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Carmena se asienta en Cibeles tras
un año de vaivenes y embestidas
de Aguirre

“Madrid tiene heridas por falta de cuidado”, asegura la alcaldesa de la capital, que ha elevado en un 26% el gasto social y asegura que se frenan tres desahucios diarios desde la oficina que regenta el Consistorio. “Hemos pasado de ser una anormalidad histórica a ser un gobierno normalizado con fallos y logros”, explica su portavoz, Rita Maestre.

Manuela Carmena./ EFE

MADRID.- Ha pasado un año apagando fuegos, intentando esquivar las embestidas de Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes y gran parte de los mayores medios de comunicación, pero ha logrado aguantar los golpes. Manuela Carmena celebra este martes el aniversario de las elecciones municipales y autonómicas de 2015, que el 13 de junio la llevaron a convertirse en alcaldesa de Madrid.

Sólo dos meses antes de los comicios parecía imposible que la jueza, exrelatora de la ONU y exabogada laboralista pudiera hacerse con el bastón del mando que el PP atesoró durante los últimos 24 años, que fuese capaz de tejer y mantener unido —no sin dificultades— el mosaico de nombres y familias políticas que integran Ahora Madrid, la iniciativa con la que llegó hasta el Ayuntamiento con el impulso del PSOE, con el que el Gobierno local tiene que negociar casi a diario.

“Negociar es una de las actividades sobre las que deberíamos formarnos todos”, defendía este lunes la alcaldesa de la capital en un desayuno con la prensa. En él ha hecho balance de su periodo en el Palacio de Cibeles, en el que cuelga desde hace meses un enorme cartel de “Welcome Refugees” —“Bienvenidos, refugiados”—, que sintetiza algunos de los valores enarbolados por la alcaldesa: tolerancia, diálogo, lucha contra la desigualdad…”Hacemos una valoración positiva, estamos muy contentos”, asegura a Público Rita Maestre, portavoz municipal y miembro de la dirección estatal y madrileña de Podemos, uno de los partidos que sustentan Ahora Madrid.

La concejala reconoce que aún queda mucho por hacer en los próximos tres años —“mejorar la participación y destinar más recursos sociales usando el dinero público con rigor”—, y asegura que uno de los principales retos es precisamente el que ellos mismos se marcaron con su programa político. “Hay asuntos que son demandas ciudadanas, no sólo reivindicaciones de los votantes de Ahora Madrid, como la recuperación de recursos públicos”, sostiene Maestre, que afirma también que la campaña política y mediática contra el gobierno local parece desinflarse.

Los motivos son, explica, la campaña electoral que obliga a desplazar los focos, y que su presencia en las instituciones por fin “se ha normalizado”. “No sólo sigue habiendo luz en los semáforos, sino que además hay agua en las fuentes a diferencia de lo que ocurría antes. La vida sigue girando y hemos pasado de ser una anormalidad histórica a ser un gobierno, con sus fallos y sus logros y algo más normalizado”, explica.

Quizás ese es el motivo por el que Carmena ha recuperado su presencia mediática, luce un gesto más relajado y no le duelen prendas en reconocer que el inicio fue duro. Hoy afirma haberle cogido el gusto al timón de esa “catedral de la gestión” que es el Consistorio de Madrid, afirma que le “apasiona” su tarea, y saca pecho por sus logros desde que pasó de ser una “abuela desjubilada” a convertirse en una “política ocasional” que quiere curar “las heridas que tiene Madrid por falta de cuidado”. “Está en marcha un Ayuntamiento diferente. Los hitos que pretendíamos lograr ya están todos en marcha”, zanjaba la alcaldesa.

Políticas sociales y lucha por la remunicipalización

Ahora Madrid ha aumentado el presupuesto para gasto social en un 26% durante su año de gestión. El Ayuntamiento también ha puesto en marcha una comisión de investigación sobre la gestión de la deuda y camina hacia la remunicipalización de los servicios funerarios. Intentó hacer lo propio en la esfera de la limpieza, pero el blindaje de los contratos integrales frustró su plan.

