MADRID.- El todavía secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, echó un órdago a la grande y puso todas las cartas sobre la mesa. Se acabaron las conspiraciones “en fuentes”, poner palos en las ruedas y jugar sucio por detrás. Ha decidido convocar el 39º Congreso Federal con unas primarias previas para el 23 de octubre donde se decide el nuevo líder socialista en unas primarias.

Sánchez dijo que es su forma de asumir responsabilidades y, de una vez, “plantear el debate, cerrar el debate y, después, todos a una, para que el PSOE cuente con una sola voz, que es la de la Ejecutiva Federal”.

El líder socialista explicó que ha decantado por esta opción al ver diferencias políticas de fondo. Recordó que importantes dirigentes del PSOE, como Guillermo Fernández Vara, proponen la abstención y facilitar el Gobierno de Mariano Rajoy. Otros dirigentes, creen que con 85 diputados que tiene el PSOE no se puede optar a formar Gobierno, en clara referencia a la presidenta andaluza, Susana Díaz.

Su opinión la explicó: “No a Rajoy, no a terceras elecciones y sí a un Gobierno de cambio”, que siguió enmarcando entre Podemos y Ciudadanos.

Sánchez indicó que todas las posicione son legítimas, pero abogó por necesidad “de debatir, de votar y que haya una posición única, no como hasta ahora”.

Por activa y por pasiva Sánchez se negó a barajar el escenario de que el Comité Federal del próximo sábado le tumbara la convocatoria del Congreso y eso le llevara a su dimisión. “Eso no va a pasar”, dijo con rotundidad, mientras César Luena sonreía en primera fila de la sala de prensa.

No obstante, es el órgano político dónde Sánchez está más en minoría, mirando la fuerza territorial del sector crítico, pero Ferraz se muestra muy segura con un argumento-trampa: “¿Se opondrán a darle la voz a la militancia?”.

En todo caso, el pulso es arriesgado, y los críticos dicen que Sánchez claudica el sábado porque cuentan con mayoría para tumbarle su propuesta, y Luena sonríe en primera fila de la sala de prensa.
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Ni que decir tiene que Sánchez se presentará a las primarias del 39º Congreso y, como es exprés, ya definió su proyecto: “De izquierda, diferenciado del PP, autónomo, fuerte y unido”. Y añadió: “Ha llegado la hora de que se plantee ese debate al órgano que corresponde porque se lo debemos a los votantes del Partido Socialista".

Tras una Ejecutiva tensa y larga, donde la presidenta del PSOE, Micaela Navarro, tuvo que hacer “de mala” criticando con dureza la opción tomada por Sánchez, el aún líder socialista no se echó atrás: “Es el momento de hablar claro”.

Independientemente de lo que pase el sábado en el Comité Federal, el líder socialista anunció también que empezará esta misma semana a iniciar la ronda de contactos para intentar conseguir ese Gobierno trasversal con Podemos y Ciudadanos.

Además, recordó que de convocarse el Congreso y las primarias el día 23, el nuevo líder socialista aún tiene tiempo de ir a un proceso de investidura con la posición que se crea conveniente, porque se podrá convocar una nueva sesión el día 27 de octubre.