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El PP pide al PSOE de Sánchez que "no juegue con la ambigüedad en pleno desafío secesionista"

El portavoz de los conservadores, que no aclara si Rajoy mantendrá un encuentro con el líder de la oposición, arremete contra él por defender la plurinacionalidad. "Le diremos que no queremos que España se convierta en Bolivia, igual que le decimos a Podemos que no queremos que se convierta en Venezuela"

El vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, Pablo Casado,durante la rueda de prensa que ofreció en la sede de Génova tras la reunion del Comité de Dirección del PP. EFE/J.J.Guillén

PAULA DÍAZ

"La tregua se ha acabado". Esa fue la primera advertencia de Pablo Casado al nuevo PSOE de Pedro Sánchez. El vicesecretario de Comunicación del PP, que recordó que su formación nunca ha querido intervenir "en los procesos internos de otros partidos", anunció este lunes la línea a seguir a partir de ahora: mano dura contra un líder de la oposición cuyo giro a la izquierda ha sido recibido con "preocupación" en Génova 13.

Así, el portavoz conservador arremetió, tras la reunión del Comité de Dirección presidido por Mariano Rajoy, contra el reelegido líder de la oposición, a quien pidió que arregle los problemas "de diván, de psicólogo o de psiquiatra" de su partido y "que no juegue con la ambigüedad en pleno desafío secesionista". Lo que más ha molestado en el PP ha sido la defensa de Sánchez de la "plurinacionalidad" como encaje de Catalunya en España, una opción que ellos consideran incompatible con la acción conjunta de PP y PSOE para frenar el referéndum fechado por el Govern de Carles Puigdemont para el 1 de octubre.

"Habrá que preguntarle a Sánchez si una actuación conjunta frente al independentismo es compatible con su defensa de la plurinacionalidad. Él dijo que sí. Nosotros creemos que no. Si hay plurinacionalidad, ¿en qué nación reside la soberanía?", se preguntó. "No sé si lo dijo por ignorancia o por no tener ningún principio político, pero son términos contrapuestos", agregó Casado lanzando un dardo. "Nosotros le diremos que no queremos que España se convierta en Bolivia, igual que decimos a Podemos que no queremos que se convierta en Venezuela", apostilló para arremeter, de paso, contra los de Pablo Iglesias.

De hecho, si Fernando Martínez-Maillo ya acusó a Sánchez esta mañana de tener "complejo podemita", Casado incidió ahora en acusar al líder socialista de "querer ampliar su base electoral" acercándose a la "extrema izquierda" de Podemos y "coquetear con modelos de repúblicas bananeras" siendo "simpático con los secesionistas". "Utiliza equidistancias para tapar la falta de principios", espetó tras acusarle de haber cambiado de opinión. "A nosotros nos gustaba más el Sánchez que llamaba a Rajoy para apoyar una respuesta frente al independentismo que el que habla de plurinacionalidad; el que apoyó la reforma constitucional para cumplir con los compromisos de la UE y no el que habla de recortes -que no sé dónde los ve- y el que habla de una situación fatalista -que no sé qué periódicos económicos lee-; el que quería avanzar en la recuperación económica, que el que se acerca al 15-M", enumeró el vicesecretario de Comunicación.

"No se puede sorber y soplar al mismo tiempo. Si la soberanía reside en el pueblo en su conjunto, no puede haber plurinacionalidad", resumió tras acusar a Sánchez de tener "síndrome de Estocolmo con los que quieren partir la nación española". "Volvemos a la época de Zapatero: para contentar a Iceta, vuelve a meternos en un lío importante disfrazándose de radicalidad", lamentó Casado en un visible tono de enfado.

El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, preside la reunion del Comite de Dirección en la sede de Génova. EFE/Tarek

El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, preside la reunion del Comite de Dirección en la sede de Génova. EFE/Tarek

Después, otra retahíla de insultos. El portavoz conservador acusó a Sánchez de disfrazarse de "radicalidad" y criticó que el nuevo PSOE haya recuperado la antigua tradición de cantar La Internacional "en pleno siglo XXI" o que hubiese "muchas banderas preconstitucionales" (dijo equiparando las banderas republicanas que portaban algunos delegados a las franquistas) "y muy pocas de España", entre otras cuestiones. Sí alabó el "gusto musical" del reelegido secretario general de los socialistas en lo que a Gun's & Roses se refiere, pero volvió a acusarle de no tener mensaje más allá "de la decoración" del 39 Congreso federal. "Sánchez quiere recuperar el PSOE de Suresnes, un PSOE residual que sigue el modelo francés o el griego, que ya sabemos cómo han acabado", les advirtió.

Casado critica que en el Congreso del PSOE  se cante 'La Internacional' y que hubiese "muchas banderas preconstitucionales", en alusión a las banderas republicanas

Es más, pidió a Sánchez que su modelo intente parecerse más al de los "socialistas moderados" de Europa y, aprovechando el resultado de las legislativas francesas, "que no se convierta en el PSOE francés". Asimismo, deseó que los "actuales líderes del PSOE" se dejen influir por la centroderecha europea siguiendo el modelo del fallecido Kohl quien, dijo, "tuvo efecto con Felipe González a la hora de centrar el socialismo europeo".

Sin embargo, el popular incidió en la "preocupación" de Rajoy por el "radicalismo" de Sánchez, que está "abrazado al discurso independentista". "Debería escuchar más a Alfonso Guerra [que este fin de semana se mostro favorable a aplicar el 155 de la Constitución y suspender la autonomía de Catalunya] que a Puigdemont", insistió Casado. "Sánchez huyó de la moderación, la estabilidad y la concordia. Nos ha dejado todo el centro a nosotros", presumió. Y le instó a no volver "al Sánchez de 2016" que "daba paseos por la Carrera de San Jerónimo" [donde se encuentra el Congreso de los Diputados] con Pablo Iglesias y no vuelva el "bloqueo" al Parlamento. "Lo mejor que puede hacer Pedro Sánchez es ganar elecciones y no acomodarse en perderlas y echar a quien las gana", espetó descartando -por las declaraciones de Iglesias y Rivera- que pueda volver a repetirse una moción de censura.

La dureza de sus declaraciones aleja la posibilidad de que Rajoy y Sánchez -cuya enemistad es conocida- vayan a retomar sus relaciones. Es más, Casado no ha confirmado ni desmentido si el presidente del Gobierno había hablado ya con el líder socialista. "Las estrategias no se cuentan; se hacen", concluyó.

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