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Gürtel Rajoy se va por la tangente: ni una palabra de Gürtel pero sí de terrorismo 

El presidente del Gobierno presume en el Congreso de lucha anticorrupción y centra el debate en sus "prioridades": los atentados de Barcelona y Cambrils, el independentismo en Catalunya y la economía. 

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, a su llegada al Pleno del Congreso extraordinario para debatir sobre la trama Gürtel y la cakja B del PP. REUTERS/Paul Hanna

Ni una palabra de Gürtel. Era un pleno extraordinario convocado para que el presidente del Gobierno explicara la presunta financiación irregular del PP por la que ya tuvo que declarar ante el tribunal de la Audiencia Nacional. Pero Mariano Rajoy no citó ni una palabra al respecto: ni caja B, ni sobresueldos, ni Bárcenas, ni Correa. 

Es más, aprovechó su media hora de intervención -él no tiene límite de tiempo- para reprochar a los grupos de la oposición que sus "prioridades" sean volver a hablar en el Congreso de corrupción —algo de lo que ha dado cuenta "hasta en 52 ocasiones", aseguró— y no de lucha antiterrorista o el desafío independentista de Catalunya. 

"A la vista de los problemas y retos de España, no se entiende la necesidad de celebrar con carácter extraordinario un pleno sobre estos asuntos", opinó desde la tribuna del hemiciclo. "Son ustedes quienes fijan sus prioridades. Esto es lo que más le preocupa y yo lo respeto, aunque no lo comparta", ironizó. 

Por ello, acusó a los diputados de la oposición de estar "enfermos de sectarismo" y tener un "celo inquisitorial" así como de enmascarar sus verdaderas motivaciones para la petición de esta comparecencia extraordinaria: "cábalas partidistas". Así, dijo asumir responsabilidad como presidente del Gobierno y se mostró dispuesto a acudir al Congreso tantas veces como se lo soliciten, pero también lamentó que le fuercen a "volver a hablar de lo mismo".

"Me niego a asumir responsabilidades políticas, porque el concepto de responsabilidad que ustedes reclaman nada tiene que ver con la Constitución y sí mucho con sus urgencias políticas"

"Ante la ausencia de un elemento nuevo, la excusa es mi negativa a asumir responsabilidades políticas por haber declarado como testigo ante un tribunal", consideró. Y dejó claro a la Cámara baja su postura: "Me niego a asumir responsabilidades políticas tal y como ustedes las demandan, porque el concepto de responsabilidad política que ustedes reclaman nada tiene que ver con la Constitución y sí mucho con sus urgencias políticas", espetó.

No faltó la ironía habitual del presidente al criticar "el insólito desinterés" de la oposición por la "acción" de su "Ejecutivo". "Debo pensar que lo hacemos tanto acierto que no ejercemos motivos para disfrutar de sus críticas", bromeó tras incidir en que este pleno trataba sobre cuestiones que afectan no a la Moncloa, sino al PP y "de hace más de 20 años".

Asimismo, tildó de "pintoresca" la "obsesión" del Congreso por "juzgar" a su formación política. "Sus alianzas les permiten sumar votos para ello, pero su suma de minorías no sirve para enmendar la plana a los españoles" que le avalaron en las urnas. "A la hora de valorar las responsabilidades, es mucho más ecuánime el juicio de los españoles que el de alguna de sus señorías", zanjó.

Avalado por las urnas y el fracaso de la moción 

Así, dijo sentirse avalado tanto por las urnas como por la propia Cámara baja ya que, recordó, la moción de censura -único elemento, a su parecer, para exigir responsabilidades políticas a un presidente del Gobierno- no prosperó.

"Las irregularidades se sancionan donde se tienen que sancionar: en los tribunales y en las urnas"

Tras sus quejas y argumentos, llegó el tono mitinero con el que Rajoy ofreció un discurso triunfalista. Presumió de lucha anticorrupción para concluir que "en España no hay impunidad". "A mí también me preocupa la lucha por mejorar la rectitud y la transparencia en la vida pública. Para eso he trabajado y mucho", aseguró.

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, durante su intervención en el Pleno del Congreso extraordinario para debatir sobre la trama Gürtel y la cakja B del PP. REUTERS/Paul Hanna

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, durante su intervención en el Pleno del Congreso. REUTERS

Y comenzó su larga enumeración de leyes aprobadas en esa dirección: reforma de la ley de financiación de partidos, la nueva ley de control de la actividad económica y financiera de las formaciones, la prohibición de condonar sus deudas bancarias, la ley de transparencia, la de buen gobierno, el estatuto del alto cargo, la ampliación de la prescripción de los delitos de corrupción y hasta el incremento de medios del que, aseguró, el Gobierno ha dotado a jueces y fiscales para perseguir estos delitos. "Las irregularidades se sancionan donde se tienen que sancionar: en los tribunales y en las urnas", resumió. 

Y concluyó como empezó. "Los atentados de Barcelona son un recordatorio de que luchar contra la corrupción debe ser nuestra máxima prioridad", insistió. También, "preservar la unidad de España y nuestro sistema democrático" o seguir avanzando en mejoras económicas y de empleo tras haber "superado la mayor crisis". "Estoy dispuesto a seguir trabajando para mejorar los instrumentos de control, prevención y sanción que nos permitan ser más eficaces en la lucha anticorrupción. Volveré a comparecer cuando lo soliciten, pero no estoy dispuesto a abdicar de mis responsabilidades de Gobierno", concluyó Rajoy.

