 'coach' de Albert Rivera cobra ahora del partido y asiste a algunas reuniones de la Ejecutiva

Maria Àngels Casanovas ha contribuido, con sus sesiones, a fomentar el optimismo del que hacen gala todos los altos cargos de Ciudadanos y que ya se ha convertido en el eje central de su mensaje electoral: el de la "ilusión" frente al "miedo".

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, son su 'coach', Maria Àngels Casanovas. Foto extraída de la web de Casanovas, 'Elcaminodelcoaching.wordpress.com'

MADRID.- "Imposible es sólo una opinión". Esa es la frase de Paulo Coelho más repetida por Albert Rivera y los suyos en cada acto público de Ciudadanos. El optimismo, la ilusión, el querer "construir y no destruir" son ejes del mensaje electoral de los naranjas, que incluso lanzaron una campaña en Twitter destinada a fomentar esas cualidades frente al "enfado" de Podemos. Un mensaje que, a la vista de los resultados electorales que el partido ha obtenido en este último año y los que le ofrecen las encuestas de cara al 20 de diciembre, parece haber conseguido calar en buena parte de los españoles.

Parte de la culpa (o del mérito) de ello es de una persona que se ha convertido en un pilar de la formación, aunque nunca haya ocupado una portada. Se trata de la coach Maria Àngels Casanovas, que conoció a Rivera en 2012, cuando El Mundo le ofreció hacer un especial con sesiones a todos los candidatos a las elecciones catalanas de aquel año. Desde entonces, el líder de Ciudadanos la fichó. Y no sólo como coach personal. 

A día de hoy, Casanovas es una trabajadora más de la formación, que se dedica a realizar sesiones individuales con buena parte de los miembros de su cúpula y asiste, de vez en cuando, a las reuniones de la Ejecutiva -como a la última que celebraron en Ávila- para llevar a cabo sesiones de grupo. "Yo no les formo, les hago aprender de sí mismos; no opino sobre sus problemas, medio entre ellos. Aporto luz para que ellos lo vean: cuando uno mismo se da cuenta de lo que está pasando, lo cambia", explica la propia Casanovas, que insiste en que su labor no consiste en asesorarles políticamente, sino personalmente. Y ni eso.

Casanovas: "Albert es muy completo, muy honesto, muy íntegro, muy libre. Cree en lo que hace y en lo que es importante para él y lo que quiere para él, lo quiere para los demás"

 "Yo no les doy consejos, sólo les ayudo a reflejarse en un espejo para que conecten con su esencia, para que encuentren su mejor versión de sí mismos y, así, sepan comunicar mejor aquello en lo que creen", continúa la coach, que lleva seis años dedicándose a esto tras haber realizado labores de marketing y en un estudio de pintura, como explica en su página web.  A ella también le cuesta definir qué es y en qué consiste la disciplina del coaching: "No se puede explicar, hay que vivirlo para entenderlo", confiesa al otro lado del teléfono.

¿El precio? "Depende de cada coach y de las necesidades de cada persona o grupo", se limita a responder. Después de insistir, acepta ofrecer una horquilla de costes para orientar al posible lector. "Una individual puede costar unos 100 euros. O 50, ¡depende!. Y pudo llegar a costar, antes de la crisis, hasta 250, 300 o 500 euros", asegura. ¿Y una sesión de grupo, para un equipo de unas 20 personas, de entre 4 y 6 horas? "Pfff.... unos 1.000 euros", le cuesta dar una cifra. "¡Pero eso no es lo que le cobro a Ciudadanos, ¿eh?!", se apresura a aclarar, poniendo la tirita antes de la herida. 

Después, sigue intentando poner en palabras el para qué sirve esta práctica: "Más que para superar miedos sirve para aprender a conectar con los sueños, a tener confianza en uno mismo, a no cambiar nada de ti, sino a conectar con lo que puedes hacer mejor, siempre mirando en positivo", responde. Y lo ejemplifica con una frase: "¿Conoces la frase que dice que 'nosotros mismos somos nuestro peor enemigo'? Pues el coaching es lo contrario: se trata de ser tu mejor amigo porque un amigo no pide, sino que da", metaforiza. "No se puede confundir la felicidad con la facilidad y tampoco puedes cambiar lo que te ocurre, pero sí el cómo tomártelo", agrega. 

Pese a que su mensaje positivo coincide con el de la "ilusión" del partido, Casanovas no quiere que se la identifique como responsable de la estrategia de Ciudadanos. Tampoco el partido la define como tal. "En las sesiones no se habla de cómo llegar a la Moncloa o de la intención de voto, sino de cómo afrontamos nuestros objetivos individuales, de reforzar nuestra confianza personal y de reforzar el trabajo en equipo para que esté más cohesionado...todo para afrontar este reto de cambiar España siempre desde un punto de vista positivo, desde la ilusión", intenta explicar también el secretario de Comunicación de C's, Fernando De Páramo. que insiste en que contratar una coach es una práctica habitual en las empresas que han querido extrapolar al partido.

Rivera, en su libro: "A mi 'coach', que me ha ayudado a descubrir que la felicidad no está al final del trayecto, sino en cada minuto que disfrutamos de la vida"

"Cuanto menos se parezca nuestro partido a un partido tradicional, más beneficio para nosotros a la hora de afrontar el trabajo desde el punto de vista humano, los valores, los objetivos... y, por tanto,también más beneficio para los ciudadanos", defiende el miembro de la Ejecutiva, que procura ver a Casanovas "una o dos veces al mes, siempre que puedo". Casanovas adopta una actitud humilde en este punto, aunque sí asume que "el mensaje positivo es parte del éxito de C's". "A miedo ya nos ganan otros partidos", sentencia la coach, que lamenta que otros líderes políticos con los que también ha trabajado se nieguen a reconocer que han tirado del poder del coaching por miedo a que se vea como una debilidad que se sepa que han pedido ayuda.

"Rivera ha sabido sacarle partido al coaching, es como una esponja, aprende enseguida y por eso con él ha sido más evidente que ha funcionado el trabajo", defiende Casanovas con admiración por el candidato a la Moncloa. "Es muy completo, muy honesto, muy íntegro, muy libre. Cree en lo que hace y en lo que es importante para él y lo que quiere para él, lo quiere para los demás", le define. "Lo que más valor tiene por parte de Albert es que a su equipo no le dice lo que tienen que hacer: confía en su gente. Y por eso ellos no le ven como a un jefe al que obedecer, sino como a alguien con quien comparten objetivos. Se identifican con él y de ahí su capacidad de liderazgo", añade. ¿Un defecto? "Su autoexigencia, pero ese es el saboteador de todo el mundo, no sólo suyo", responde Casanovas.

Rivera no duda tampoco en devolverle los afectos. De hecho, hasta le hizo mención especial en los agradecimientos de su libro Juntos Podemos. El futuro está en nuestras manos: "A mi coach, Maria Àngels Casanovas, que me ha ayudado a crecer como persona, a saber perseguir mis sueños, a ser más humano y a descubrir que la felicidad no está al final del trayecto, sino en cada minuto que disfrutamos de la vida".

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