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Rivera: "No haré presidente a Rajoy"

El líder de Ciudadanos rechaza la posible coalición PP-C's-PNV porque, dice, no estará en ningún gobierno con formaciones nacionalistas. Insiste en proponer una mesa de negociación con conservadores y socialistas y culpa de su debacle a la ley electoral.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, durante su comparecencia ante los medios tras la reunión de la ejecutiva de su partido hoy en Madrid para analizar los resultados de las elecciones del 26J. EFE/Juan Carlos Hidalgo

PAULA DÍAZ

MADRID.- "No haré presidente a Rajoy". Así de contundente se ha mostrado este lunes Albert Rivera, quien, pese haberse convertido en irrelevante para pactar, sigue intentando mantenerse en la primera línea de la política. 

El presidente de Ciudadanos ha vuelto a lanzar hoy, tras haber reunido a su Ejecutiva para analizar el resultado del 26-J, su propuesta de mesa de negociación a tres bandas con PP y PSOE, pero "para hablar de reformas y no de sillones". La suma de las dos históricas formaciones da una mayoría suficiente para conformar la gran coalición (sus 222 escaños superan con creces los 176 que marcan la mayoría absoluta), pero el líder de los naranjas no quiere quedarse fuera. Eso sí, siempre y cuando el actual presidente no repita en el cargo y tanto conservadores como socialistas se comprometan a hablar de pactos educativos y de lucha contra la corrupción, entre otros. 

Rivera, incurriendo en sus contradicciones habituales, se negó a hablar de "vetos", pero repitió una y otra vez que no hará presidente a Rajoy. "Ciudadanos no va a estar ni va a apoyar ningún gobierno en el que esté presente la amenaza de corrupción de Bárcenas o Barberá. La palabra veto nunca ha salido de mi boca, pero si alguien me pregunta si haré presidente a Rajoy la respuesta es no", insistió.

No obstante, eludió responder sobre una posible abstención al respecto. "Para eso ya está el PSOE. No hace falta C's. Si PP y PSOE llegan a un acuerdo para gobernar, gobernarán ellos y nosotros estaremos en la oposición, pero si quieren cambios en educación, en el modelo de empleo, con los autónomos, tendrá que estar C's", quiso hacerse valer. "Somos la condición para que haya cambio", dijo, pese a saber que su formación ya no cuenta como bisagra del Gobierno. 

Las otras dos opciones en las que los naranjas podrían seguir estando presentes -aun sin ser decisivos- en la política de pactos son las de PSOE con Podemos y PP con ellos y algún partido nacionalista: PNV (5), ERC (9) o CDC (8). Rivera ya ha dicho que no a los de Pablo Iglesias y no podría pactar jamás con los dos últimos, dado sus trifulcas pasadas en Catalunya en torno al independentismo. Todavía podría conformarse una mayoría (no absoluta) con los 137 diputados del PP, los 32 de C's y los 5 vascos, pero el líder de Ciudadanos también ha cerrado esa puerta. "El PNV se define como nacionalista y no queremos que la gobernabilidad de España vuelva a depender de los que prefieren la desigualdad y cuestionan la unión de los españoles", zanjó.

¿No a Rajoy y no al PNV aunque ello suponga repetir elecciones por tercera vez? En este caso, no ser decisivos le sirve como excusa a los naranjas para no ser culpables de ello: ""No depende de nosotros. El PSOE puede permitir que gobierne Rajoy. Nosotros no seremos nunca artífices de unas terceras elecciones porque con la abstención del PSOE ya se pondría en marcha ese gobierno", constató pese a que Pedro Sánchez ya ha vuelto a decir 'No' al PP. 

Sin autocrítica

En cuanto a su pérdida de escaños (pasó de 40 a 32), Rivera reconoció no estar contento, pero rehusó hacer autocrítica. Es más, sacó pecho al afirmar que "el centro político se ha consolidado" y que "los votos de Ciudadanos no son ni del PP ni del PSOE, son de C's". "Se ha roto la mitología, una mentira repetida mil veces: hay tres millones de españoles de centro. El centro existe y ha venido para quedarse", argumentó. 

En cuanto a su debacle, culpó a la "injusta" ley electoral ("las reglas del juego son las que son hasta que las cambiemos", dijo), a la "polarización", al "voto del miedo", a la "baja participación" y hasta al el Bréxit de Reino Unido que según él, ha perjudicado a "los partidos nuevos".

Eso sí, no considera que su antiguo pacto con el PSOE le haya pasado factura, aunque 5 de sus 8 escaños perdidos se hayan vuelto al PP. "Quien más perjudicado ha salido ha sido Podemos e IU y no PSOE y C's", valoró. E insistió: "Los votos son de los ciudadanos, no de los partidos", concluyó.

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