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Boicot a Catalunya Cuando el PP abonó el boicot a los productos catalanes ante la reforma del Estatut de 2006

En octubre de 2005, los conservadores anunciaron el gasto de medio millón de euros para hacer campaña contra el Estatut. Esta movilización, a través de los medios de comunicación y de Internet, fue el caldo de cultivo que despertó el rechazo de los productos catalanes entre el resto de españoles.

El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, acompañado del candidato del PPC a la presidencia de la Generalitat, Xavier García Albiol (c), y la numero dos de la lista de los populares, Andrea Levy (i), durante la inauguración de la Oficina de Atención a los Vecinos del PPC de Badalona (Barcelona). EFE/Quique García

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El Congreso ha aprobado este miércoles una propuesta del PP contra el boicot a los productos catalanes. Lo cierto es que la oposición del Grupo Popular ante la reforma del Estatut catalán, que empezó a fraguarse en 2005 y culminó en 2006, suscitó cierta crispación social en torno al cava catalán y, por extensión, al resto de productos de la tierra. 

En octubre de 2005, los conservadores anunciaron el gasto de medio millón de euros para hacer campaña contra el Estatut. Esta movilización, a través de los medios de comunicación y de Internet, fue el caldo de cultivo que despertó el rechazo de los productos catalanes entre el resto de españoles.

El president de la Generalitat de aquel entonces, Pasqual Maragall, exigió al PP que pusiera fin a su campaña contra Catalunya. "Todo el mundo tiene derecho a discrepar y disentir [sobre el Estatut], y a combatirlo democráticamente, pero el PP tiene la obligación moral de parar las campañas que se están alentando contra Catalunya y contra los catalanes, dejar de sembrar vientos de discordia", señaló Maragall en el Parlament el 27 de octubre de 2005, seis días antes del debate sobre la toma en consideración del texto de la propuesta de reforma en el Congreso.

Ese mismo día, Mariano Rajoy se desquitó de las críticas que asociaban a su partido con el boicot. Desde Sant Sadurní d'Anoia, la cuna del cava catalán, Rajoy lanzó un mensaje: "Batallaré tanto contra el Estatut de Catalunya como contra la gente que realice boicot al cava".

El conseller de Comercio, Turismo y Consumo, Josep Huguet, pidió la intervención de la Unión Europea en el asunto ante una "vulneración del mercado". El PP, por su parte, achacó este boicot al rechazo en 2004 del entonces presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, a dar su apoyo a la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos del 2012.

No obstante, el daño ya estaba hecho. A finales de 2005, las bodegas de otros territorios aumentaron sus ventas respecto a años anteriores, mientras que las ventas de Codorniu y Freixenet descendieron alrededor del 4%. Aunque esta realidad también afectó a otros sectores, como a los bancos catalanes y a las pymes.

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