Limpieza: avances y tareas pendientes

“Hay datos que demuestran que se han dado pasos en materia de limpieza, pero no es suficiente”. La portavoz del Ayuntamiento resumía así el estado de la cuestión de uno de los apartados más criticados de la gestión de Carmena. Por su parte, la Unión de Trabajo Temporal (UTE) de OHL y ASCAM comunicó a principios de mayo la retirada definitiva del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para los trabajadores de limpieza y jardinería que comenzó a funcionar en 2013, y que era el último de los tres ERTEs que estaba en activo. Por otro lado, la propia alcaldesa informaba al inicio de esta semana que los ciudadanos multados por no recoger los excrementos de sus perros de la vía pública y han elegido conmutar sus multas por trabajos de limpieza comunitaria previsiblemente comenzarán a hacerlo entre el 15 y el 20 de junio.

Vivienda y lucha contra los desahucios, caballo de batalla

La lucha contra los desahucios y por el derecho a la vivienda han sido banderas de Ahora Madrid y de Carmena desde el minuto cero. En cifras, la Oficina Antidesahucios ha atendido a algo más de 1.700 personas desde julio de 2015, y según Maestre la media de desalojos a la que ha puesto freno ronda los tres diarios. “Falta algo. No sólo tenemos que dar una alternativa habitacional a todos los que lo necesiten, hay que favorecer el derecho de acceso a la vivienda”, apunta la portavoz municipal. Ya se han reunido con los principales bancos para buscar soluciones, y en julio dieron un golpe sobre la mesa al paralizar la venta de 2.080 viviendas a fondos buitre.

Del ‘faraón’ Gallardón a la alternativa al ladrillo

La alcaldesa de Madrid sacaba pecho este lunes por su gestión de las principales problemáticas a nivel urbanístico: la supuesta solución del caso del edificio España, el preacuerdo con el Real Madrid para la ampliación del estadio Santiago Bernabéu o la remodelación del norte de Madrid —Puerta del Norte, antigua Operación Chamartín—, que cuenta con la posición en contra del Gobierno central, Cifuentes y Aguirre. Tampoco han escatimado en gastos para corregir los desaguisados del ‘faraón’ Alberto Ruiz Gallardón, exministro de justicia y exalcalde que invirtió 23 millones en una pista de atletismo que nunca se ha usado por sus deficiencias estructurales —entre muchos otros dispendios—.
Frente a este modelo, Ahora Madrid defiende la rehabilitación de espacios locales, entre ellos tres edificios históricos: Torre Arias, La Quinta de Los Molinos y El Capricho.

Fuegos que apagar

Desde los problemas con la aplicación de la Ley de Memoria Histórica hasta el caso de los tuits de Guillermo Zapata, la protesta pacífica reconvertida en “asalto a la capilla” de la Universidad Complutense en la que participó Maestre, pasando por los titiriteros encarcelados, e incluso por los trajes de los reyes magos… Todas las acciones del nuevo Consistorio se han seguido con lupa.

La “destructiva” oposición de la ‘lideresa’

Hace un año Carmena se refirió a Aguirre asegurando que creía en la “reinserción”, y recientemente volvía a hacer lo propio. La alcaldesa de Madrid exige un debate político serio, mientras la ‘lideresa’ aprovecha cualquier opción para intentar desgastarla. “La oposición del PP de Aguirre es bastante nefasta”, explica Maestre. “Está centrada en la anécdota, en lo pequeño, en clave superdestructiva” apostilla.

Puertas abiertas y participación

“El objetivo es crear una ciudad cercana, cohesionada y accesible”. La alcaldesa de la capital presume de haber logrado que un mayor número de madrileños se interese por el trabajo de la gestión municipal. A los seis meses de mandato afirmaba haberse entrevistado con 360 personas –del rey Felipe VI a “músicos o titiriteros”- y hoy celebra una audiencia pública en cada uno de los distritos una vez al mes. También saca pecho por la participación de cerca de 28.000 madrileños en el proceso de recogida de ideas para la remodelación de plaza de España. “El proyecto de presupuestos participativos está dotado con 60 millones euros y cambia fuertemente el modo de entender la ciudad”, apostilla Maestre.

Alcaldesa “de todos los madrileños”

Por su parte, Carmena asegura que asiste a distintos acontecimientos religiosos porque ha comprendido que es lo que quieren muchos de los madrileños: “No tengo religión alguna”, afirmaba el lunes. El razonamiento de que es la alcaldesa de cada uno de ellos también le vale para desmarcarse de la campaña electoral, aunque no esconde su simpatía por Podemos y, muy especialmente, por su “amiga” la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Juntas representan las caras más visibles del cambio que sacudió las dos ciudades más importantes y pobladas del país, que un año después siguen funcionando a pesar de los presagios funestos del Partido Popular.

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