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Convergencia de la izquierda Unidad Popular dice adiós para centrar esfuerzos en Unidos Podemos

El movimiento nació hace dos años como una vía para la convergencia de la izquierda de cara a  las elecciones del 20-D

Asistentes a un acto de la campaña de IU-Unidad Popular en Gamonal, Burgos

David Bollero

Unidad Popular, el movimiento ciudadano que surgió hace dos años como una vía para la convergencia de la izquierda y se convirtió en la génesis de Unidos Podemos, ha anunciado a través de redes sociales su disolución. En su comunicado, los responsables del movimiento anuncian que “ha llegado el momento de decir adiós a Unidad Popular”.

En el escrito, la organización niega que “el proyecto esté agotado” o que ya no sea “posible una construcción de un poder político desde la base”. El motivo esgrimido para su disolución es la necesidad, según indican, de “centrar los esfuerzos de la militancia en Unidos Podemos”, al considerar que pese a su Gobierno en minoría, “el Partido Popular aún es peligroso en su legislación”.

Paralelamente, los integrantes de Unidad Popular reivindican, no sólo su militancia en partidos políticos, sino también su activismo en movimientos sociales, sindicatos, asociaciones, etc. En ese sentido, el comunicado hace un llamamiento a continuar, “porque aún hay mucho que cambiar, aún hay mucho que revertir y mucho por aprender”.

De este modo, este movimiento avanza que “algunas asambleas locales y provinciales de Unidad Popular sí seguirán con otros nombres o nombres parecidos”, recogiendo el testigo y la misma filosofía que alumbraron en julio de 2015 Ahora en Común, que fue como se denominó en un inicio este proceso de confluencia de la izquierda.

De Ahora en Común a Unidos Podemos

Los primeros pasos de este fenómeno político tuvieron lugar en julio de 2015, cuando en diversas ciudades españolas comenzaron a movilizarse militantes, simpatizantes y activistas de izquierdas con el objetivo de rompen el bipartidismo en las elecciones generales que tuvieron lugar el 20 de diciembre de 2015.

Entonces, el principio de la andadura se concretó en Ahora en Común, un movimiento cuyo manifiesto, apoyado por buena parte de la intelectualidad, dejaba claro que detrás ni existía ningún partido político ni aboga por la constitución de una coalición de partidos. El objetivo era la creación de una "casa en común que aglutine a todo el mundo".

El comunicado de Unidad Popular, nombre que Ahora en Común adoptaría en octubre de 2015, no olvida ni cómo “se nos intentó ningunear” ni el hecho de que “dejamos en el camino a muchas personas valiosas que no encontraron su lugar en la organización que al final fuimos”. Uno de los casos más visibles de estas pérdidas fue Equo, que ante la imposibilidad de que Podemos se sumara a la Unidad Popular, en la que sí había recalado Izquierda Unida (IU), optó por sumarse a las mareas lideradas por la formación morada.

Unidad Popular concurría a las elecciones del 20 de diciembre de 2015 con Alberto Garzón como número uno, tras haber sido elegido con el 96% de los casi 25.000 votos emitidos en las primarias estatales de la organización. En aquellas elecciones, la organización tan sólo conseguiría dos escaños (Alberto Garzón y Sol Sánchez).

En el capítulo de autocrítica, el anuncio emitido por Unidad Popular sostiene que “quizá pecamos de tener prisa por corregir el Estado, con mayúsculas, prisa por tener un gobierno que se ocupara de repartir la riqueza donde hubiera riesgo de exclusión, prisa por un gobierno que garantizara el trabajo, el techo, la sanidad y la educación”.

Por otro lado, en su valoración de la actual Unidos Podemos, el escrito indica que “sabemos que no es lo mismo, que su génesis no fue en el mismo sentido, pero sabemos que el espíritu de la colaboración, de la construcción común está ahí y que sólo necesita tiempo para ir creciendo”.

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