Contra Margarita Robles

Tras las intervenciones del resto de grupos, Rajoy volvió a la tribuna en su turno de réplica, esta vez, algo más nervioso. Otros 20 minutos de queja por lo 'inapropiado' de la convocatoria pero, sobre todo, de vapuleo a la portavoz socialista, Margarita Robles. 

Ella le había recordado previamente que la corrupción es el segundo problema que más preocupa a los españoles y le había instado a dimitir "por dignidad". También dijo haberse sentido "sonrojada" por la intervención del presidente tanto este miércoles en el Congreso como en su declaración "arrogante" ante la Audiencia Nacional.

Rajoy, enfurecido con la portavoz socialista: "No me ha generado el más mínimo problema"

Rajoy enfureció. "Dice que le ha sonrojado mi intervención en la Audiencia Nacional. A mí, la suya de hoy, no. No esperaba otra cosa. No me ha generado el más mínimo problema ni me ha producido ninguna sorpresa", la ninguneó.

Y tiró de 'y tú más'. Le recordó la época en la que ella fue secretaria de Estado de Interior y fue citada como testigo ante el juez Liaño en el caso de Lasa y Zabala. "Usted fue testigo, no fue condenada, no se le abrió juicio oral, no se le imputó ni se le investigó. Y a nadie se nos ocurrió decir nada sobre ese asunto", le recriminó. "He ido a la Audiencia Nacional como testigo, igual que usted, y a petición suya. Le pido un poco de pudor porque, si no, será muy difícil que me la pueda tomar en serio", siguió insultando a Robles. 

Además, volvió a arremeter contra la figura de la acusación particular que el PP quiere limitar al criticar que la formación que exigió su comparecencia ante el tribunal, Adade, sea afín al PSOE. "Yo soy testigo porque lo han pedido ustedes. Me interpelaron ustedes: Adade, el PSOE de Valencia y el PSOE de Madrid. Y nadie más. Respondo a sus cuestiones y luego me traen aquí y ahora me exigen responsabilidades. Oigan, un poco de nivel", espetó Rajoy con la mirada puesta en Robles. 

Rajoy lanzó dos preguntas también a Pablo Iglesias: "Venezuela e Irán"

"Luego me dicen que no hay que politizar la política, pero critican que mi coche entre por un garaje y me siente donde los tribunales me dicen que me siente", siguió Rajoy defendiéndose de las críticas por el trato de favor de la Audiencia Nacional. "Respete usted lo que dicen los tribunales", pidió entre los aplausos y jaleos de su propia bancada y las risas indignadas de buena parte del resto.  "¿Usted puede acudir como testigo ante un tribunal o debe dimitir cuando se le cite? ¿Cuándo liquidamos la presunción de inocencia?¿Ahora ya no puede ser uno testigo en un tribunal? Me parece muy poco serio", dijo tergiversando el objeto del orden del día y defendiendo de nuevo su asunción de responsabilidades.

También citó a los propios socialistas y su defensa de no apartar a un cargo público de su escaño hasta que se le abra juicio oral, de no abrir comisiones de investigación mientras estén las judiciales abiertas o de la presunción de inocencia cuando se intentó ligar a Podemos con financiación de Venezuela e Irán. "¿Y el testigo sí debe abandonar?", "¿Eso sólo se les aplica a ustedes y a sus comisiones?" y "¿Soy yo de peor condición que el señor Iglesias?" fueron las preguntas con las que ironizó, respectivamente, al respecto.

"La ley del embudo es una cosa muy fea"

De hecho, también suscribió las palabras de su portavoz, Rafael Hernando, que echó balones fuera al pedir al líder de la formación morada que dé explicaciones por esas supuestas irregularidades de su financiación. "Es importante que se nos aclaren algunas cosas. Si hay un partido que se ha financiado con dinero de Venezuela e Irán, me importa", espetó Rajoy. Iglesias le pidió después que respondiera a las seis preguntas que le realizó en sus dos intervenciones. "Yo sólo tengo dos —espetó el presidente con chulería en su segunda réplica—: Venezuela e Irán".

Después, siguió con su ataque a Robles, a quien acusó de usar "la ley del embudo" ("Eso es una cosa muy fea", añadió) y de actuar como si todavía fuera un "agente judicial". "A un juez no le puedo decir nada, pero a usted le puedo contestar", respondió a las quejas de la socialista. "Usted es un diputado, la portavoz del grupo parlamentario de su partido, si es que usted tiene partido, que no lo sé...", volvió a tirar de ironía. En su segunda réplica, se excusó: "Podría dedicar más tiempo a contestar al señor Rivera, o al señor Iglesias, pero para mí el principal partido de la oposición sigue siendo el PSOE. Lo hago por eso, para reconocerla a usted y la posición del PSOE", dijo entre las risas de todo el hemiciclo. 

 Y concluyó pidiendo "equidad" y unidad para "dejar de tirarse los trastos" con la corrupción para "fijar reglas" que se apliquen a todos. De Gürtel, en sus últimos 25 minutos de réplica y contrarréplica, de nuevo, ni mu. Aunque se disculpó, a su manera: "No he hecho un análisis prolijo de mi intervención ante los tribunales porque una cosa es el poder judicial y otra es el Parlamento". Como en 2013, fin de la cita. 

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